Felipe Berríos: “No he cometido los actos de significación sexual que ellas describen”
Ante el informe emitido por la Compañía de Jesús en el que catalogó de “verosímiles” las denuncias de “significación sexual” contra Felipe Berrios, el sacerdote salió a defenderse a través de una carta en la que afirma no haber cometido tales actos.
En la misiva, Berríos expresa que desde que se abrió la investigación en su contra prefirió guardar silencio para “no afectar la investigación”, pero que ante el informe emanado de la congregación a la que pertenecía, decidió salir a defenderse.
En este sentido, el sacerdote dice que ha sido atacado a lo largo de meses en los que “ha habido un total secretismo respecto de la investigación y en que principalmente han hablado terceros que se refugian en el anonimato para tergiversar la realidad y condenarme a punta de rumores, sin preocuparse de que haya un juicio justo y transparente”.
En específico, sobre el comunicado de la Compañía de Jesús, el sacerdote alega que en dicho documento “no se diferencia entre cuales denunciantes y los tres relatos de otras personas y que no explica la diferencia entre que un hecho sea verosímil y que este realmente haya ocurrido. Tampoco aclara que un número importante de los 40 testigos que menciona concurrieron para dar testimonio de no haber observado nunca conductas impropias de mi parte”.
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Así mismo, afirmó que en los meses que han transcurridos desde que comenzó la investigación en su contra optó por “asilarse” y no hacer comentarios sobre el proceso.
“Cualquier cosa que hubiera dicho pudo haberse malinterpretado. He sido muy respetuoso y colaborativo con este proceso y solo hablé a través de una declaración pública para contrarrestar falsedades que algunos se encararon de filtrar a los medios”, agrega.
Con respecto a las denuncias en concreto, apunta a que “he podio conocer en detalle las cuatro denuncias y los tres relatos que finalmente se presentaron ante la investigación canónica, ninguna de las cuales ha sido llevada a la justicia. Son las únicas acusaciones que he recibido en 45 años como jesuita y luego de trabajar con más de 15 mil jóvenes en colegios y otros tantos en diferentes organizaciones sociales”.
Ante el calificativo de “actos de significación sexual”, dice que dicho termino es “muy complejo”. “La gente se imagina relaciones sexuales no consentidas y horrores de ese tipo. Acá no hay nada de eso. La opinión pública debe saber que de lo que se me acusa es de conductas impropias, como lenguaje inapropiado, hablar de temas que supuestamente no corresponderían a un sacerdote y en algunos casos de abrazos y supuestas tocaciones de muslos y glúteos”, apunta en la carta.
“Nunca me he aprovechado de mi posición de sacerdote. Al contrario, siempre he tratado de ser muy horizontal y he luchado contra las formas jerárquicas de la Iglesia, como que me traten de 'padre' o usar vestimentas opulentas. Todo eso, justamente, para evitar posiciones dominantes”, sostiene.
Finalmente, la carta termina exponiendo que “acá estoy, en medio de un proceso largo que espero que también avance en la justicia ordinaria, pues ahí podré enfrentar un juicio justo y transparente, de cara a la ciudadanía. Agradezco muy sinceramente a quienes, a lo largo de estos meses, han seguido enviándome muestras de cariño y creyendo en mí. A ellos, especialmente, les dirijo estas palabras”.
Cabe recordar que en el comunicado emitido por la Compañía de Jesús se indica que Berríos es denunciado por “tocaciones y diversos traspasos de límites en el ejercicio del sacerdocio, entre los años 1993 y 2009”.