La noche más triste del oficialismo: Bitácora de la derrota en el comando del Apruebo
Desde las 16:00 horas estaban citadas las autoridades y representantes del mundo del Apruebo para esperar juntos los resultados del Plebiscito. La idea era dar una señal de unidad frente al comando del Rechazo, repartido en, al menos, cinco puntos de la capital.
Las palabras de los primeros en llegar al centro de operaciones del comando, en las calles París y Londres del centro de Santiago, irradiaban cierto optimismo. Sin embargo, al momento del cerrar las mesas e iniciar el conteo de votos, todos ellos se encerraron en una zona cubierta con toldos blancos en el frontis de la sede del Partido Socialista (PS).
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La carpa del silencio
Ahí se recluyeron a esperar la derrota. Pese a que las mesas que se comenzaban a contar en Magallanes no daban un buen augurio, el primer balance del Servicio Electoral (Servel) a las 18:38 horas provocó un fugaz momento de gritos, aplausos y alegría al interior de la carpa. Según el 0,83% de las mesas escrutadas, el Apruebo se imponía con el 52,52% de los votos.
Fue la última vez que a esos dirigentes se les vio sonreír esa noche. Después todo fue silencio. Los cómputos del Servel iban propinando una estocada cada vez más profunda y develaban el peor escenario para el Apruebo: la derrota total. De forma casi irónica, en el escenario preparado para las reacciones finales sonaba la canción "El Aguante" de Calle 13.
El ambiente se tornó fúnebre. Algunos trabajadores del comando intentaron seguir sus funciones entre sollozos. “A las 19:30 habla Karol”, decían con las narices rojas de tanto llorar. Karol Cariola no salió a las 19:30 pese a que, a esas alturas, la victoria del Rechazo era inapelable.
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La noche de los cuchillos largos que no fue
La primera en dar la cara a los medios fue un rostro inesperado: Flavia Torrealba, presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS). Fue al grano: “Estamos impactados y tristes, pero asumimos la derrota, obviamente. Es un momento de tranquilidad, de buscar los espacios para la reflexión. En este país había que ofrecer institucionalidad y quizás hay que revisar esa estrategia”.
A las 20:15 horas recién salieron los principales voceros del Apruebo: Karol Cariola y Vlado Mirosevic. Posteriormente, el senador presidente de Revolución Democrática (RD), Juan Ignacio Latorre, leyó una declaración oficial conjunta firmada por los partidos que componen el comando.
“Respaldamos al gobierno y al Presidente Boric para que continúe con el proceso de transformaciones que espera la ciudadanía, y desde ya manifestamos nuestro compromiso en el desarrollo y avance de la agenda social que se encuentra implementando el gobierno”, fue uno de los puntos claves que mencionó el legislador.
Pese a que, tanto en Apruebo Dignidad como en Socialismo Democrático había cuentas pendientes que cobrar, esa noche no hubo cuchillos largos.
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"Yo soy parte de los responsables de la derrota"
La misión de todos los dirigentes del Apruebo al final se sintetizó en dos cosas: Hay que rescatar lo bueno y mantener la moral en alto.
Patricio Morales, presidente del Partido Liberal (PL), apenas hizo un llamado a “seguir calibrando mejor un equilibrio entre las dos coaliciones que son distintas, pero tenemos un propósito común y sobre todo tenemos que aprender hablar y generar una unidad más grande de la que hoy día estamos”.
Gonzalo Winter, diputado de Convergencia Social (CS), solo tuvo autocrítica. “Es una derrota clarísima de mucha gente, pero yo soy parte de los derrotados, de los responsables de esta derrota. No se trata de encontrar cuál es la cosa que hicimos mal, porque para un resultado como este, tenemos que haber hecho muchas cosas mal. No lo digo con sorna, sino con tremenda tristeza”, dijo apesadumbrado.
Finalmente, consultado sobre si cree que la oposición cumplirá su palabra de impulsar una nueva Constitución, Winter sólo respondió: “Qué buena pregunta”.