Felipe Ochoa, académico del Departamento de Ingeniería Civil de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile, es voz autorizada para hablar del gran socavón de Concón, que producto de uno de los últimos sistemas frontales afectó a la comunidad del edificio Kandinsky y que, posteriormente, precipitó la evacuación de otras dos torres producto de su intensificación.

Hoy por hoy se habla incluso de socavones y de "zona roja", apuntando a la envergadura del fenómeno que el experto profundiza en diálogo con El Desconcierto.

Protección de los socavones

"Actualmente hay dos socavones y los socavones están, en general, afectos a erosión. Por lo tanto, lo principal que urge en este momento es ver cómo se manejan las aguas y cómo se protegen los socavones de que sigan aumentando, porque si siguen aumentando, la situación efectivamente podría escalar", comenta.

Siguiendo con su análisis de la compleja situación, asegura que "hay que estabilizar lo que está, toda la (infraescructura) hay que mejorarla y también prevenir que el socavón siga aumentando, porque si vienen lluvias fuertes el agua es un agente erosivo muy importante, por lo tanto, el agua podría tener un efecto que acentúe la erosión donde estos socavones ya se han producido".

"La ingeniería ofrece las alternativas para que esto pueda mejorarse, pero siempre y cuando se actúe a tiempo. Y ante una situación de emergencia como la que se está enfrentando, los tiempos apremian", recalca.

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Monitoreo de la estructura

Atendiendo al inevitable desarrollo de sistemas frontales, el académico explica que "una lluvia es un agente erosivo, erosiona los suelos y tienes que este es un sector de dunas donde hay sectores arenosos, al haber material expuesto que se produjo por la ocurrencia de los socavones, estos socavones están expuestos a que esa erosión continúe".

¿Estos servicios podrían salvarse y retomar su habitabilidad? "Se necesita estudiar la situación actual, monitorearla. Hoy existen tecnologías disponibles para poner sensores que indiquen si existen movimientos en estos socavones, y si existen movimientos dentro de la infraestructura, que en este caso serían los edificios. Puedes hacer monitoreo de la estructura, de la socavación y de las aguas y con eso puedes ir monitoreando de manera continua la salud estructural de todo el sistema", asegura.

"Es una situación urgente que requiere atención rápida", recalca.

Si se pueden sumar más edificios en problemas, Ochoa dice no disponer de los antecedentes para asegurarlo, sin embargo, es claro y alude a "los eventos que han ido ocurriendo, primero hubo desestabilizaciones, algunos desprendimientos, posteriormente un primer socavón, ahora el segundo, lo que indica que efectivamente es un sector que tiene material que se ha ido debilitando con el tiempo, es importante estudiar y descartar que esto pudiera ir eventualmente creciendo hacia otros sectores".

Si en lugar de llover intensamente, se genera un temblor, ¿la estructura podría sucumbir?, es otra consulta que le planteamos a Ochoa, quien es claro al respecto. "Está expuesto, está mucho más expuesto que antes a un temblor, por supuesto que sí, es un sistema que está debilitado. Los edificios están en una condición diferente a la cual fueron diseñados, por lo tanto, al cambiar las condiciones, por supuesto que aumenta la exposición al riesgo, eso incluye la componente sísmica tanto como la componente lluvia, son desafíos continuos que enfrenta la ingeniería en Chile. El tema de las fuertes lluvias y fuertes temblores".

Creciente condición de fragilidad

"Tienes un sistema que está en una condición frágil y esta condición frágil aumenta porque el edificio tal como está, está en observación, pero si la situación actual aumenta no se puede descartar que escale, por eso la importancia de que las acciones que se vayan a tomar se tomen de la manera más rápida posible. La ingeniería siempre funciona con los tiempos para ayer", ilustra.

Si se cae el edificio, ¿de qué riesgos estamos hablando? Ochoa comenta que "lo más importante es que la gente esté sana y salva y que los perímetros de aislamiento que se definan, se cumplan. Eso es lo más importante, mantener evacuado las zonas que están bajo la amenaza de eventuales escenarios que podrían ocurrir para este sistema".

"Es una situación urgente que hay que resolver lo antes posible, hay que entregar certezas a todos los involucrados, eso es lo más importante", recalca luego.

Y a reglón seguido, el especialista insiste en que se trata de un edificio que está "en una condición diferente a la que estaba previamente producto de un socavón de dimensiones significativas que es cercano al edificio, por supuesto que es una situación de suma urgencia".

"Donde aparezcan problemas que pudieran inestabilizar los sistemas, esos lugares tienen que ser evacuados lo antes posible para resguardar la vida y seguridad de las personas", asegura.

Consultado finalmente respecto de otras eventuales edificaciones en zonas de riesgo, Ochoa sincera que no dispone de los antecedentes para responder a esta interrogante, no obstante, aclara que "en Chile hay muchos lugares en los cuales se construye en condiciones similares a las que presentan estos edificios, en zonas de pendientes y con arena".

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