Durante el pasado jueves se hicieron públicas las denuncias por acoso laboral y sexual en contra del cuerpo técnico de la selección femenina Sub 17. Las jugadoras apuntan al entrenador Didier Luna y a su preparador físico, Sigifredo Alonso, quienes fueron acusados ante la Fiscalía General de la Nación.

Los hechos ocurrieron en la concentración de la selección cafetera, durante el Mundial Femenino Sub 17 de Uruguay, que se disputó el año pasado. Una de las futbolistas, quien pidió reserva de su identidad, contó que Luna "me dijo que quería tener algo conmigo y que podía llevarme a cosas muy grandes en el fútbol”. Además, constantemente el adiestrados les hacía comentarios como "estás muy linda, eres hermosa" y las sobrecargaba de trabajo al no acceder a sus peticiones.

La denunciante detalló que "(Luna) tenía ciertas actitudes con las niñas, como golpearles las nalgas, intentar besarlas, escudándose debajo de una figura paternal. Un chantaje psicológico por el cual muchas de ellas no han hablado todavía”. Tras su acusación, ha recibido amenazas telefónicas de desconocidos que le advirtieron que "tuviera cuidado" porque enviarían a "la gente más duran de la Federación Colombiana de Fútbol a investigar".

El padre de otra jugadora menor de edad también presentó una acusación, algo que motivó la salida del preparador físico Sigifredo Alonso, aunque el director técnico se quedó de todas formas. 

En este escenario, otras dos jugadoras sumaron acusaciones sobre diversas irregularidades de las que han sido víctimas las selecciones femeninas de Colombia. Se trata de Isabella Echeverri y Melissa Ortiz, ambas radicadas en Estados Unidos, quienes aseguran que desde la Federación intentaron venderles sus propias camisetas, no les pagan los vuelos internacionales y los uniformes que utilizan son viejos.

En un video publicado en redes sociales, aseguran que “decidimos ser honestas con la realidad del fútbol en nuestro país. Queremos crear conciencia y conocimiento. Amamos a nuestro país y queremos que las cosas cambien para el bien de las mujeres futbolistas. Menos miedo, más fútbol”.

Hasta el momento, la Federación Colombiana de Fútbol no se pronunciado sobre ninguna de las acusaciones.

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