Sernac: 70% de los adultos mayores se han sentido discriminados como consumidores
El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), hizo una radiografía de los reclamos y problemas de consumo de las personas mayores para conocer sus percepciones, experiencias y necesidades respecto al trato que reciben de las empresas.
La iniciativa es parte de la coordinación con el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), con el fin de realizar acciones conjuntas que permitan fortalecer la protección de este segmento etario.
El análisis incluyó una encuesta, focus group y la revisión de los reclamos relacionados con los adultos mayores.
Respecto del estudio, el director Nacional del Sernac, Lucas del Villar, resaltó la relevancia de conocer la realidad de consumo que viven las personas mayores en el país, lo que permite tanto a las instituciones públicas como a las propias empresas, tomar las medidas para elevar los estándares. Especialmente tomando en cuenta que se trata de un grupo etario en crecimiento, que tiene determinadas necesidades y muchos de ellos brechas digitales. No obstante, son personas activas que participan del mercado.
De acuerdo a las palabras de Del Villar, el trabajo apunta a los problemas que viven las personas mayores con las empresas, que si bien son transversales, “para ellos, un servicio de telecomunicaciones que no funciona y en el contexto de pandemia, les significa estar incomunicados de sus familias y les causa un perjuicio mayor. Un cobro indebido, un seguro que no contrataron o una cobranza abusiva les afecta más”.
"En muchos de los casos el reclamo lo ingresan los hijos o los nietos por la falta de manejo de internet, por lo que puede haber muchas personas mayores que ni siquiera reclaman”, agregó.
"Todos tienen derecho a no ser discriminados"
Para el responsable del Sernac, la Ley del Consumidor establece que todos tienen derecho a no ser discriminados arbitrariamente por las empresas, ya sea por sexo, raza, condición social, orientación sexual, edad o, bien, por poseer alguna discapacidad o por su apariencia física.
Por otra parte, las empresas asumen la responsabilidad por sus dependientes, de manera que, si un funcionario le falta el respeto o discrimina a un consumidor, es la empresa debe responder, pues es su obligación entregar un servicio de calidad que incluye un trato digno, muy especialmente a las personas mayores.
En ese sentido, la ministra de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar, señaló que “para nosotros es muy importante que las personas mayores cuenten con las herramientas para poder ejercer sus derechos. Hemos visto, por ejemplo, que en tiempos de pandemia la brecha digital de las personas mayores ha sido un obstáculo para hacer sus trámites y también para poder ejercer sus derechos. Sin embargo, también hemos visto cómo las personas mayores están con convicción y compromiso, avanzando en el conocimiento y en ir disminuyendo esas brechas”.
Asimismo, la ministra recalcó la importancia de que “las empresas deben realizar más y mejores esfuerzos con los adultos mayores, así como entregar una atención preferencial, hecho que queda demostrado en esta encuesta, donde se confirma que deben redoblar sus esfuerzos”.
90% considera que las empresas no atienden sus necesidades
Paralelamente, el director Nacional de Senama, Octavio Vergara, resaltó que “de acuerdo a los datos de Sernac, el 90% de las personas mayores encuestadas (siente) que las empresas no consideran las necesidades que tiene este segmento de la población. Por lo mismo, es fundamental generar protocolos que permitan entregar información clara y oportuna para los mayores de 60 años, con un lenguaje claro, que les permita comprender lo que contratan o compran”.
Y agregó que “actualmente las personas mayores también demandan servicios inclusivos, ya sea digitales o presenciales, donde se otorgue un buen trato y una buena atención por parte de las empresas”.
Durante el año 2020, los reclamos interpuestos por las personas mayores ante el Sernac sumaron 60.365 casos. Esto es, un incremento de 59,1% respecto del período anterior, donde se registraron 37.933.
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En tanto, durante el primer semestre de este 2021, el Servicio recepcionó 22.371 reclamaciones de personas mayores (6% del total de reclamos durante ese período).
Durante el año pasado, el mercado más cuestionado por adultos mayores fue el de las telecomunicaciones, con 13.996 reclamos, lo que equivale a un 23% del total.
Los principales motivos de los reclamos en este mercado aluden a problemas de calidad del servicio, esto es, problemas de señal, lentitud o cortes injustificados. En el caso de las personas mayores, señalan en sus cuestionamientos que estos problemas les han generado mayor perjuicio al estar desconectados de sus familias en tiempos de confinamiento o les impide realizar trámites a distancia.
Telecomunicaciones y servicios básicos acumulan reclamos
Al comparar los reclamos de adultos mayores en relación a las personas menores de 60 años, se puede apreciar que el mercado financiero, las telecomunicaciones y los servicios básicos son más reclamados por adultos mayores que por personas menores de 60 años, con un porcentaje adicional de 10,7%, 9,6% y 4,7% respectivamente. Mientras que, por el contrario, los adultos mayores presentan un 16,4% menos de reclamos respecto del comercio electrónico.
