Ya han pasado tres meses desde que el lanzamiento de 'Raíz del canto', el primer corte promocional del primer disco del cantautor rancagüino Nico Carreño (24). A pesar de que su música ya sonaba hace varios años en las redes sociales, el músico decidió lanzar de manera oficial su primera producción para consolidar su sonido que está compuesto de diferentes universos sonoros que lo han influenciado en los últimos años.

Según cuenta, este larga duración que será lanzado en mayo, es una mezcla de pop-folk con influencias de otros registros, que van desde Radiohead hasta la poesía de Óscar Castro (1910 -1947). "Me gustan mucho las películas y los libros, de ahí supongo que saco hartas cosas, o se me van quedando guardadas. Y bueno soy de la idea de que la música es siempre un constante remix de otras músicas pasadas. Así que soy un devoto de las influencias, referencias y todo eso", nos cuenta, y agrega: "generalmente, el motor creativo en mi música es el ejercicio creativo de plasmar mis inquietudes filosóficas, vivencias, experiencias, visiones de mundo en forma de canción u obra musical en general. Así que también me nutro un montón de mi biografía personal o cómo percibo lo que está pasando también en mi entorno".

-¿Cómo ha sido tu participación en actividades culturales post estallido social?

-Hay una entrevista que le hicieron a Jorge Gonzalez hace unas semanas en la que dice algo así como que el estallido social le devolvió la esperanza en torno a la actitud de los chilenos en cuanto a la situación de desigualdad y precariedad que vivimos en nuestro país. Yo siento algo muy parecido en verdad, siempre sentí que vivíamos en un estado abúlico súper tóxico, y al final todos esos años fueron una bomba de tiempo que en octubre detonó.

Yo he vivido este proceso en un estado muy instrospectivo, no he participado de muchas cosas. He colaborado en algunos proyectos con amigos para sacar algunas obras musicales atingentes al contexto pero, más allá de eso, siento que el estallido lo que más nos pide es estar en las calles demandando los cambios necesarios, denunciando las violaciones a los DDHH que han realizado los pacos, los milicos y el gobierno. Volver a reunirnos por otro lado lo encuentro re importante, ha sido re bacán el rollo de los cabildos y asambleas que se han ido desarrollando de manera espontánea lo largo de las poblaciones y barrios.

-¿Cómo es ser un trovador en un país donde la música más escuchada es el reggaetón?

-Tengo opiniones encontradas con el concepto de trovador, siento que igual me queda un poco grande ese término, creo que va más para otra época, no sé -aunque es un poco lo mismo en verdad- creo que "cantautor" te da más libertades de salirte un poco de la casilla silviorodriguezca de las cosas. Pasa que disfruto mucho igual varias músicas, a Silvio lo encuentro un genio pero también a Joy Division y a Ravel, entonces al menos como cantautor de repente puedo meter más esas cositas en ese mismo saco.

Respecto al reggaetón, mi único rollo es quizás la legitimación de ciertas prácticas machistas a través de las letras o los videos que puedan tener algunos exponentes del género, eso me hace harto ruido. Pero en todo caso hay un sin fin de exponentes que tienen propuestas super bacanes en torno al reggaetón y el trap, sobre todo mujeres y personas del espectro LGBTI+ que toman el reggaetón, el trap y la música urbana como estilos de liberación a través del vacile, la expresión libre de nuestra sexualidad, o que tratan temas como críticas al modelo heteropatriarcal que prima en nuestra sociedad. Hay caleta de referentes re bacanes así que, como te digo, tengo un mix de emociones en torno a la música urbana, por un lado esa clase de exponentes los encuentro bacanes, pero hay otros que me hacen ruido por el machismo que quizá se puede permear a través de sus letras y videos.

-¿Cómo entiendes la relación entre poesía y música?

-Encuentro súper interesante ese tema porque, siento que la poesía es en sí un mundo muy autónomo, se sostiene por sí misma, aunque históricamente siempre ha estado muy emparentada con la música. Le tengo mucho respeto a ambos mundos por sí mismos, la música instrumental es el manso rollo y la poesía per se también.

Yo crecí en un entorno musical muy ligado con la tradición de la trova y la canción de autor de los 60's, entonces estaba súper fuerte esa relación música-poesia, Silvio, Bob Dylan, Víctor Jara, Violeta Parra, Serrat, Sabina y todos ellos. Creo que para mi proyecto trato de seguir un poco esa tradición pero con influencias musicales de mis contemporáneos, de la música indie-alternativa y cosas así. De todos modos, también me llama mucha la atención el desprenderme de la letra, siento también que la música en sí misma tiene un contenido semántico súper poético, yo creo que es actualmente una de mis grandes inquietudes creativas, el cómo ir equilibrando o autonomizando ambos mundos.

-¿A qué músicos de Rancagua o de regiones recomiendas?

-A muchos! hay demasiados cabros bacanes acá en Rancagua. Hace un tiempo empecé a producir algunas bandas y cantautores de la ciudad y que además recomiendo mucho, como Max Valdés, Melancorazona, Nico Contreras o Diego Saavedra, quienes están en proceso de difusión de sus primeros singles, además he compartido escenario con otros cantautores como Vale Zap, Paulo Gallardo, Nano González, Cachuca, Felipe Espinoza o Tania Marina (en la cual soy parte de su banda como guitarrista). Hay un montón que se me escapan también, hay caleta de proyectos hoy en día en la ciudad y sus alrededores. Se está gestando a través de la autogestión una escena independiente súper fuerte.