Ana María Gazmuri, de la Fundación Daya: “En la nueva Constitución no van a aparecer las palabras cannabis ni marihuana, pero va a darles un marco”
En Chile la situación actual sobre despenalización del cultivo de cannabis es confusa. Ana María Gazmuri sin duda ha sido un personaje que ha visibilizado el tema gracias a su cercanía con la gente, por su carrera de actriz y, por supuesto, por su trabajo de más de 8 años en la Fundación Daya.
Según su directora, en Chile están despenalizados todos los usos personales de sustancias y en el caso particular del cannabis, también está despenalizado su porte, tenencia, transporte o cultivo cuando es para uso personal exclusivo y próximo en el tiempo o para un tratamiento médico. Pero, dice, la ley se ha aplicado erróneamente y con sesgo frente a los usuarios personales, acusándolos de tráfico o microtráfico.
Precisamente, la ley 20.000 (ley de drogas) sanciona y controla el tráfico de sustancias ilícitas, pero Ana María cuenta que la confusión está en que lo que busca la ley es perseguir el tráfico y no los usos personales. En base a esta aclaración, su lucha se ha enfocado en realizar proyectos de ley que puedan dar claridad al autocultivo para todos sus usos, los que han quedado en la Cámara de Diputadas y Diputados ignorados durante años.
La lucha de Gazmuri parte por fijar parámetros para detener la persecución en el uso medicinal y en todo uso adulto, pero también poder levantar una ley de reparación a las víctimas de la Ley 20.000.
-¿Cuál es tu opinión sobre las políticas de drogas del SENDA? ¿Han sido efectivas?
-Bien lamentable, no es ningún secreto mi opinión del actual director del SENDA, su desempeño y cómo está llevando un servicio. Hoy está constituido en un ente político más que en uno que cumpla con las funciones que le corresponden. Tenemos un director que realmente nos ofende con sus dichos y declaraciones, nos ofende cuando dice que no existe "tal cosa", como es el uso medicinal de cannabis o cuando pretende confundir la discusión y mezclar los conceptos. Pensamos que, en el ámbito de la prevención y rehabilitación, que es en lo que realmente debería enfocarse, se gastan muchos recursos y no son muchos los buenos resultados. Y eso pasa porque es desde una mirada prohibicionista y punitiva, por mucho que hayan ido a buscar el programa de drogas a Islandia y que lo hayan traído para acá.
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El programa de prevención de Islandia es muy bueno, nosotros lo estudiamos en profundidad porque es un ámbito que nos interesa muchísimo y la clave de este programa era dejar de hablar de drogas, fomentar otro tipo de estímulos para los jóvenes buscando este "natural high", un "elevarse naturalmente" con otras actividades y sacar el foco de la droga. Pero ¿Qué hacen?, van allá, estudian el modelo, lo traen para acá y ¿Cómo lo ponen? Elige vivir sin drogas. Cuando el requisito uno era no usar la palabra droga, entonces no se entiende el fondo de los conceptos y del trabajo.
-Es conocido tu trabajo en la Fundación Daya frente al cultivo de cannabis. ¿Cuánto llevas en este camino?
-Como fundación empezamos en 2012. Ya van a ser 8 años. Siempre digo un poco en broma: "Quizás si me hubieran dicho todo lo que tenía que enfrentar, no sé si hubiera empezado" (ríe). Pero de verdad no me arrepiento de nada, estoy súper feliz del camino recorrido. De que ha sido duro, ha sido.
Las dificultades han venido de los sesgos, la incomprensión, la persecución. Hemos sido perseguidos. Yo tuve una querella del Estado en mi contra por delitos contra la Salud Pública, que por supuesto no quedó en nada y se cerró la investigación sin ningún resultado. Pero el Sol no se puede tapar con un dedo, el uso medicinal de cannabis es una realidad que mejora la vida de las personas. Es innegable y la experiencia directa de los propios pacientes es lo que hace que eso siga avanzando, a pesar de las posturas a veces desafortunadas y desinformadas de ciertas comunidades científicas y médicas que hablan de cannabis sin tener un real conocimiento.
