Académicos de la UCM revelan nuevas redes comunitarias tras estallido y pandemia
Los doctores Verónica Tapia Barría y Francisco Letelier Troncoso, académicos de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Católica del Maule (UCM), lideran el proyecto “Prácticas Comunitarias, Políticas Locales y Gobernanza para la Gestión de la Crisis por COVID-19”, único ganador en la Región del Maule al fondo de Investigación Científica COVID-19 del Ministerio de Ciencias y La Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
El proyecto, adjudicado el año 2020 y desarrollado entre los meses de septiembre de 2020 y octubre de 2021, tiene como objetivo general analizar el rol de las comunidades locales y territoriales en el manejo de la crisis socio sanitaria por COVID-19 y su contribución a la gobernanza de la actual y futuras crisis socio-sanitarias en Rancagua, Chillán y Talca.
En ese sentido, las y los investigadores recogieron, entre otros descubrimientos, que tanto la crisis por COVID-19, como la revuelta social y sus derivadas, no son crisis aisladas, sino que forman parte de una crisis mayor, denominada en este aspecto como crisis civilizatoria. Dicha crisis tendría su origen en dos contradicciones propias del capitalismo neoliberal: la contradicción capital-naturaleza y la contradicción capital-vida. “Dicho en otros términos: una sociedad organizada para reproducir el capital y no la propia existencia”, explican.
El equipo co-dirigido por Tapia y Letelier también es integrado por Javiera Cubillos, Alejandro Marambio Tapia y Stefano Micheletti, de la Escuela de Sociología de la Universidad Católica del Maule e investigadores CEUT. Asimismo, se sumaron María Haydée Fonseca Mairena, por parte de la Facultad de Ciencias Sociales UCM y Marlene Macaya Sazo de la Facultad de Salud.
Además, esta investigación fue en asociación con la Universidad de Las Américas y la Universidad del Bío Bío, y alianzas internacionales con la Universidad de Barcelona (España), Universidad Queen Mary (Reino Unido), la Universidad Tecnológica Nacional, la Facultad Regional Rafaela y la Universidad de Buenos Aires, ambas de Argentina.
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Según afirmó el doctor Francisco Letelier a El Desconcierto, el interés del equipo por los temas comunitarios y territoriales se inició “hace bastantes años atrás”. El año 2014 comenzaron un trabajo de investigación sobre acción participativa en Talca, vinculado con sus tesis de doctorados, y en ese trabajo intentaron, primero, “entender el rol de lo comunitario a nivel territorial -lo que nosotros llamamos comunitario a nivel vecinal-, que entendíamos que estaba atravesando algo más fuerte, un proceso de fragmentación y de despolitización, de cooptación”.
Así, buscaron comprender “si ese proceso por el cual las organizaciones vecinales clásicas que estaban cooptadas o fragmentadas podía revertirse, entonces empezamos a hacer un trabajo de investigación pero de acción también, con comunidades reales, y eso nos permitió tener una visión diferente de lo que estaba ocurriendo en el territorio. Entendimos que, si bien esta fragmentación estaba, también estaba la posibilidad de articulación, de construcción de agendas nuevas, y entendimos que se estaba renovando lo comunitario vecinal en Chile, que había una crisis, pero esa crisis estaba generando cosas nuevas”.
Dicho trabajo continuó hasta la llegada de la revuelta social, y de la pandemia del COVID-19, lo cual llevó a los académicos a cuestionarse el rol de lo comunitario en el contexto de una crisis social y sanitaria, para después presentar su proyecto ante el fondo de la ANID. Según destaca la doctora Verónica Tapia a El Desconcierto, la investigación tiene una génesis en lo colaborativo, reuniendo las interrogantes levantadas por cada una de las y los investigadores, las cuales abordan materias de feminismo, espacios vecinales, economías, el espacio territorial concreto, entre otras expertises.
Entre ellas, Tapia destaca que la teoría feminista fue un aporte al desarrollo de la investigación, en el sentido de observar cómo los entramados comunitarios han sido invisibilizados, por ejemplo, al recoger que dentro de las cifras económicas no se considera el cuidado infantil como un factor necesario para analizar el trabajo en Chile.
El capitalismo descansa sobre los entramados comunitarios
“¿Qué hace posible la vida, y al mismo tiempo qué hace posible que este capitalismo de tipo neoliberal se sostenga en el tiempo? ¿Sobre qué descansa? Sobre los entramados comunitarios”, analiza Tapia, “que de alguna manera hacen posible la vida a pesar del capitalismo neoliberal, o en función de este capitalismo neoliberal. Ahí es donde la teoría te permite mirar cosas”, añade.
