Ley REP: Piloto de reciclaje a domicilio evidencia alta participación de vecinos

Ley REP: Piloto de reciclaje a domicilio evidencia alta participación de vecinos

Por: Luciano Badal | 25.10.2021
Proyecto piloto permitió analizar costos, tipo de materiales recuperados, participación ciudadana y tecnologías que deberán enfrentar los sistemas de gestión financiados por las empresas para cumplir las metas de reciclaje de la Ley REP.

Un total de 5.557 toneladas de envases reciclables se recolectaron directamente desde los departamentos de los vecinos de Providencia en los últimos 24 meses, en el marco de un programa piloto de recilcaje a domicilio y recolección selectiva que busca poner a prueba los sistemas de gestión que deberán financiar las empresas para cumplir con las metas de reciclaje establecidas por la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP).

Este piloto se inició en septiembre de 2019 en 2.145 edificios y 63 mil viviendas de Providencia, equivalente al 90% de las viviendas de la comuna. Fue desarrollado por el único sistema de gestión colectivo (GRANSIC) actualmente en tramitación legal, creado al alero del gremio AB Chile, que reúne a las principales empresas de alimentos y bebidas analcohólicas del país. Actualmente, este GRANSIC está conformado por 25 empresas de distintos rubros, entre ellas empresas de retail, aseo del hogar, cervezas y viñas, entre otras.

Los resultados del proyecto se dieron a conocer el marco de un seminario “Resultados plan piloto de recolección domiciliaria en Providencia: la Ley REP en Marcha”, organizado por AB Chile y País Circular, y fueron presentados por el gerente del proyecto de GRANSIC en formación, Isidro Pereda.

Entre los principales objetivos de este ejercicio, señaló Isidro Pereda, estaban el posicionar a la Ley REP como impulsora de la economía circular; estudiar qué tipo de residuos se capturan desde los edificios, así como los costos de recolección, clasificación y precios de venta del material reciclado; porcentaje de participación ciudadana; prueba de antecedentes y calidad del servicio de los gestores recolectores; la inclusión de los recicladores de base; y el trabajo con el municipio en materia de educación ambiental.

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Y aunque su ejecución fue atravesada por el estallido social y luego la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19, sus resultados fueron ampliamente exitosos, no solo por el volumen de residuos recolectados. Previo a la pandemia, por ejemplo, se realizaron 1.596 charlas presenciales con vecinos para capacitar en el reciclaje, trabajo que posteriormente continuó en forma digital.

En cada edificio se instalaron dos tipos de contenedores distintos: uno exclusivo para vidrio, y otro para papeles, cartones y envases livianos (plásticos, cartón para bebidas, aluminios, etc.). Para la recolección, en tanto, se probaron camiones con distintas tecnologías. “La idea era testear y visualizar cuáles son las opciones más costo eficientes para su posterior implementación en todo el país. Todos los camiones tenían GPS y se podía visualizar la ruta minuto a minuto, y chequear que pasa por la ruta definida, para que el vecino se acostumbre al día y hora en que el camión pasa a buscar los residuos”, explicó Pereda.

Principales conclusiones

Entre los principales datos recogidos en estos 24 meses, se muestra un importante incremento en la recolección de residuos una vez que el piloto se fue desplegando en Providencia, pasando de 48,8 toneladas mensuales en septiembre de 2019, a un peak de 378,3 toneladas en julio de 2021, totalizando 5.557 toneladas para todo el período.

En cuanto a los residuos recolectados, el 57,5% corresponde a vidrio, lo que está determinado porque casi la totalidad de las botellas no son arrojadas a los shaft de los edificios, lo que permite recolectar casi el 100% de este material. Le siguen papeles y cartones (27,3%), plástico (7,1%), cartón para líquidos (1,2%) y metal (1,2%). Solo un 5,8% de lo recolectado terminó en lo que se denomina “descarte”, material que por su contaminación no puede ser reciclado, una cifra baja para los estándares normales. “Es un descarte bastante pequeño, y ello obedece a que tuvimos la valiosa ayuda de las personas que trabajan en los edificios, y que reciben los residuos de cada uno de los pisos”, explicó Pereda.

La participación de la ciudadanía, en tanto, alcanzó a un 42% durante los 24 meses, cifra que fue impactada en parte -como se ha señalado- por el estallido social y la pandemia de Covid-19. Por ejemplo, si se considera solo el año 2021, esta cifra se eleva a un 47% de los vecinos participando del programa.

En cuanto a los costos de implementación del sistema de recolección domiciliaria de reciclaje, este pasó de $412,2 en septiembre de 2019, a estabilizarse en torno a los $170 pesos al final del piloto, principalmente porque a mayor número de viviendas atendidas, y mayor volumen de residuos recuperados, los costos de la recolección disminuyen.