-¿Qué ocurrió con la detención de tu hija?
-No es nada tan especial. Eso es lo que ocurre todos los días con algún paciente en Chile. Y yo estoy súper feliz de que haya pasado de esa manera; no estoy feliz con que la hayan allanado ni todo lo que se ha vivido, pero justo estaba exponiendo en la Comisión de Constitución sobre este tema en el momento que a ella la allanan.
A veces tenemos un cerco mediático y no por los propios periodistas, lo sabemos, sino por líneas editoriales que bajan a este tema. Eso hace que se invisibilice esta realidad, y como esto yo misma lo denuncié en la Comisión, logró visibilizarse y si eso sirvió para tomar conciencia, para que se den cuenta del absurdo en que vivimos y cómo se actúa sin las medidas cautelares y sin respetar la ley, es decir, la actuación de Carabineros fue totalmente ilegal en este caso. Finalmente, quedó en nada, solo un mal proceder que, por supuesto, le costó las plantas a mi hija, y eso no puede pasar ni con ella, con ningún paciente, ni con ningún usuario de cannabis adulto.
-Conocemos tu carrera como actriz y ahora te vemos desde este escenario de activismo. ¿Sentiste en algún momento discriminación de parte de tus compañeros actores o la TV?
-No, al contrario, he sentido un apoyo siempre tremendo y de hecho muchos ex compañeros han pasado por la fundación, sus familiares y sus parientes. En el mundo artístico facilitamos el poder atender a los colegas mayores; varios de ellos muy famosos han pasado por acá. Los hemos acompañado en sus últimos procesos y hoy ya no están. Así que, por el contrario, me he sentido muy apoyada por mi comunidad del ámbito del teatro, la TV y las comunicaciones.
-¿Volverías a la TV?
-La verdad es que no está en el foco de mis intereses, nunca lo estuvo tampoco, fue algo que me ocurrió y me encantó la actuación para televisión. Era más reacia al principio, pero me encantó. Pero ya cumplí un ciclo, hice muchas teleseries, fui muy feliz siendo actriz, haciendo Teatro en Chilevisión. Hoy mi vida está encaminada a otros lados, más en el teatro, casi como por un placer personal. Pero hoy mi foco está en el servicio, en el ámbito de la salud, los derechos humanos y he puesto toda mi energía, mi corazón, mi disposición, mis manos, a este camino. He podido palpar en estos años la tremenda situación de la salud en nuestro país, entonces desde esa sensibilidad no me queda más que seguir estando en este ámbito más social que hoy día me convoca.
-¿Despenalizar la cannabis complemente o solo medicinal?
-Está despenalizada, hablamos de regular. Necesitamos una regulación integral del cannabis y el cáñamo en todos sus usos, eso es lo que nos merecemos como país hoy día; ya no solo un acápite dentro de la ley de drogas, sino que una regulación propia de cannabis con todas sus vertientes: industrial, personal, colectiva, rol del Estado, etc.
Tenemos que ir caminando, para un amplio acceso democrático y que estén todas las vías de acceso abiertas, que el paciente pueda escoger dentro de su libertad la vía de acceso que más le acomoda. Regular todos los usos y con el uso recreativo hay que caminar a lo mismo. Hoy día existen en Chile cultivos personales y colectivos, pero todavía no tenemos una industria. En algún momento va a tener que existir, porque es la manera de que este mercado y botín que se llevan los delincuentes, sea puesto a la luz, tenga impuestos, una política tributaria, y se vuelva un beneficio para la sociedad en su conjunto y, al mismo tiempo, se le quite una tajada importante al narcotráfico.
-¿Fumas marihuana?
-No fumo, en general, yo vaporizo. El vaporizador es un formato mucho más saludable, indicado para lo medicinal y así no incorporar todo lo negativo de la combustión. Pero yo uso cannabis de forma combinada, es decir, uso vaporización de extractos, aceites de cannabis y crema de cannabis. Todo lo fabrico yo misma con las plantas que cultivo.
