A raíz de la acusación de abuso sexual en su contra, el consejero constitucional electo del Partido Republicano, Aldo Sanhueza, decidió renunciar a la colectividad. Por medio de un comunicado publicado en sus redes sociales, explicó su decisión y alegaba no reconocer los actos que se le imputan. 

Sin embargo, fue enfático en señalar que no renunciará a su escaño y que, pese a no pertenecer al partido, defenderá “las ideas de la libertad”, dejando entrever que trabajará en conjunto con la bancada de Republicanos en el Consejo Constitucional. 

Esta estrategia no es nueva en el partido liderado por José Antonio Kast. Previamente, algunos de sus correligionarios ya habían sido forzados a renunciar para no salpicar con sus polémicas al partido. Sin embargo, en los hechos son renuncias de papel, porque continúan trabajando bajo los intereses de la colectividad.

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La salida de Johannes Kaiser

El primero de estos episodios fue protagonizado por el diputado Johannes Kaiser, quien luego de ser electo como parlamentario en 2021 reflotaron declaraciones y tweets en contra del movimiento feminista y los ejecutados en dictadura.

“El 62% de las mujeres tiene la fantasía de ser violada” y que los asesinados en un campo de prisioneros de Pisagua en 1973 “estaban bien fusilados”, fueron parte de las declaraciones que dio en El Nacional-Libertario, su canal de Youtube.

En ese contexto, Kaiser presentó su renuncia al partido, pero invitó a sus adherentes a seguir apoyando a José Antonio Kast para la segunda vuelta presidencial.

A pesar de ya no pertenecer al partido, se sumó de inmediato a la bancada republicana en el Congreso, apoyando sus iniciativas de ley, ocupando un cupo en las comisiones y votando en conjunto con el resto de parlamentarios. 

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Gonzalo de la Carrera, la cara más radical de los Republicanos

El segundo caso es el de Gonzalo de la Carrera, quien renunció al Partido Repubicano en diciembre de 2021 luego de protagonizar una serie de polémicas previo a la segunda vuelta presidencial, que salpicaron la candidatura de José Antonio Kast.

Entre ellas, la difusión a través de redes sociales de una fotografía trucada en la que Gabriel Boric aparecía apoyando incidentes en el sector de Plaza Baquedano.

Tras reconocer que la imagen no era verídica, el parlamentario electo afirmó que la fotografía se la pasaron desde el comando de Kast. Además, acusó a la cúpula del partido de no apoyarlo lo suficiente cuando fue acusado por redes sociales, y ese fue uno de los detonantes de su salida. 

“Llevo más de cuatro años compartiendo con José Antonio y pretendo seguir haciéndolo de una manera distinta, donde mi independencia no afecte al partido y, por lo tanto, podamos coordinarnos y aprobar o votar leyes en conjunto y votando en equipo”, publicó posteriormente en sus redes sociales.

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El caso Sanhueza

La situación del consejero electo Aldo Sanhueza se viene a sumar a este historial de renuncias light al Partido Republicano.

Una mujer lo denunció al ingeniero comercial por abuso sexual al interior de un bus interurbano, cuando ambos viajaban en asientos contiguos a la altura de Penco. En el testimonio que entregó a Fiscalía, la afectada aseguró que “fue tocada en la vagina –por encima de la ropa- por Aldo Sebastián Sanhueza Carrera”.

Sanhueza decidió rápidamente renunciar al partido con el ánimo de no afectar su proyecto político, sin embargo, descartó renunciar a su cargo. “Reafirmo mi compromiso al cargo de consejero constitucional por el cual fui electo”, aseguró.

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