Subsecretaria de Vivienda: “Queremos recuperar el rol del Estado como planificador”
- Subsecretaria, si tuviera que resumirlo en dos o tres conceptos, ¿qué tan grave es la situación del déficit habitacional en Chile?
Bueno, hemos estado planteando que hace décadas no enfrentábamos un fenómeno habitacional de estas características y ya lo mencionaba el Presidente Boric en en su Cuenta Pública: estamos ante una emergencia habitacional que responde a una diversidad de causas que se arrastran en el tiempo.
Hoy reviste ciertas características especiales y efectivamente existe una impaciencia justificada por parte de muchas familias que han tenido que esperar mucho tiempo para una solución habitacional. Por lo tanto, entendemos que esto es una emergencia y es muy importante que la atendamos.
- ¿Cuál es la mejor estrategia para combatir el déficit habitacional? ¿Solo construir más casas?
Efectivamente, vamos a construir un importante número de viviendas, pero velaremos que sean de calidad y que además tengan pertinencia, es decir, que respondan a las características propias de cada grupo, territorio, de los distintos ciclos vitales, de la diversidad de familias y de sus propias necesidades.
Vamos a asegurar principalmente la seguridad en la tenencia y, para eso, vamos a incorporar nuevas alternativas para poder dar soluciones habitacionales. Estamos planteando el arriendo a un precio justo. Estamos trabajando en un programa de viviendas para trabajadores organizados. Vamos a incorporar procesos de autoconstrucción e industrialización. Vamos a atender con mayor fuerza los programas de micro radicación y pequeños condominios, de manera que construyamos casas, pero también construyamos diversidad de alternativas para las distintas familias que habitan nuestro país.
En este desafío es súper importante también relevar que no vamos a dejar de atender a las familias que hoy día necesitan reparar o ampliar sus viviendas, o condominios, o atender sus entornos. Porque en definitiva entendemos que poder velar por mantener estas viviendas que podrían estar con algún nivel de deterioro nos va también posicionar en un lugar de evitar que el déficit siga avanzando y por lo tanto no aumentemos la demanda por nuevas viviendas.
- Un estudio de TECHO de 2021 cifraba en 81 mil las familias que viven en campamentos. ¿Cuál es la estrategia para enfrentar un problema de esa magnitud?
Nosotros tenemos nuestras propias cifras, desde el Ministerio hemos revisado y efectivamente estamos en cifras cercanas a esa magnitud. Hay 76.500 familias habitando en 1.095 campamentos a nivel nacional.
Y hemos definido una estrategia que tiene tres líneas. Una que hemos denominado Construyendo Barrios, que reconoce aquellos campamentos o asentamientos precarios que están emplazados en terrenos donde se puede construir, que presentan potencial para la construcción de viviendas y donde vamos a simplemente formalizar su integración a través de urbanización o del acceso a bienes, pues esas familias ya viven en esos barrios, ya son parte de esas comunidades, llevan 10, 15 o 20 años incluso en esos territorios. Por lo tanto, no queremos estigmatizarlas, considerándolas como familias de campamentos, sino que más bien queremos reconocer su rol en ese barrio, su historia en ese barrio y queremos atenderlas llevando los servicios necesarios para que puedan desarrollar de buena manera su vida.
- ¿Y las otras dos líneas de acción?
Bueno, vamos a seguir atendiendo aquellos campamentos que están instalados o emplazados en terrenos en los cuales no se puede construir por situaciones de riesgo fundamentalmente, donde las familias van a tener que trasladarse a proyectos habitacionales. Para ello, hemos trazado planes que tienen que ver con distintas temporalidades de acuerdo a las posibilidades de organización y de cumplimiento de requisitos de quienes los habitan.
Y por último, vamos a tener una alternativa de atención donde vamos a construir algunos barrios o campamentos transitorios, porque hay campamentos que están efectivamente en situación de riesgo inminente y que podrían verse expuestos a situación de riesgo de vida. Tenemos que coordinarnos con los municipios, gobernadores, gobernaciones, para poder atenderlos rápidamente y que salgan de esos lugares.
-Desde el Minvu han dicho que esperan construir más de 260 mil viviendas durante el Gobierno, unas 65 mil por año, pero la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) señala que es necesario construir al menos 143 mil casas por año hasta 2035 para paliar el déficit de viviendas, ¿Cómo se explica este contraste de cifras?
Bueno, primero aclarar que la Cámara Chilena de la Construcción tiene un dato del déficit mayor al nuestro. Ellos ocupan una metodología que en realidad no se condice con los datos que nosotros tenemos.
Ahora bien, sabemos que atender la emergencia hoy día es una problemática importante, se requieren muchos años y muchos actores para su atención. No se plantea acabar con el déficit desde el Ministerio, sino que lo que proponemos son avances en este sentido. La idea es poder atender un porcentaje importante durante este período, atendiendo específicamente la emergencia, pero también entendiendo que luego tenemos que ir mirándolo de acuerdo a cómo se va dinamizando o cómo va cambiando con el tiempo.