Hoy estamos en un nuevo escenario, la gente votó y eligió una nueva Constitución y Convención Constituyente.
-¿Cómo podemos iniciar con el pie derecho en la nueva Constitución, incluyendo debates adecuados frente al consumo y cultivo de cannabis?
-Es súper importante bajar las expectativas. En la nueva Constitución no va a aparecer la palabra cannabis ni marihuana en ninguna parte. Lo que va a hacer es darle un marco en el cual los cuerpos legislativos tendrán que avanzar. No se define todo en la Constitución. Pero sí se puede generar un marco que garantice la salud como un derecho que incorpore todas las alternativas terapéuticas, los saberes y conocimientos ancestrales, populares y tradicionales de nuestros pueblos originarios.
Por otro lado, también se debe afianzar y afirmar todo lo que tiene que ver con la defensa y promoción de los DD.HH. en Chile. Eso también debe quedar consignado en la Constitución. Entonces, bajo estas dos matrices tiene que quedar cautelado todo lo que tiene que tener relación con el cannabis y sus múltiples usos. Así lo vemos.
-Respecto a la nueva Constitución, ¿tienes pensado ser constituyente? ¿Te lo han ofrecido?
-Me lo han planteado, me lo han pedido, me lo han puesto en redes sociales. La verdad es que me parece un desafío interesante. No me sentí convocada cuando me han invitado a ser candidata a diputada o candidata a senadora, porque no está en mis ánimos la disputa personal del poder, no me representa ni me convoca. Pero creo que esto es distinto. Muy responsablemente puedo decir que sí me interesaría, porque creo que después de estos años de lucha, del conocimiento, de la hermosa bravura de nuestro pueblo en condiciones tan injustas, de la necesidad de transformaciones profundas, transitar a una Constitución plurinacional, ecológica, feminista, sí me parece un desafío a considerar. Pero vamos a ver si se dan las condiciones, si se dan los cambios legislativos que garanticen realmente la efectiva participación en igualdad de condiciones de los independientes, porque todavía eso no ha terminado de producirse así.
Y antes de seguir avanzando en el debate de esta nueva Constitución, hay un tema relevante: libertad a los presos políticos. Hago el punto porque me parece que antes de perderse en cualquier otra conversación, este debe ser el foco central. Pensamos que nunca más nos íbamos a ver en la situación de decir: "libertad a los presos políticos" de manera tan masiva como ahora. Esa es la realidad y es intolerable.
-¿De la mano de qué organización entrarías a la Convención?
-Yo trabajo con muchos colectivos y organizaciones, pertenezco también a Unidad Social, hemos estado trabajando particularmente en la Comisión de Derechos Humanos desde antes de octubre del 2019. Hemos hecho asambleas cannábicas, empezamos un proceso interesantísimo así y me parece que sí podría ser una buena portavoz de esa comunidad, pero no solo de esa. Lo extiendo a los paciente y usuarios de la salud que es el ámbito en que realmente he estado compenetrada en todos estos últimos años y he tenido la posibilidad de conocerlo por dentro.
-¿Quién crees que debería ser constituyente?
-Pienso que justamente la gracia de un proceso constituyente es que se vean representadas las diversidades del pueblo de Chile, o sea, con todas sus profesiones, ámbitos, culturas, creencias, diversidades. Ahí está la gracia. No nos olvidemos de que hay un equipo técnico que va a acompañar a los constituyentes, es decir, lo importante es tener las ideas, los principios, los valores, el norte de lo que recogemos del sentir colectivo, de lo que sale de los cabildos y asambleas y, por supuesto, que exista un equipo técnico que vaya traduciendo eso a la norma constitucional. Por lo tanto, ese llamado de quedar circunscrito a los académicos y expertos, no lo comparto en absoluto. Mientras más esté respetada la diversidad del pueblo de Chile, sin duda que vamos a tener una Constitución que nos represente mejor a todas y a todos.