En la ribera norte de la desembocadura del Río Maipo, en el límite entre las comunas de Santo Domingo y San Antonio, se encuentra un importante sistema ecológico formado por pajonales, dunas, playa, estero, bosque y 3 grandes lagunas que conforman el humedal «Ojos de Mar».

El icónico humedal constituye un ecosistema costero de gran relevancia que resiste y convive con la presencia del Puerto de San Antonio, el más grande de Chile, que está preparando su ampliación hasta la desembocadura del Maipo, lo que significa aumentar la presión e intervención de este importante ecosistema.

Cabe recordar que en 2020 la comunidad, solicitó a la Municipalidad de San Antonio iniciar los trámites ante el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) para la declaración del sistema ecológico Ojos de Mar como Humedal Urbano, apelando a la reciente Ley de Humedales.

Sin embrago, en septiembre de 2021 el MMA rechazó por primera vez en Chile la protección de un humedal, a pesar de encontrarse amenazado por las actividades portuarias que se realizan a su alrededor.

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El argumento dado por el MMA para rechazar protección del humedal –pese a que la resolución redujo el polígono del humedal de 47 a 16 hectáreas, considerando solo los cuerpos de agua, excluyendo zonas como dunas y Playa de Llolleo– solo se debería a que este se encuentra en terreno portuario, sujeto a una ley que no permitiría este tipo de declaratorias, dejando de lado la aplicación de la reciente Ley de Humedales Urbanos, no considerando el gran valor natural, cultural y ecosistémico de Ojos de Mar.

Es en este contexto que el 19 de julio de 2022 se realizó una audiencia de conciliación ante el Segundo Tribunal Ambiental de Santiago, donde diversas organizaciones y ciudadanos encabezados por la ONG Ojos de Mar buscan que sea revertida la resolución del Ministerio del Medio Ambiente y el sistema ecológico Ojos de Mar pueda ser declarado como Humedal Urbano.

Al respecto, desde el movimiento ambiental “Ojos de Mar”, señalaron que “la visita del tribunal al Humedal Ojos de Mar es de suma importancia, ya que este podrá constatar en terreno las amenazas actuales que posee el ecosistema y podrá determinar cuáles son las mejores medidas para hacerse cargo de ellas”.

La agrupación recalcó que “en la visita el tribunal podrá verificar o descartar la delimitación del ecosistema realizada por el MMA, la cual es reclamada como insuficiente tanto por la comunidad como por la Ilustre Municipalidad de San Antonio”.

Por su parte, Francisco Sanhueza, de la organización Chile Ambiental explicó que por un tema de marco normativo, la resolución de reconocimiento de un humedal urbano es un acto administrativo que sólo reconoce una determinada superficie de acuerdo a los criterios del art 8 del DS 15 del MMA, reglamento de la Ley de Humedales Urbanos, no pudiendo ésta delinear o imponer ningún tipo de medidas que se hagan cargo de los impactos o amenazas que cualquier humedal pueda sufrir en la actualidad.

Sin perjuicio de lo anterior, el proceso de conciliación que se está llevando a cabo en el Segundo Tribunal Ambiental, ya tiene como base no sólo el reconocimiento del humedal urbano por parte del MMA, sino que también medidas concretas para disminuir los impactos y amenazas que existen hoy en día sobre los Ojos de Mar.

Es así, que en la propuesta de bases de conciliación realizada por el Puerto San Antonio (EPSA), el puerto propone medidas para el control de la contaminación lumínica, cercos perimetrales a fin de controlar la población de perros asilvestrados y otras amenazas, la limpieza de la basura domiciliaria e industrial, entre otras medidas.

En este sentido Sanhueza puntualizó que “sin embargo, consideramos que las medidas propuestas por EPSA son un “desde”, ya que éstas no se hacen cargo de los irrefutables resultados del estudio realizado por la U. de Chile, mandatado por el Tribunal Ambiental, el que identificó la hipertrofización de las lagunas provocada por una serie de descargas ilegales, el flujo vehicular y las actividades industriales, todas estas asociadas directamente a las instalaciones portuarias o que prestan servicios directos a EPSA.

“Es por esto que estamos proponiendo que el abanico de medidas a implementar debe considerar también las medidas que propone el estudio de la U. de Chile, las que se asocian al control de las descargas puntuales y difusas de nutrientes y otros contaminantes sobre el humedal Ojos de Mar. Esa es nuestra posición y esperamos que el Tribunal Ambiental esté en la misma línea” señaló Sanhueza.

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A su vez, la Organización Ojos de Mar está proponiendo, junto a la Municipalidad de San Antonio, que las bases de conciliación consideren un buffer de protección en torno al humedal urbano, con el fin de tener una zona de transición o amortiguamiento entre este importante ecosistema y las actividades industriales que se realizan en sus alrededores.

Es así que, con la implementación de las medidas para el control de los impactos y amenazas y la inclusión de un buffer de protección al humedal, constituye un escenario de protección efectiva al ecosistema, y se supera con creces el mejor escenario que proyectado sin un proceso de conciliación.

Por su parte, el Gerente General de EPSA, Luis Knaak expresó, al medio Líder, que “estamos muy comprometidos con el proceso de conciliación que se inició a fines de julio pasado en el Segundo Tribunal Ambiental y esperamos que esta instancia permita a los ministros constatar aspectos relevantes que ayuden a resolver con mayor información la reclamación asociada a las lagunas Ojos de Mar".