Hace algunos años, un extraño reto se  hizo viral en internet. Se trataba de una serie de pruebas que eran ordenadas por un desconocido, las que finalmente terminaban con el suicidio. Según cifras publicadas por la BBC, en Rusia al menos 130 adolescentes murieron a causa del juego “la ballena azul” y se estima que más jóvenes pudieron haber fallecido en otras partes del mundo.

Hoy, a cinco años de ese suceso, siguen apareciendo retos virales que usualmente captan la atención de los jóvenes, quienes en su mayoría utilizan la red social TikTok.

Desde la compañía de origen chino saben de ello, por lo que han anunciado que tomarán más acciones para informar a los jóvenes acerca de las prácticas que pueden perjudicar su salud física y mental. El principal canal de ayuda será su Centro de Seguridad.

El estudio realizado por TikTok

Para reforzar su compromiso, la red social de videos realizó una investigación en la que se encuestó a más de 10.000 adolescentes de países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Brasil, Argentina, México, entre otros, preguntándoles principalmente su opinión sobre algunos retos virales.

Cerca de un 48% los calificó de divertidos y seguros, el 32% creyó que tenían algún grado de riesgo, el 14% estableció que eran arriesgados y peligrosos, mientras que un 3% los catalogó como muy peligrosos. Sin embargo, solo un 0,3% de los encuestados dijo haber participado en un reto que consideraba peligroso.

Pero, ¿qué lleva a un adolescente a realizar un reto que ponga en riesgo su integridad? Según comenta la psicóloga Alejandra Goñi Ossa, muchos ceden ante la presión social: “Cuando un niño ve que todos sus amigos están dispuestos a participar de un reto viral, aunque lo considere peligroso, probablemente lo hará para encajar en su grupo”, explica.

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A pesar de que en nuestro país no son muchos los casos de niños que resultan perjudicados por la realización de retos peligrosos, el año pasado un triste hecho se dio a conocer en los medios.

Se trata del caso del pequeño Colbert Muñoz de 12 años, quien fue hallado muerto en su habitación en noviembre del año pasado luego de haber participado en un reto viral que consistía en aguantar el mayor tiempo posible la respiración utilizando un nudo.

Según informaron los padres del niño, él nunca tuvo tendencias depresivas o suicidas, más bien, se trataba de un pequeño al que le gustaban mucho las redes sociales y subir videos a plataformas como TikTok.

Rol de los padres

Otra parte del estudio de TikTok incluyó una encuesta a los padres de los adolescentes presentes en la investigación. En aquel sondeo se demostró que la mayoría de los padres (56%) temen hablar de estos temas con sus hijos, ya que consideran que es mejor hacerlo si sus hijos se los mencionan primero.

En este sentido, Alejandra Goñi afirma que la comunicación con los hijos es sumamente relevante para prevenir desgracias: “Los padres tienen que ser capaces de entregarles las herramientas necesarias a sus hijos para que puedan distinguir entre lo que está bien y lo que puede causarles algún mal. Hay que abandonar los tabúes y atreverse a conversar de estos temas normalmente”.

Por otro lado, la psicóloga añade que es necesario que los padres tengan un control sobre lo que están viendo sus hijos. Para ello, no hay que romper con su privacidad de forma violenta, sino más bien, conversar y hacerse parte de lo que a ellos les gusta. “Hay que lograr ser sus amigos, pero sin perder el rol de padres”, agrega.