El mítico estadio del Maracanã ya fue escenario de diversos partidos históricos del fútbol, como las finales de los mundiales de 1950 y 2014, y el que le permitió a Pelé marcar el milésimo gol de su carrera, entre otros. El de este sábado (12/10) entre los equipos de Fluminense y Bahia fue uno más de esos eventos, aunque lo que le hacía especial estaba afuera de las cuatro líneas.

El partido válido por la 25ª fecha del Brasileirão fue el primero en la historia de la máxima categoría del fútbol brasileño que confrontó a dos equipos comandados por entrenadores negros: el Fluminense de Marcão Oliveira y el Bahia de Roger Machado.

El racismo en Brasil es un tema que sorprende a muchas personas que suponen que el país que fue el último de la región en terminar con el comercio de esclavos africanos vive una especie de democracia racial, idea a la cual el fútbol colabora mucho, debido a la cantidad de ídolos negros de ese deporte producidos por el país, como el ya mencionado Rey Pelé, Romario, Ronaldinho y tantos otros.

Sin embargo, es muy poco común ver a esos cracks negros llegar a puestos de comando en los clubes y selecciones del país. No solo el Scratch jamás ha tenido un negro en frente de su equipo adulto masculino como también es muy rara la presencia de entrenadores negros en los clubes más importantes del país. Tanto es así que ese duelo entre dos entrenadores negros fue el primero de la historia de la máxima categoría del fútbol pentacampeón mundial.

Ante tal situación inédita, los dos estrategas acordaron usar camisetas idénticas en el encuentro, para promover una organización de la que ambos son participantes: el Observatorio de la Discriminación Racial en el Fútbol. Además, tras el partido, Roger Machado dio un discurso que repercutió en todo el país, sobre todo en las redes sociales, en el que dijo que “negar el racismo en Brasil y mantenerlo silenciado es una forma de confirmarlo. Mi posición como negro en la élite del fútbol también lo hace. Las discriminaciones más grandes que ya he sentido no son las ofensas y los chistes mala leche, sino que el racismo estructural. Cuando pasé por la universidad yo era el único alumno negro de la sala, y con la plata que ganó en el fútbol puedo ir a restaurantes donde raramente hay otras personas negras, y me suelen decir que mi presencia en esos lugares comprueba que los negros sí tienen acceso a ellos, pero la verdad es que el hecho de siempre ser el único en esos lugares comprueba el racismo”.

Por su parte, Marcão Oliveira completó diciendo que es falsa la idea de que no hay muchos negros entrenadores porque ellos supuestamente no se interesan en el cargo: “tenemos muchos otros negros con capacidad para trabajar y que están intentando encontrar su lugar, pero muchas veces les faltan oportunidades.

Dentro de campo, el resultado del partido fue una victoria del local Fluminense por 2-0, la segunda seguida del recién contratado Oliveira, que asumió el equipo en la penúltima posición ya logró sacarlo de la zona de descenso – aunque todavía tiene que confirmar la salvación en las próximas 13 fechas. En el caso de Machado, que comanda a Bahia desde el inicio del campeonato, logró mantener a su equipo en el octavo lugar, pese a la derrota, y está 3 puntos detrás de la zona de clasificación a la Copa Libertadores (que el club no disputa hace 30 años, desde 1989), pero dentro de la que lleva a la Copa Sudamericana del próximo año.