Estado como planificador
- Si tuviéramos que compararnos con otros países, ¿cómo está Chile ahora en materia de vivienda y hacia dónde deberíamos llegar?
Esta pregunta es bien amplia y la verdad es que va a depender de con qué países nos queramos comparar. Nos podríamos comparar con países que tiene un Estado de bienestar social, efectivamente, hay otros países que han avanzado en una gestión adecuada del suelo para poder conseguir viviendas mejor localizadas.
Nosotros estamos trabajando en la creación de un banco de suelo que nos permita efectivamente abordar el problema habitacional en territorios y terrenos mejor localizados. El Plan de Emergencia Habitacional, en definitiva, propone algunos cambios sustanciales que nos van a poner o nos van a acercar a algunos países que tienen mayores avances.
Por otra parte, podrían también situarnos como un país adelantado o aventajado en algunas de estas alternativas de atención a la problemática de vivienda. Nosotros queremos hoy día recuperar el rol del Estado como planificador, queremos consolidar el banco de suelo.
- ¿Cuál es el rol de los privados en la lucha contra el déficit habitacional? ¿Las inmobiliarias, por ejemplo, son parte de la solución o del problema?
Hemos planteado en varias ocasiones que la problemática del déficit habitacional nos pone en una situación donde no es solamente el Ministerio de Vivienda el que puede hacerse cargo. No es una responsabilidad solo nuestra. Para poder pensar en ciudades y barrios también tenemos que contar con otros actores, las propias personas que lo habitan y, por supuesto, el resto de los actores institucionales. Requerimos del trabajo mancomunado entre instituciones públicas y privadas.
- Se ha apuntado que el déficit habitacional es un problema de género, pues las jefas de hogar constituyen la mayor proporción del déficit habitacional. ¿Cuál es su perspectiva frente a esta situación?
No es que el déficit habitacional sea un problema de género, sino que en realidad afecta en mayor medida a las mujeres y, por lo tanto, es un problema que se tiene que abordar con una perspectiva de género.
Nosotros entendemos que, en definitiva, el déficit tiene condiciones de vulneración que afectan principalmente a ciertos segmentos de la sociedad. En el caso de las mujeres, se verifica la interseccionalidad, donde toma un cariz distinto en mujeres pobres, adultas mayores, indígenas o jóvenes. Las mujeres son un grupo de alta vulneración de derechos porque principalmente no logran participar de manera permanente en el mercado del trabajo, porque además, en general, son las que tienen que llevar a cabo los cuidados, ya sea de adultos mayores, niños, niñas y personas enfermas.
Por lo tanto, efectivamente requieren de un apoyo diferenciado y diferente. Nosotros estamos hoy día considerando la perspectiva de género en todas nuestras líneas programáticas y creemos que así podemos aportar a una sociedad más equitativa y más justa.
Derecho a la vivienda
- El ministro Montes ha valorado el derecho a la vivienda digna en la propuesta de nueva Constitución. ¿Coincide con su mirada?
Bueno, el derecho a la vivienda forma parte de los derechos humanos y Chile ha suscrito la Declaración Universal. Gran parte de los países cuenta con este derecho y esta propuesta de Constitución lo especifica precisamente.
Además, cuando hablamos de vivienda digna y de derecho a la ciudad, la descripción está planteando dos conceptos sumamente importantes. Estamos hablando de viviendas adecuadas que respondan efectivamente a las necesidades propias de las personas que habitan en nuestro país.
Para nuestro sector es importantísimo incorporar también el derecho a la ciudad, porque entendemos que, en definitiva, la ciudad debe tener un rol colectivo orientado al bien común. Nos permite trabajar en una planificación integrada, asegurando barrios y comunidades integradas, que es nuestro desafío mayor más allá de solamente construir viviendas.
- ¿Chile está preparado para garantizar el derecho a la vivienda, como lo estipula el proyecto de nueva Constitución? ¿Cuáles son los desafíos?
Mira, más allá de saber si estamos o no preparados, eso lo vamos a saber una vez que ya nos enfrentemos con los resultados del Plebiscito. Lo importante es que tenemos que entender que esto forma parte de un reclamo social donde el Estado debe hacerse parte. Como país seguimos en deuda en ese sentido, y hasta que no resolvamos ahora este proceso, no vamos a poder saber si efectivamente estamos o no preparados.
Tenemos grandes desafíos todavía, tenemos que pensar en viviendas adecuadas, bien localizadas. Debemos dar cumplimiento a las condiciones que plantea Naciones Unidas y que, efectivamente, hoy día vienen recogidas en esta propuesta de nueva Constitución. Creo que tenemos que avanzar en ese sentido, en esta ruta.