La Crisis Climática y Ecológica es el cometa con el que vamos a chocar

La Crisis Climática y Ecológica es el cometa con el que vamos a chocar

Por: Luciano Badal | 14.02.2022
Va a comenzar un nuevo ciclo político que promete ser un gobierno ecológico, lo que me hace preguntarme, cómo podremos tener un gobierno ecológico si se defiende una carbono neutralidad al 2050 o si se tiene que ir a convencer a los ministerios productivos de que estamos en problemas, cuando esto debiera ya estar zanjado. Por otra parte, a quienes apelan por más ambición se les acusa de ser poco técnicos, ¿acaso no estamos entendiendo el dilema en el que nos encontramos? La sociedad de seguir en esta senda está encaminada a estrellarse con el cometa, solo que en nuestro caso este ya llegó y el efecto ya se está evidenciando progresiva y aceleradamente.

Después de un mes y medio de su estreno, pude ver tranquilamente la película Don't Look Up, y si bien es una comedia con rasgos de sátira, me hizo recordar la frase de la película V de Vendetta, cuando el protagonista indicaba "Los artistas usan mentiras para decir la verdad, mientras que los políticos las usan para ocultar la verdad”. Don't Look Up representa aquello, representa lo que a diario hacen cientos de compañeros y compañeras de causas ambientales y compañeros/as científicos/as, que buscan exponer la verdad para que se tomen decisiones acordes a la envergadura de la crisis climática y ecológica que ya comenzamos a enfrentar y que podríamos equiparar al cometa de la cinta.

Cuántas veces nos ha tocado enfrentar a gobiernos que no se hacen cargo de los temas ambientales o que simplemente no son una prioridad, dado que siempre prima la economía, el crecimiento y la riqueza. Cuántas veces hemos visto que el parlamento sólo legisla en la medida de lo posible, salvo honrosas excepciones que se la juegan codo a codo con la sociedad civil, dada la conciencia que tienen por lo que sucede en los territorios que representan.

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Va a comenzar un nuevo ciclo político que promete ser un gobierno ecológico, lo que me hace preguntarme, cómo podremos tener un gobierno ecológico si se defiende una carbono neutralidad al 2050 o si se tiene que ir a convencer a los ministerios productivos de que estamos en problemas, cuando esto debiera ya estar zanjado. Por otra parte, a quienes apelan por más ambición se les acusa de ser poco técnicos, ¿acaso no estamos entendiendo el dilema en el que nos encontramos? La sociedad de seguir en esta senda está encaminada a estrellarse con el cometa, solo que en nuestro caso este ya llegó y el efecto ya se está evidenciando progresiva y aceleradamente.

Lamentablemente la ciencia validada por las esferas económica y política, se encuentra atada de manos a la hora de tener injerencia en relación hacia donde se debe realmente avanzar y colocar los esfuerzos, esto porque se limita a plantear las problemáticas, pero no a incomodar al poder. En el caso de Chile el esfuerzo se ha puesto en mitigación, si bien todos los países tienen que aportar a la rebaja de emisiones, el foco en nuestro caso debiera haber sido puesto en las graves consecuencias que tendremos de no abordar en profundidad la adaptación.

En cuanto a la adaptación y por qué no se encuentra en el centro, rondan algunos argumentos de que la información está más avanzada en mitigación que en adaptación y ante eso me pregunto ¿por qué razón lo anterior es así? Y mi respuesta es simple, es en la mitigación en donde existen los grandes negocios, entre ellos el forestal, minero y de generación de energía, cuando se mira la adaptación, se mal entiende que no existen esas grandes ganancias al implementar soluciones basadas en la naturaleza, como la restauración de suelos, paisajes, reforestación con bosque nativo, la protección de ecosistemas como humedales, glaciares y bosques de algas, sumado a que se deben preservar estos últimos, para lo que tampoco hay mucho ánimo.

El escenario que viene con la evidente crisis climática y ecológica es de una gravedad colosal, la humanidad no se ha enfrentado a aquello, no es el esperado enemigo clásico que se pueda combatir, es todo lo contrario, nosotros somos el enemigo, estamos socavando la (y nuestra) vida en este planeta, si lo anterior no cambia, la situación nos afectará a todos y todas y no habrá actividad económica que salvar, exceptuando a los millonarios que siguen buscando otros planetas que colonizar.

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Y tal como sucede en la película, tristemente concluyo que tanto activistas ambientales, pueblos indígenas y científicos independientes, no serán escuchados en cuanto a la real urgencia que existe, lo anterior no es algo de la actualidad, sino que es una situación que varias generaciones a través de los años lo han vociferado y la situación solo ha empeorado. Tengo claro que las esperanzas son pocas y que la probabilidad de que se les escuche es mínima, el modelo actual está buscando como reinventarse a través de nuevos ropajes verdes, lo que solo permite avanzar en una lógica de preservación del modelo actual, en donde la abundancia y ostentación seguirán por igual, el norte global y las potencias de este, juegan a los dados, mientras los países del sur observan que les llegue una mínima ayuda y celebrando que les caiga la demanda de los bienes de la naturaleza, por lo que se conformaran con la asistencia en la medida de lo posible para enfrentar el problema.

Finalmente, existe una mínima expectativa en manos de los tomadores de decisión, según el IPCC “Si no reducimos las emisiones inmediatamente y a gran escala, el objetivo de limitar el calentamiento global en 1.5°C será inalcanzable”, lo anterior solo se logrará si se piensan sociedades en menor escala, descentralizadas, en las cuales se incorpore la lógica del buen vivir o el decrecimiento, que incorpore un consumo de bienes y servicios  que cubra lo necesario para la vida, pero no el exceso del cual somos testigos. Lo anterior es un cambio cultural al cual debe sumarse un Estado que permita generar autonomías y resiliencias para las y los ciudadanos, con el fin de que podamos como sociedad prepararnos al mejor escenario y si este no se cumple que por lo menos podamos tener herramientas para enfrentar lo peor.

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