Un tweet de la periodista brasileña Thais Bilenky, del diario Folha de São Paulo, en la mañana del día 4 de marzo de 2018 (fecha en que se produjo el asesinato de la concejala feminista Marielle Franco), indica que el entonces diputado y hoy presidente Jair Bolsonaro sí estaba en la ciudad de Río de Janeiro cuando se produjo el crimen.

Según el mensaje de Bilenky, Bolsonaro habría sufrido una intoxicación estomacal en los días anteriores, y por lo mismo habría abandonado la capital brasileña por la mañana, rumbo a su residencia en el Río de Janeiro. El asesinato de Marielle sucedió por la noche, cuando Jair Bolsonaro ya estaría en la ciudad, según ese dato.

El mensaje perdido de la periodista fue revelado por el medio brasileño Revista Fórum, quien también publicó, horas después, que el sitio de Transparencia Brasil (donde los parlamentarios tienen que registrar oficialmente sus gastos), que Bolsonaro efectivamente compró un pasaje para viajar hacia Río aquel día.

La información es muy importante, porque una investigación de Globo de semanas atrás comprobó que los dos acusados por el asesinato, los expolicías Ronnie Lessa (el que disparó a Marielle y su chofer, y que es vecino de los Bolsonaro) y Élcio de Queiróz (que manejaba el auto que los persiguió), se reunieron en una casa en el condominio de Bolsonaro en el día del asesinato, y que al llegar, Élcio había llamado a la casa del entonces diputado.

Cuando esa revelación salió a la luz, el presidente grabó un video para sus redes sociales, acusando a Globo de querer incriminarlo, y asegurando que estaba en Brasilia ese día, información que se mostró ahora parcialmente verdadera – él estuvo en la capital durante la mañana, pero regreso el mismo día a su ciudad de residencia.

Cada una de esas nuevas revelaciones, que además dejan en evidencia las contradicciones y falsedades del relato de Bolsonaro, acercan cada vez más a la teoría de que el mandatario tuvo alguna relación con el caso, o al menos estaba muy ligado a sus autores.