Este miércoles, representantes de asociaciones de investigadores de diferentes ramas y algunas de sus bases se reunieron frente al edificio de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), para manifestarse en contra del gobierno y el ministro Andrés Couve por el abandono de becarios actuales en el extranjero, la suspensión del programa BecasChile, el recorte general en el presupuesto para la investigación en el país, y otras negligencias por parte de la autoridad.

De esta manera, quienes se dedican a la academia científica y humanista, denuncian la falta de compromiso con la investigación, además de apelar al Ministerio de Ciencia por la falta de transparencia en la entrega de datos durante la pandemia y por la postura del organismo respecto a las violaciones de Derechos Humanos.

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Así lo cuenta a El Desconcierto Felipe Villanelo, investigador y miembro de la Asamblea por el Conocimiento y la Investigación (ACIC), que nació a raíz del estallido social. "No se trata solo de una política de austeridad por la pandemia, sino un alineamiento con la ideología de las élites, a las que nunca les ha interesado poner el conocimiento al servicio de las personas, sino que lo ven útil solo cuando les puede servir a ellos, ya sea como negocios o indicadores que les permiten presumir frente a las élites de otros países", acusa el académico.

"Para nosotres en ACIC, que Couve justifique estos recortes, que impactan en personas con nombre y apellido, están en la misma línea de su silencio frente a las violaciones a los DD.HH.: no le importan las personas. Esto a su vez, entra en choque directo con las cosas que se exigen desde el estallido: cambiar la forma en que se hace la investigación, para que el conocimiento esté al servicio de las personas, de la sociedad y no de indicadores o del mercado", sostiene Villanelo.

"Couve representa una continuidad en la mirada elitista de la ciencia y la investigación, como si no hubiese habido estallido, como si todo funcionara perfecto, como si no hubiesen miles de investigadores e investigadoras explotadas y precarizadas para que ellos se ufanen con los indicadores. Por eso lo llamamos cómplice, de los recortes, del abandono de los becarios, de las violaciones a los Derechos Humanos. Cómplice de un Chile sin futuro", sentencia.

Por su parte, Camilo Godoy, sociólogo y vocero de la campaña "Ciencia Contra el Recorte", de la organización Investigación por la Democratización en el Acceso a la Especialización (IDEA), asegura que se han movilizado desde el día 27 de abril, cuando se produce un recorte presupuestario en una diversidad de programas de especialización para estudiar en el extranjero. "Durante todo este tiempo no hubo ninguna respuesta clara por parte de la autoridad, y más encima nos enteramos la primera semana de octubre que el próximo año no van a haber BecasChile, en una decisión unilateral y arbitraria", explica.

"Los becados del extranjero pueden quedar en situación de irregularidad migratoria, a los magíster nacionales les quitaron beneficios complementarios... entonces aquí, más allá de los problemas específicos - entendiendo la gravedad de estos - hay una política sistemática de generar una precarización del área científica, y de promover una agenda de desigualdad al interior de esta, que beneficia a los investigadores consolidados en desmedro de quienes recién comienzan", denuncia Godoy.

"Exigimos la reapertura de BecasChile y la reformulación de programas recortados, participando de esto para asegurarnos de que sean más democráticos, y que no solo representen a una élite que puedan acceder a ellos (...) aquí hay una imposición de una agenda neoliberal que, como dice Naomi Klein, se está aprovechando la crisis sanitaria como una oportunidad para generar un desmedro en la investigación. En 2010 ya el gobierno de Piñera ya había esbozado la posibilidad de convertir BecasChile en un programa de créditos, entonces para nosotros esto es una instrumentalización de la pandemia", concluye tajante el vocero.

Por último, Francisca Marchant, estudiante de posgrado de la Universidad de Chile, vocera del grupo de Becarios Nacionales y participante de Redes Chilenas de Investigación, cuenta cómo las y los becarios han sido fundamentales durante la pandemia, tanto para investigaciones científicas como en el apoyo comunitario de iniciativas sociales. Y, sin embargo, su trabajo no es considerado como una labor formal, por lo que no pueden acceder a una vivienda, créditos bancarios o beneficios estatales. "Ni siquiera tenemos cotizaciones de AFP ni un plan de salud", acota la representante.

Además, cuenta que con la crisis no han podido realizar trabajos de campo o acceder a los laboratorios para continuar con sus tesis. "Esta situación contribuye a aumentar la brecha de género en las ciencias, ya que los problemas de salud mental y cuidado de personas dependientes suelen recaer mayormente sobre las mujeres, esto teniendo en cuenta que el último año se les acabará la beca", sostiene.

Por esto piden la extensión por un mínimo de seis meses de la beca y la flexibilización de los beneficios complementarios, pero ANID les responde que las bases no se pueden modificar. "Falta voluntad política", señala Marchant.

"Si hay dinero para financiar carros lanza agua, ¿por qué no hay para las ciencias? O también con la plata de los famosos fraudes al fisco. Con eso alcanza perfectamente para financiar a los becarios", concluye la vocera.