La implementación de todo el proyecto tuvo un costo de $1.200 millones, financiado por las 25 empresas que hoy participan del GRANSIC en formación. “La Ley REP crea un instrumento económico de gestión de residuos, obliga a los productores a organizar y financiar la gestión de los residuos de los productos que comercializan en el país. Entonces, lo que viene hacia adelante es que los municipios se sigan haciendo cargo de la basura en términos financieros y de gestión, pero la parte de gestión de residuos de envases y embalajes reciclables se va a hacer cargo el GRANSIC, y será quien financie esta gestión. Claramente esto cambia la manera en que estamos gestionando hoy los residuos, es un nuevo contexto, y lo que hicimos fue testear cómo esto se va a desarrollar en el futuro”, dijo Pereda.

Aprendizajes

Entre los aprendizajes de este proyecto piloto, está la necesidad de incrementar la participación ciudadana. Si bien la recolección selectiva desde edificios tuvo una frecuencia semanal, por lo que los vecinos no debían trasladarse desde sus domicilios para reciclar, la participación no superó el 50%.

Además, que existe una infraestructura de clasificación de residuos insuficiente, ya que la única planta existente en Chile (ubicada en Tiltil) no cuenta con la capacidad ni tecnología para los volúmenes que se requieren para el cumplimiento de las metas incluso al primer año de vigencia. A esto se suma la inexistencia de plantas de valorización local para algunos materiales, así como los altos costos de gestión de residuos reciclables.

También se detectó que la capacitación a los vecinos en reciclaje es siempre insuficiente, por lo que se requiere utilizar diversos medios para llegar a ellos, con el municipio jugando un rol clave en esta tarea.

Otro aspecto importante que se relevó en este ejercicio es la importancia del financiamiento colectivo de las empresas, ya que los altos costos de implementación de la Ley REP requieren del financiamiento de cientos de empresas colectivamente, para así bajar el financiamiento individual que cada una de ellas deberá aportar al sistema.

“Este primer GRANSIC de alcance nacional está en conformación por una iniciativa que comenzó con 10 empresas del gremio AB Chile; hoy somos un proyecto dentro de este gremio, al que fueron paulatinamente adhiriendo empresas de otros rubros y hoy tenemos empresas de cosméticos, retail, cervezas, tabaco, aseo para el hogar, etc. Son 25 empresas que están dando el puntapié inicial de este GRANSIC de manera que posteriormente ingresen muchas más empresas, y tal como hemos visto en otros países, miles de empresas de otros rubros”, agregó Pereda.

Cristian Bravo, encargado de Gestión de Residuos y Reciclaje de la Municipalidad de Providencia, destacó que el proyecto piloto entregó a la comuna un conocimiento mucho más acabado de los residuos que generan sus vecinos, lo que resulta clave de cara a la gestión futura de estos, información -dijo- que es altamente relevante para cualquier comuna del país.

“Eso va a permitir hacer una buena base de licitación, ya sea como municipio o con un sistema de gestión. Teniendo números claros, conociendo los residuos de la comuna, permite aterrizar bien las bases y disminuir la incertidumbre para las empresas que van a participar de estas licitaciones, y eso va a ayudar también a reducir sus costos. Con la información clara se podrá hacer una oferta aterrizada a la realidad, y aumenta la competencia”, indicó.

También valoró el hecho de realizar licitaciones por sectores en la comuna, otra experiencia del plan piloto, ya que “eso le da la opción también a pequeños gestores a participar de la licitación, al igual que a las empresas grandes; eso abre el paraguas y le da la opción a todos de participar y trabajar en la gestión de los residuos de la comuna. Como municipio, en tanto, nos tenemos que preocupar de informar y educar a los vecinos, para que este entregue un material de calidad al sistema de gestión y que así podamos cumplir con las metas de la ley”.

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Según la directora de la Fundación Ciudad Posible, Donatella Fuccaro, para el éxito de este sistema es importante empezar a formar esta cultura de economía circular no solo desde la Ley REP y los municipios, sino también desde el Ministerio de Educación, “de cómo instalamos estos temas desde la educación cívica, como material, cómo me hago responsable de lo que estoy generando. Sacarnos la idea de que yo saco la basura, la dejo afuera y desde ahí ya no es mi problema, porque esa basura tiene un impacto económico, social y ambiental en otra comuna, con otros ciudadanos”.

A esto se suma, agregó, que la implementación de la Ley REP requiere de incorporar a los actores que ya están gestionando el reciclaje en los distintos territorios. “En regiones hay muchísimos gestores, pymes que han trabajado en esta cadena de reciclaje por años, y hay que empezar a visibilizar, dar apoyo técnico y económico a estas iniciativas, porque una de las cosas que no puede pasar es que los dejemos fuera”.

Al respecto, Isidro Pereda señaló que el GRANSIC tiene por objeto potenciar este ecosistema que lleva varios años funcionando. “No vamos a inventar el reciclaje, aquí hay un trabajo de años de muchas personas, recicladores de base, gestores en todo Chile, que con pequeños emprendimientos han hecho posible el reciclaje. Lo que viene en la Ley REP es apoyar a que esa labor no sea financiada solamente por la venta de lo que se recoge, sino de pagos por servicios. Eso es lo distinto, por lo tanto, hay muchos emprendimientos que se ven hoy posibles de realizar y el GRANSIC viene a potenciar ese ecosistema”, afirmó.