Tomás Peters, del GAM: “El desafío de los 50 años del golpe es establecer el relato futuro"
El ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio vive un momento de relevancia al liderar la conmemoración por los 50 años del golpe de Estado, sumado a la reciente llegada a la cartera de alguien más bien lejano a las políticas culturales, pero con un amplio recorrido en televisión como Jaime de Aguirre.
Para el sociólogo, académico de la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile y presidente del directorio del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), Tomás Peters la pregunta de esta conmemoración está marcada por la arqueología de un futuro, que mirará esta cita como el momento en que la generación que vivió el 11 de septiembre de 1973 le transmitió su relato a las venideras.
¿Qué rol va a cumplir el GAM en esta conmemoración?
Este 2023, GAM tiene una programación específica con relación a un concepto clave que es Somos Huella. Es decir, no podemos pensar el presente sin lo que ha quedado del pasado, y desde ahí orientar el futuro.
Hay una serie de obras, exposiciones, teatro, lanzamientos de libros, creación artística que está orientada justamente a pensar los 50 años, pero al mismo tiempo el desafío de la ecología, la sostenibilidad de una sociedad como la nuestra. Además de pensar las subjetividades de los individuos frente a este fenómeno.
Los espacios culturales son espacios deliberativos por excelencia, donde en su interior se elaboran discusiones simbólicas, interrogantes culturales y se interpela a las personas.
Además, GAM por primera vez busca cumplir un rol de liderazgo de este tipo de espacios en la pregunta por la memoria, la historia y el futuro.
https://www.youtube.com/watch?v=yzI2sb6EZ_g
El ministerio de Cultura es el encargado de liderar la conmemoración ¿Qué visión tiene sobre ese rol?
Los 50 años del golpe es indudablemente un tema cultural. No solo es medio siglo de transformación económica, política, social, sino que sobre todo en la sensibilidad de los imaginarios, en las formas de pensar las propias biografías de los individuos. En eso, las políticas culturales no se restringen al ámbito cultural o artístico, sino que están situadas en una tensión con las formas simbólicas de la sociedad.
El rol que cumplirá la institucionalidad al liderar ese proceso es un compromiso inédito que se le da al ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Se trata de elaborar un relato y construir un escenario propicio para poder pensar desde la dimensión cultural el fenómeno de la memoria, los imaginarios y los símbolos involucrados en los 50 años del golpe.
¿Cómo se conjuga eso con la reciente designación de Jaime de Aguirre como ministro de Cultura?
Jaime de Aguirre indudablemente no es una figura que esté enfocada en exclusivo a implementar las políticas culturales, que es lo ha venido desarrollando el ministerio. Su tarea es liderar una conmemoración, establecer un puente generacional, configurar una conversación común, ya sea con programas de televisión, documentos, libros, obras de teatro, exposiciones, presentaciones de danza, con una serie de elementos que están dando vuelta.
Una interrogante cultural que se inicia con la exministra Julieta Brodsky, donde se le pidió establecer el andamiaje inicial de este proyecto de relato que se está construyendo sobre los 50 años. Ella congregó los primeros equipos, reunió la discusión histórica que se ha desarrollado y pudo situarla en el contexto del presente para poder comenzar desde ahí una conversación más compleja.
Su cambio por Jaime de Aguirre es una estrategia distinta, pero que mantiene continuidad. Hay equipos de trabajo que llevan tiempo elaborando este proyecto y va a haber enfoques distintos, pero es tal el nivel de complejidad que significa la discusión por la conmemoración, que no se puede restringir a líderes ministeriales, sino que hay una serie de agentes, poderes, influencias, instituciones, voces, que están interviniendo en la construcción del relato final que el gobierno va a definir.
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Relato de los 50 años del golpe
¿Cuál sería ese relato?
La conmemoración de los 50 años ya lleva varios años de discusión. No es algo que surge con este gobierno, sino que, si uno hace una revisión histórica desde el retorno de la democracia, también antes ya se discutió el problema de lo que significaba el golpe para la sociedad chilena.
Es decir, lo que tenemos en el presente es una sumatoria de residuos, filtraciones de lectura del fenómeno, insumos como libros, textos, conversaciones, diálogo que han existido en las últimas tres décadas al menos, que alimentan esta conmemoración.
Lo que no es fácil. El recordar es una figura difícil de exigir a la sociedad. La memoria muchas veces no es un elemento que sea agradable, porque es una interpelación y exige tener que comprender que hay muchas sensibilidades, lecturas y fenómenos que no siempre van a ser recibidos de la forma que uno quiere.
¿Qué importancia tiene los 50 años en relación con las anteriores conmemoraciones?
Una de las cosas importante de esta conmemoración es que nos exige pensar como en cada década se conmemoró el golpe. ¿Qué ocurrió en 1993, 2003, 2013? Y finalmente ¿Qué ocurrió el 2023? La comprensión de este fenómeno nos ayuda a entender el presente. Además, de ser un insumo fundamental para la futura arqueología de nuestros tiempos.
A su vez, se va a ver esta conmemoración como el momento bisagra de una generación que vivió el golpe, pero que lamentablemente está muriendo a nivel biológico, y que tendrá que construir un relato futuro para aquellos que no vivieron esa experiencia. Ese va a ser el desafío, establecer el relato para los próximos 50 años, para que los que no lo vivieron tengan claro que lo que ahí aconteció fue un momento que los determinó como individuos y que no se puede repetir.
Derechos Humanos
Debido a la contingencia en seguridad el tema de los Derechos Humanos cobra más relevancia. ¿Qué rol puede tener la conmemoración de los 50 años a nivel sociedad?
El error que se comete en una sociedad como la nuestra es ver el tema de los Derechos Humanos como si tuvieran distintos registros de validez. Cuando hablamos de estos, nos referimos a una construcción universal que tiene que respetarse en todo caso.
La conmemoración del golpe tiene tres conceptos importantes. Uno es democracia, que se tiene que reforzar como fuente de legitimidad. Segundo, existe la pregunta por la memoria y tercero está la variable del futuro. Esa sumatoria en el contexto de la conmemoración de los 50 años, es un escenario propicio para poder reforzar la importancia de los Derechos Humanos.