Estudiar los entramados comunitarios, y lo comunitario en sí, “es mucho más amplio” que lo concebido como comunidad, explica la académica, lo cual permite “chasconear” el sentido excesivamente estricto del concepto. De esta forma, entienden lo comunitario como un proceso, relación, tejido o entramado entre personas que se reúnen para buscar la manera de satisfacer sus necesidades colectivas y multidimensionales.
Dentro de las actividades principales que analizaron para observar los entramados comunitarios, se encuentran las ollas comunes, las barras de fútbol, las “otras” economías, los procesos de manifestación y protesta, y los cabildos y asambleas, entre otras. “Lo comunitario se vive en el presente, es decir, se hace cotidianamente. Lo comunitario no es un proyecto a desarrollar, no hay un proyecto comunitario de cambio social que esté a 10 años plazo, lo comunitario es la transformación en el presente”, explica el doctor Letelier.
Sobre las actividades estudiadas, todas “compartían una orientación política, una evaluación del poder, un posicionamiento respecto al mundo, digamos, un proyecto”, complementa la doctora Tapia, quien destaca que lo interesante es cómo en estos proyectos “pueden proponerse otros modos de vida, que de alguna manera nos permitan salir de la contradicción de capital y vida. Observando los entramados comunitarios vemos que hay ensayos que nos podrían dar pistas de otros modos de vida, que superen esta contradicción”.
Lo comunitario: Construyendo alternativas en tiempos de crisis
Todo el trabajo realizado por el equipo a lo largo del proyecto se reúne en un libro que se encuentra actualmente en imprenta, próximo a publicarse dentro de las siguientes semanas. Dentro del escrito, bajo el título “Lo comunitario: Construyendo alternativas en tiempos de crisis”, se recogen los principales resultados de la investigación, y postulados que puedan surgir como una alternativa la crisis socio-sanitaria.
“Cuando hay una crisis como la que vivimos con la revuelta y la pandemia, ocurre que estos entramados van adquiriendo nuevas formas porque son estimulados por el contexto, o porque el Estado se retrotrae y no logra dar respuesta a ciertas demandas, a ciertas situaciones de conflictos”, añade Francisco Letelier, sobre cómo las experiencias analizadas les permitieron examinar las alternativas posibles.
“Observamos que cuando hacen esto, empiezan a ensayarse formas nuevas de organización, de sociabilidad, de solución de problemas”, explica. “Es como una especie de ventana al futuro, como si uno se metiera adentro y viera lo que puede pasar, o cómo la sociedad podría ser en 50 años, entonces lo interesante de mirar estas experiencias de comunidades es que son ensayos de formas de hacer, y si las miramos bien, podemos generar políticas públicas que faciliten que se desplieguen estas formas de hacer”, sintetiza el doctor.
Para los académicos, es importante construir políticas públicas en torno a lo comunitario, cuya esfera debería ser reconocida constitucionalmente como aquella que tiene que ver con las relaciones que reproduce la vida colectiva, indican. Por ejemplo, de acuerdo a la legislación actual, cualquier organización que quiera postular a concursos y fondos estatales debe tener una personalidad jurídica constituida. Para la doctora Verónica Tapia, “eso es una limitante, porque toda esta diversidad de entramados comunitarios no necesariamente opta por reconocerse como personalidad jurídica”.
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“La pregunta es, ¿las políticas públicas van a seguir con esa línea de sólo hacer como que la comunidad equivale a las organizaciones que tienen personalidad jurídica? ¿O vamos a empezar a abrir ese ámbito un poco más? Nosotros, como equipo, proponemos que hay que abrirlo, porque hay mucha potencialidad, básicamente, porque tiene que ver con una dimensión de nuestra vida que es fundamental”, afirma, explicando que, a su juicio, es una conversación que debería ser recogida por la Convención Constitucional.
Por otro lado, a partir del trabajo realizado desde el 2014 hasta ahora, el equipo de la Universidad Católica del Maule está construyendo un repositorio en el sitio web entramando.cl, donde está contenida la investigación, que recoge un trabajo de nueve años, sobre temas comunitarios, reducida en libros, artículos, capítulos de libros, videos, mapas, y más.
“Es un repositorio que puede ser interesante para quienes estén investigando temas comunitarios, para los hacedores de políticas públicas, para los convencionales, que obviamente vamos a hacerles llegar toda la información que tenemos a ellos, a las autoridades locales, a estudiantes, a dirigentes y líderes de procesos comunitarios y locales”, explica Letelier, sobre el recurso que estará disponible dentro de las próximas dos a tres semanas.