Horas decisivas vive el proyecto de ley que buscaba detallar el uso de antibióticos en la salmonicultura y que exige mejores estándares para frenar el escape de salmones.

La iniciativa legal que busca que esta información sea de libre acceso, con la finalidad que el consumidor nacional y extranjero esté al tanto respecto a la cantidad y tipo de sustancias que se utilizan como parte de la producción de salmón en los mares de Chile.

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Para ello establece que es Sernapesca la entidad encargada de publicar la cantidad y clase de antibióticos y antiparasitarios utilizados en la industria, además de la respectiva biomasa, mortalidad y cosecha. La información detallará el actuar de cada empresa salmonera y de sus centros de cultivo, al término de cada ciclo productivo.

Asimismo, se establecen medidas para prevenir el escape de salmones, hechos que han sido reiterativos durante los últimos años, generando importantes perjuicios a las familias que viven de la pesca artesanal, e incalculables daños para el medioambiente.

Cabe recordar que, sólo entre los años 2010 y agosto de 2020 se produjeron 73 de estos eventos desde la Región de Los Ríos a Magallanes, con casi 5 millones de peces escapados, siendo capturados apenas 700.000 ejemplares recapturados post-eventos evento de escape.

Es por ello, el proyecto exige el cumplimiento de condiciones de seguridad de los módulos de cultivo y fondeo, de acuerdo a las condiciones geográficas y oceanográficas de cada lugar, y en ese contexto, se fijan sanciones dependiendo de si el incumplimiento de las condiciones de resguardo se da habiendo ejemplares o no en el centro.

"La transparencia es el eje esencial tanto para el seguimiento de externalidades ambientales producidas por la salmonicultura como también para el cumplimiento de los requerimientos de mercados internacionales. Eventualmente, la transparencia ayudará a mejorar las políticas públicas y la inversión en ciencia que se requieren para este rubro", expresó la Directora Ejecutiva de Oceana Chile, Liesbeth van der Meer.

Por su parte, el Geógrafo del Movimiento Defendamos Chiloé, Álvaro Montaña, comentó que "Se ha demostrado que las especies nativas en Chile son afectadas por depredación de los salmones y por interferencia en la competencia. La depredación ocurría sobre pejerrey, merluza de cola o huaica, mientras también se produce un efecto indirecto por competencia con especies con requerimientos alimenticios similares, como lo sería en el caso del róbalo, rollizo y blanquillo. Los impactos de escapes ocurrirían en ambientes como los lagos, y demuestran también que en aquellas zonas donde hay una mayor cantidad de salmones de vida libre, existía una menor abundancia de peces nativos”.

En este sentido Montaña agregó que "este impacto ambiental afecta directamente el derecho consuetudinario, es decir, el derecho que emana de la costumbre y que se refiere a la posibilidad de las comunidades costeras de realizar pesca de orilla de especies nativas, derecho que ha sido reconocido por el estado mediante la ley 20.249. El impacto de los escapes de salmones afecta la subsistencia, la cultura y el derecho ala alimentación de lascomunidades costeras de la Patagonia, que por milenios han pescado en la orilla, ya que la alteración de la cadena trófica producto de los escapes de salmones, disminuye la disponibilidad de peces nativos y con ellos el sustento económico y alimenticio de las comunidades costeras”.

El proyecto de ley será votado este miércoles en la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos de la Cámara Baja, generando gran expectación en organizaciones ligadas a la protección del medioambiente y las comunidades locales, quienes llevan décadas pidiendo que se mejore el marco regulatorio bajo el cual opera la industria del salmón en Chile.

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