Quién es Francia Márquez, la primera vicepresidenta afrodescendiente de Colombia
En su primer discurso tras ganar las elecciones, el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, aseguró que “a partir de hoy Colombia cambia, Colombia es otra”. Después de 214 años, un gobierno de izquierda llegó al poder, con la elección de una vicepresidenta que rompe los esquemas: Francia Márquez Mina, activista medioambiental, afrodescendiente, feminista y abogada defensora de Derechos Humanos.
A sus 40 años, la dirigenta social se convirtió en la segunda mujer en ocupar el cargo, y la primera afrocolombiana. Este domingo, Márquez celebró que el país tendrá el primer “gobierno popular y de los nadies” de su historia, “un paso importante para reconciliar la nación”.
“Este será el gobierno de la gente, de las manos callosas, el gobierno de la gente de a pie, el gobierno de los nadies y las nadies de Colombia”, declaró la abogada durante su discurso de triunfo, provocando vítores desde el público, a quienes llamó a “a reconciliar esta nación. Vamos por la paz de manera decidida, sin miedo, con amor y alegría, vamos por la dignidad, por la justicia social”, continuó.
Quién es Francia Márquez
Para muchos, Márquez se ha convertido en un fenómeno político y un símbolo de las comunidades tradicionalmente marginadas en la política y en la sociedad colombiana. Nacida en 1981 en Suárez, un pueblo del departamento del Cauca, Márquez pasó de ser madre adolescente y empleada doméstica, a ser galardonada con el Goldman Environmental Prize el 2018 por su activismo, que comenzó cuando tenía 15 años.
Este domingo, dedicó su triunfo electoral a los “líderes sociales que tristemente fueron asesinados en este país, a la juventud que ha sido asesinada y desaparecida, a las mujeres que han sido violentadas y desaparecidas, a todos ellos que sé que desde algún lugar nos están acompañando en este momento histórico para Colombia”.
El 2019, ingresó al top 100 de las mujeres más influyentes del mundo según la BBC. Y ese mismo año, fue víctima de un atentado cuando estaba en una reunión de preparación para unos diálogos entre representantes indígenas y el Gobierno, donde fue atacada con armas y granadas.
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A los 16 años tuvo el primero de sus dos hijos, que crió como madre soltera. Durante su adolescencia trabajó como minera de oro artesanal en su municipio y como empleada doméstica en la ciudad de Cali.
Por tres años, participó en el proceso de evaluación de los impactos de la desviación del Río Ovejas a la Represa Salvajina, y después en el proceso de exigibilidad a la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca y a la Empresa de Energía del Pacífico para la reparación de los impactos creados por el megaproyecto. Así comenzó su vida en el activismo medioambiental.
Del 2013 al 2014, fue nombrada como representante legal del Consejo de comunidades afrodescendientes del corregimiento La Toma, participó en la Asamblea Permanente declarada por las comunidades afro del Cauca, y en la mesa interétnica e intercultural del Norte del Cauca desde la cual se le exigió al gobierno detener la minería ilegal y el otorgamiento de títulos mineros sin consulta previa en territorios étnicos.
En octubre de 2014, fue desplazada forzosamente del territorio y declarada, junto con sus hijos, objetivo militar por parte de grupos paramilitares. Y ese año, organizó la Movilización de Mujeres Negras por el Cuidado de la Vida y los Territorios ancestrales, conocida como la “marcha de los turbantes”, que logró, entre otras cosas, el reconocimiento de 27 Consejos Comunitarios del Norte del Cauca como sujetos de reparación colectiva.
Clave para Petro
Varios expertos asocian gran parte del triunfo de Gustavo Petro en las elecciones a la presencia de Francia Márquez. No solo por su activismo medioambiental y de derechos humanos, sino por la realidad de la cual proviene, y la forma en la que la ha llevado a su campaña.
Pese a que no es particularmente conocida dentro del mundo político, sí se ha convertido en un rostro importante dentro del activismo social y medioambiental. Particularmente por su denuncia al extractivismo y el desplazamiento de comunidades enteras en Colombia.
Sumado a su activismo como feminista afrocolombiana, desde el cual ha presidido espacios como la Asociación de Mujeres Afrodescendientes de Yolombó, Márquez logró movilizar muchas mujeres, jóvenes y personas LGBTIQ+ para que se unieran al programa de Petro. Ella misma fue electa como candidata a la vicepresidencia con casi 800.000 votos en la consulta interna que lo escogió como aspirante presidencial del Pacto Histórico.
El próximo 7 de agosto, Márquez asumirá la vicepresidencia con el sueño que en Colombia se pueda “vivir sabroso”, expresión que acuñó durante su campaña, y que reiteró en su último discurso.
