Pascua de resurrección: ¿Por qué es un conejo el que entrega huevitos de chocolate?
Los niños vivieron un domingo lleno de dulce y sabor, con su entretenida tradición de salir a buscar huevitos de chocolates que el conejo dejó escondidos en todos los rincones de la casa, en una antigua tradición del Domingo Santo de Pascua de Resurrección.
Pero pocos saben de dónde nace esta tradición. De acuerdo a varios historiadores, esta tradición habría derivado de una costumbre cristiana adoptada de los pueblos bárbaros en Europa, donde los huevos fueron objetos de culto germano y propagación del cristianismo.
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Además, para los bárbaros, el huevo era un símbolo de vida que se regalaba a quien deseaban tuviera un buen pasar por este mundo. También, la liebre, luego el conejo, representaban la vitalidad.
La Iglesia Católica habría adoptado estos símbolos para explicar la resurrección de Jesús en un día domingo, por lo que poco a poco comenzó a variar esto con el paso de los años.
Una leyenda cuenta que, cuando los seguidores de Jesús fueron a ver la cueva donde resucitó, había un pequeño conejito merodeando.
¿Dónde aparece el chocolate?
El conejo de pascua que regala huevitos de chocolate a los niños, de acuerdo a varios medios, se mencionó por primera vez en la obra del historiador aleman Georg Franck von Frankenau ‘De ovis paschalibus’, hablando sobre una tradición que se festejaba en Alsacia, región cultural, histórica y administrativa en el noreste de Francia, en la frontera con Alemania y Suiza, que posee sus propias tradiciones e idioma.
El cristianismo occidental, poco a poco, comenzó a adaptar estas y otras tradiciones paganas con el pasar de los años, las cuales fueron confluyendo en una sola. El chocolate aparecería, a mediados del siglo XIX, en Alemania y Suiza.
Ahí, los cocineros empezaron a fabricar los conejos y huevitos de chocolate. Algunas publicaciones, incluso, llegan a decir que fueron con orígenes publicitarios, otros, que sus inicios fueron solidarios, pues se regalaban a orfanatos.
NatGeo, en un reportaje, precisó que “al principio del siglo 19, en Alemania, Italia y Francia, aparecieron los primeros huevos hechos con chocolate con pequeños regalos adentro. Las diversas culturas fueron decorando de manera diferente los huevos. En sus comienzos, eran pintados a mano con colores estridentes que representaban la luz del sol”.
Como sea, este domingo, los niños son los que más disfrutaron de esta historia.