En el mercado financiero se repiten los reclamos relacionados por cobros por seguros no contratados, cobranzas agresivas por deudas que no reconocen o bien en algunos casos señalan que dejaron de pagar por no poder ir a realizar trámites presenciales y no manejar lo digital; repactaciones que consideran excesivas. En algunos casos, señalan sentirse discriminados porque les cierran las tarjetas después de pasar determinada edad.
¿Qué perciben las personas mayores respecto al trato que reciben de las empresas? De las casi 200 personas que respondieron la encuesta, 88% reconoce haber tenido algún problema con las empresas.
Respecto del mercado donde tuvieron dificultades, en primer lugar, 22% señala a las telecomunicaciones y las grandes tiendas; seguido de los supermercados (19%).
Al consultar por el tipo de problema sufrido, el principal apunta a la mala calidad de los productos y/o servicios adquiridos; seguido del alza de precios, ambas alternativas con la misma cantidad de menciones (49 preferencias). Y a continuación, siguen las cobranzas abusivas (42 menciones).
Discriminación
Consultados si se han sentido discriminados como consumidores por ser personas mayores, 68% de las personas que respondieron que sí. O se inclinaron por la opción "a veces".
La mayoría (84 menciones) de quienes admitieron discriminación, aseguran que la experimentaron en el trato recibido de parte de las/los vendedores/as y/o ejecutivos/as de atención de público.
En segundo lugar (71 menciones), las personas mayores señalan sentirse discriminadas debido a la inexistencia de protocolos de trato hacia personas mayores; en tercer lugar (69 menciones) debido a la falta de filas de atención preferencial; y cuarto (63 menciones) debido a que las plataformas digitales no son amigables para la tercera edad.
Empresas no toman en cuenta las necesidades de las personas mayores
Las empresas en nuestro país, ¿consideran las necesidades de las personas mayores?, es otra de las interrogantes del estudio que 90% respondió de manera principalmente negativa, con un desglose de 59% que dice que no y 31% que sólo a veces. Sólo 10% de los encuestados declara que las empresas consideran sus inquietudes.
Respecto de la pregunta alusiva a si se sienten representados como personas en la publicidad en nuestro país, 65% dice que no y 26% sólo en algunas ocasiones). Sólo un 9% opina que sí.
El tema del trato es relevante para este segmento etario. En este sentido, demandan que los dependientes que los atienden en las empresas tengan capacitación en las necesidades de las personas mayores en relación justamente al trato y a la forma de entregar la información.
Demandan inversión en levantamiento de información de este segmento
Los participantes también recomiendan que las empresas inviertan en investigar las necesidades particulares de las personas mayores, para desarrollar productos y servicios que las cubran.
Otra de las recomendaciones tiene que ver con los canales de atención de las empresas. La digitalización ha llevado a que gran parte de los servicios se realicen por plataformas o de manera robotizada, lo que no es amigable para todas las personas mayores, sumado a que, cuando estos servicios presentan fallas, es muy complejo comunicarse con las empresas.
Ante esto, proponen disponer de los otros canales de atención (presencial y telefónico); no eliminar esas opciones de atención a los clientes.
En temas publicitarios, la recomendación para sentirse representados es que ofrezcan productos que sean prácticos para ellas y ellos, pero especialmente que no refuercen estereotipos que los muestren como personas no valentes, o desde una mirada paternalista. También que les represente en sus distintas dimensiones, ya sea sociales, físicas y ocupacionales, porque no todos son iguales.
Asimismo, el estudio evidencia la necesidad de una fila preferencial, especialmente en entidades bancarias o supermercados, pues especialmente en tiempos de pandemia, tienen que hacer largas filas, teniendo que esperar junto al resto de las personas e incluso frente al uso de muletas o presencia de otros problemas físicos o de salud.
Carencia de plataformas digitales para adultos mayores
De la misma manera, las personas mayores señalan que en algunas compañías de retail se sienten discriminados por edad, ya que no les permiten sacar tarjetas de crédito por superar los 75 años.
Por último, plantean que las plataformas digitales de las entidades comerciales no son amigables para las personas de la tercera edad. El servicio al cliente no les entrega soluciones y los mantiene esperando horas al teléfono, además de que les cuesta mucho realizar compras por internet. Asimismo, alegan llamadas de forma reiterada, cuestionando que su derecho a la privacidad se ha visto vulnerado por este tipo de empresas, que hacen mal uso de sus datos personales.
Otro servicio es el rubro inmobiliario, donde señalan que no existen consideraciones de las necesidades de las personas mayores en la construcción de viviendas (como baños más amplios, o habitaciones con infraestructura pensada para el eventual surgimiento de complicaciones de movilidad).
Las personas mayores hacen una diferencia de trato en los emprendimientos más pequeños, donde hay una relación mucho más cercana y respetuosa con las personas, además de una mejor disposición, incluso no cobrando el envío de los productos.
Por último, agradecen los almacenes de barrio, sobre todo en este contexto de pandemia, donde han podido conseguir los bienes de primera necesidad, sin experiencias negativas.