Sara Larraín: “Ley de Protección de Glaciares debe prohibir intervención de glaciares de roca y ambiente periglaciar”
Una serie de propuestas al proyecto de ley de Protección de Glaciares hizo la directora del Programa Chile Sustentable, Sara Larraín Ruiz-Tagle, ante la Comisión de Medio Ambiente del Senado. La dirigenta fue invitada a exponer la visión de la organización sobre la materia, donde detalló los impactos de la minería en las altas montañas del norte y sur del país, afectando críticamente la seguridad hídrica de millones de chilenos y chilenas.
En este sentido informó que las exploraciones de Pascua Lama (Barrick Gold) en la cuenca alta del Río Huasco (región de Atacama), destruyeron irreversiblemente entre 1981 y 2000 un 62 % del Glaciar Toro 1 y un 71 % del Glaciar Toro 2. En tanto, Los Pelambres (Antofagasta Minerals) ha impactado la cuenca superior del río Choapa (región de Coquimbo). De 15 glaciares rocosos en el área, 4 desaparecieron casi completamente por el lastre y otros 2 fueron intervenidos por caminos.
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La estatal Codelco es la minera que ha causado la mayor intervención en glaciares rocosos a nivel mundial. Entre 1990 y 2008 destruyó 2,1 km2 de glaciares en la cuenca alta del Aconcagua (región de Valparaíso), perdiendo entre 15 y 25 millones de metros cúbicos de agua por los depósitos de lastre e infraestructura minera. Y entre 1991 y 2000 removió entre 1 y 8 millones de toneladas de hielo al año. Y lo sigue haciendo con la continuidad de Andina.
En la región Metropolitana está Los Bronces, de la británica Anglo American. En la naciente de ríos que alimentan la cuenca Maipo, incluido el Mapocho, que abastece de agua a Santiago. Entre 1988 y 2005 destruyó casi un 1 kilómetro cuadrado de glaciares en la cuenca alta del río San Francisco, que también desemboca en el Mapocho, provocando una pérdida de entre 6 y 9 millones de metros cúbicos de reservas de agua. Hoy quiere seguir destruyendo glaciares con el proyecto de ampliación de Los Bronces.
Este dramático historial obliga a que se tomen medidas para proteger los glaciares como bienes públicos esenciales y estratégicos en contexto del calentamiento global.
Las propuestas
Tras este cuadro, Sara Larraín planteó la necesidad de incluir la descripción de glaciar de roca, dado que “en el texto aprobado en Comisión de Minería éstos no quedan claramente incluidos en la definición de glaciar” y “tampoco están claramente incluidos en la definición de ambiente periglaciar”. Ante esto, propuso que se reconozca a los glaciares rocosos como “aquéllos compuestos predominantemente por fragmentos de roca, sedimentos o materiales finos e intersticialmente por hielo, mostrando evidencias de flujo presente o pasado”.
“Particularmente porque hoy día la minería no está interviniendo glaciares blancos, como sí está interviniendo en forma masiva glaciares de roca. Creemos que tal como han señalado los glaciólogos deberíamos incluir la definición de los glaciares de roca y no dejarlos subsumidos en la palabra general de glaciar. O pasados por el lado, dentro de uno de los incisos del ambiente periglaciar” indicó.
Asimismo solicitó mejorar la definición del ambiente periglaciar e “incluir el mismo nivel de protección para glaciares de roca y ambiente periglaciar, agregando estos términos al inciso primero del texto aprobado por la Comisión de Minería”.
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Es así que propuso que el artículo 5o señale expresamente que “se prohíbe desarrollar todo tipo de actividades en glaciares, glaciares de roca y ambiente periglaciar, salvo aquéllas destinadas a la investigación científica, turismo o actividades deportivas sustentables, prevención de riesgos a la población, en la medida que ello sea estrictamente necesario de conformidad a antecedentes científicos, las propias de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública, y las necesarias para la protección de su condición natural, balance de masa y funciones ecosistémicas, que se ejecuten en el ejercicio de funciones públicas”.
Con esta mirada, desestima lo aprobado por la Comisión de Minería, que ha propuesto que el ambiente periglaciar pueda ser intervenido previo tramitación en un Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) “reforzado”.
En el caso del permafrost sí planteó la posibilidad de que los proyectos que en éstos ecosistemas se quieran desarrollar se sometan a un SEIA de mayor estándar que el vigente, es decir, aplicarles la figura que hoy la Comisión de Minería propone para el ambiente periglaciar, pero sólo mediante estudio de impacto ambiental.
Sara Larraín ahondó en la discusión sobre la posibilidad de someter o no el ambiente periglaciar al SEIA. “Hoy día vemos que la autoridad ambiental, en las resoluciones de calificación ambiental, ha permitido que los glaciares sean destruidos o sepultados por la actividad minera” indicó. Por ello, dada “la inseguridad hídrica de la sociedad chilena -y el cambio climático que no va a hacer más que agravarla- hoy claramente es momento de excluir los glaciares y el ambiente periglaciar de las actividades extractivas y contaminantes” puntualizó la dirigenta.
En su visión, “éste es un imperativo ético, político, de sobrevivencia, es decir, no hay ninguna posibilidad de continuar con el régimen pasado”.
La Comisión de Medio Ambiente del Senado está integrada por las y los senadores (PPD) Ximena Órdenes (quien la preside), Alfonso de Urresti (PD), José Miguel Durana (UDI), Rafael Prohens (RN) e Isabel Allende (PS).