Las pericias realizadas por la fiscalía confirmaron que el joven Sergio Landskron, quien falleció el pasado 25 de septiembre luego de que un artefacto explosivo detonara en el barrio Yungay, no fue el autor del atentado.

De esta manera, Landrskron se transformó en la primera víctima fatal de los ataques explosivos ocurridos en el país desde hace un tiempo. El fiscal Raúl Guzmán señaló que “la persona que falleció no tuvo participación en la colocación del artefacto explosivo que le quitó la vida. Lamentablemente él recoge este artefacto, lo manipula causando la explosión”, explicó Guzmán.

Según lo señalado por las autoridades policiales, fueron las cámaras de seguridad las que permitieron llegar a la conclusión de que el joven no participó activamente en el atentado y sólo tomó la mochila que portaba el artefacto para saber qué había adentro.

Las investigaciones confirman la teoría de la familia de la víctima, quienes siempre aseguraron que su hijo no tenía vínculos con grupos que realizaran ese tipo de atentados. Por ello, presentarán una querella en contra de quienes resulten responsables. “Con esto se limpia el nombre de mi hijo”, señaló el padre de Landskron.

Lo anterior pone en duda las versiones de Carabineros, que tras ser acusados de demora en el procedimiento que pudo haberle salvado la vida a la víctima, aseguraron que el joven portaba otra bomba en la mano.