SML ante Congreso por desaparición de 89 cajas con osamentas: errores de liderazgo y gestión
Este lunes, la Comisión Especial Investigadora por osamentas sin identificar de víctimas de desaparición forzada recibió a la directora del Servicio Médico Legal (SML), Marisol Prado, que dio cuenta del estado de estas cajas, y cómo desaparecieron de la vigilancia del Estado.
Prado, quien llegó a la alta dirección del SML a principios de julio, explicó ante la Cámara de Diputadas y Diputados cómo fueron los ires y venires de las cajas con posible evidencia, y quiénes fueron los actores involucrados.
Todo comenzó el 18 de junio de 2001, cuando se recibe instrucción de devolver todas las osamentas del organismo para hacer pericias de rigor, a resguardo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Así, todas fueron trasladadas, pero no existió ningún registro ni inventario respecto a cuántas ni cuáles. “No hay evidencia”, explicó Prado.
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Recién 10 años después, en mayo de 2011, el ministro de la Corte de Apelaciones de Concepción, Carlos Aldana recibió un oficio firmado por el entonces director del SML, doctor Luis Ciocca, donde acreditaba la recepción, análisis, custodia y destino de los restos óseos en la universidad, por parte de Juan Guzmán, entonces ministro de la Corte de Apelaciones. Sin embargo, no entrega más detalles.
Al año siguiente, el 2012, desde el Poder Judicial se le instruyó a Ciocca disponer del retorno de los restos óseos a las dependencias del Servicio Médico Legal. Pero las 89 cajas aparecieron siete años después, sin evidencia de que fueran esa cantidad desde un principio.
Así, en enero de 2019, comenzó la revisión de las cajas, acreditando que contienen osamentas y evidencias, para después realizar los registros escritos y fotográficos. En ese momento aún no se tenía conocimiento del número total de cajas involucradas.
Sin información oficial
“Lo único que yo puedo asegurar es que cuando nosotros hacemos el ingreso oficial al SML, podemos fotografiar, evidenciar e ingresar 89 cajas que contienen osamentas. Lo que haya sucedido, nosotros no tenemos una información oficial porque no nos correspondía como Médico Legal tenerla”, explicó Prado.
Hasta enero de 2021, se habían ingresado al archivo del SML 20 cajas oficialmente. El extenso proceso, según explicó la directora del organismo, va desde enumerar cada protocolo –o caso–, hasta observar, analizar, y encontrar las posibilidades de vincular las osamentas o evidencias a territorios, ministros o causas judiciales abiertas.
Luego, en mayo de 2022 el servicio pidió a sus subdirecciones regionales todos los registros de osamentas para ser remitidos a la unidad de Derechos Humanos del SML, y así realizar las pericias correspondientes y hacer una auditoría al respecto.
En el marco del Plan Nacional de Búsqueda, anunciado por el Presidente Gabriel Boric en junio de ese año, tomó vuelo el trabajo del SML respecto a los restos óseos y otras informaciones sobre víctimas de desaparición forzada.
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Así, todo llevó a que en septiembre la ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, informara que tomó conocimiento de la existencia de cajas con material sin periciar proveniente de la Universidad de Chile. Además de las cajas con restos óseos, se hallaron otras con documentos y evidencias varias en el domicilio del doctor Luis Ciocca.
Meses después, descubrieron que una de las evidencias de las 89 cajas tenía un rótulo que decía “caso calama”, en el cual estaba vinculada la ministra Plaza. Por lo tanto, se pudo hablar con la jueza, que era el vínculo correspondiente para solicitar que los restos se enviaran a periciar.
En febrero se destapó el caso, cuando la ministra Paola Plaza informó ante agrupaciones de familiares de víctimas de la dictadura sobre el hallazgo de las 89 cajas, ahora sí todas contadas.
Fue la primera vez que la alta dirección del SML concurrió y tomó conocimiento de lo que estaba sucediendo “a cabalidad”.
Errores de liderazgo y de la gestión
Hasta ese momento “había alrededor de 25 cajas ingresadas, aun nos faltaba un número importante de cajas a ingresar para poder hacer los vínculos correspondientes con los distintos ministros en visita”.
Respecto a la demora, Marisol Prado hizo un mea culpa desde el organismo. “Hemos dicho en muchas ocasiones que parte del diagnóstico que tenemos respecto a esto tiene que ver con errores de liderazgo y de la gestión con respecto a la priorización que se daba en temas de investigación y, en este caso, con respecto a las pericias de víctimas de la dictadura y de desaparición forzada”.
Así, en la ocasión realizaron tres compromisos. “Primero, informar a los distintos familiares en agrupaciones, pero también de forma individual, de todas las pericias y acciones que el SML lleva adelante, no solo con respecto a las 89 cajas, sino todas respecto de las evidencias de las víctimas de desaparición forzada”.
“En segundo lugar, poner una priorización con respecto a la apertura y posterior archivo y vínculo con respecto a las cajas que aún quedaban sin aperturar en custodia del SML”, agregó.
“En tercer lugar, hacer una investigación con respecto a todos aquellos que resulten responsables y de buscar toda la trazabilidad o cronología de lo que ha ido sucediendo en el SML”, dijo Prado.