La brecha de género en salud mental se incrementó significativa durante el primer trimestre de este año. Así lo evidenció la séptima ronda del “Termómetro de Salud Mental en Chile ACHS-UC”, elaborado por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales.

Se trata de un levantamiento de información que, entre sus hallazgos, detectó que 17,5% de las personas encuestadas exhibieron síntomas asociados a una probable presencia o sospecha de este tipo de problemas, lo que se traduce en un aumento de dos puntos porcentuales comparados a la entrega anterior, principalmente impulsada por un deterioro que afecta al género femenino.

Fue en el contexto de una conferencia de prensa que este miércoles David Bravo, director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, Paulina Calfucoy, gerenta de Asuntos Corporativos de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), Daniela Campos, jefa técnica de Riesgos Psicosociales de la ACHS y Antonia Errázuriz, académica del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Católica, dieron a conocer los resultados de la investigación efectuada a través de entrevistas telefónicas a un universo de 2.591 personas mayores de 18 años, durante marzo y abril del año en curso.

“La brecha de género en problemas de salud mental es algo que hemos visto desde el inicio de esta encuesta. Sin embargo, en esta séptima ronda se rompió una tendencia que veníamos viendo desde 2021, donde tanto hombres y mujeres mostraban niveles distintos de malestar, pero iban a la baja o se mantenían igual. En esta ocasión, vimos cómo solo los hombres reflejaron disminuciones significativas y las mujeres mostraron alzas por primera vez en años”, detalla el comunicado del estudio.

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Baja sintomatología de depresión en hombres

En ese sentido, la encuesta mostró que 25% de las entrevistadas tenía problemas de salud mental, un aumento de seis puntos comparado a la ronda anterior, y un contraste con los hombres, que bajaron dos puntos (llegando a un 9,6%).

Otro incremento relevante fue en síntomas de depresión, con 20% de ellas sincerando que los presentaron, lo que implica casi cuatro puntos más que en 2022, un panorama contrario a de los hombres, que bajaron casi cuatro puntos y llegaron a 6,8%.

Adicionalmente, en indicadores como percepción de soledad e insomnio, el alza fue de dos puntos en mujeres, llegando a 26% y 18,6% respectivamente; mientras los hombres bajaron dos puntos, presentando un 15% y 13,8% en estos ítems.

Para Antonia Errázuriz, psicóloga del Departamento de Psiquiatría de la UC, “la relativa disminución en los niveles de ansiedad y síntomas depresivos en la población masculina se contrapone con la estabilidad en los niveles de ansiedad y aumento en síntomas de depresión observada en mujeres. Es muy probable que este resultado refleje la exposición diferenciada que estos grupos tienen a las consecuencias de la crisis económica actual en el país”.

Delincuencia opera como el principal estresor

Respecto del análisis de los temas que más estresan a la gente, el primer lugar lo sigue ocupando el temor a ser víctima de la delincuencia, variable que incluso registra un leve crecimiento en relación a la medición de noviembre, subiendo de 66,6% a 67,1%.

No obstante, este factor ha ocupado el primer puesto desde que comenzaron a medirse estresores en el Termómetro de la Salud Mental, el año 2021.

Posteriormente, aparece la preocupación derivada de las proyecciones económicas y los cambios sociopolíticos del país, ambos con 50%. Dentro de este análisis, la posibilidad de perder el empleo tuvo un leve descenso (de 29,6% a 28,3%), pero se mantuvo en el tercer lugar.

En tanto, el miedo a contagiarse de COVID volvió a caer y llegó a 15,7% (cinco puntos porcentuales menos que la ronda anterior).

Y como en la versión precedente, la nueva ronda de la encuesta indagó respecto del nivel de satisfacción y percepción de efectividad de los tratamientos en salud mental en la población.

En este ámbito, el sondeo revela que cuatro de cada cinco personas que habían recibido una atención de salud mental en los últimos 12 meses se mostraron “bastante satisfechas, muy, o completamente satisfechas” con el servicio, a lo que se suma que tres de cada cuatro dijeron que el tratamiento había hecho que las cosas mejoraran “un poco” o “bastante”.

“La brecha de género es un fenómeno persistente"

David Bravo, director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales aseguró que “la brecha de género en el ámbito de la salud mental es un fenómeno persistente a lo largo del tiempo y, en esta oportunidad, se eleva la preocupación al constatar un aumento en dicha brecha”.

“En este contexto”, agrega, los datos "muestran claramente que quienes tienen tratamiento de salud mental, incrementan en 45 puntos porcentuales su probabilidad de sentirse bien o muy bien, por lo que se trata de un aspecto central para la calidad de vida de las personas y especialmente para las mujeres”.

Por su parte, Paulina Calfucoy comenta el tema apuntando a un esperanzador panorama. “Seguimos viendo un fuerte mejoramiento en la situación emocional general después de iniciado el tratamiento, por lo que es importante normalizar las consultas de salud mental y aportar en facilitar el acceso a ellas”, asegura.

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