Renzo Pecchenino (Lukas) colaboró en revistas como Topaze, El Pingüino y Mampato, pero su obra más popular la hizo en prensa. Trabajó en El Mercurio, La Segunda y La Estrella de Valparaíso, colaboró con O’Cruzeiro de Brasil y diarios de Estados Unidos.

El humor gráfico es tremendamente político, puesto que establece una mirada específica sobre la realidad de la que Lukas no pudo abstraerse. Y, en ese sentido, tiene tejado de vidrio. No por su postura política, sino por ser leal a la línea editorial de El Mercurio cuando este medio apoyaba las atrocidades de la dictadura y se burlaba de las víctimas. Todo con un humor muchas veces tétrico.

Tras el aniversario del asesinato de la militante del MIR, Lumi Videla, El Desconcierto rescató uno de los dibujos más crueles (ver aquí) hecho por Lukas y publicado en El Mercurio, que da cuenta de su acrítico apoyo a los crímenes del régimen militar.

Guillermo Galindo, más conocido como “Mala Imagen” comentó que “la viñeta me pareció macabra y es una lástima que el humor gráfico se use con fines tan maquiavélicos”.

El dibujante también explico que “cada persona tiene su postura, como dibujante uno puede expresar una opinión y eso es válido, pero creo que él traspasó la línea. Ya no era opinar sobre una situación, si no que estaba apoyando un crimen en un diario que es famoso por haber encubierto violaciones a los derechos humanos. No creo que haya sido un error de Lukas, no fue casualidad”.

Renzo Pecchenino también fue periodista y Premio Nacional de Periodismo en 1981. Respecto a esto, la presidenta del Colegio de Periodistas, Javiera Olivares señaló que “hay personas que son cómplices pasivos de la violación a los derechos humanos y deben ser capaces de asumir el rol que cumplieron en una profesión que es tan pública, tan social y que tiene una responsabilidad como lo es el periodismo”.

Sobre las responsabilidades de Lukas, Olivares hizo el llamado a que “si el dibujante hoy no está para pedir las disculpas correspondientes, me parece que el medio que es el responsable de las publicaciones, debe pedir todos los perdones y excusas públicas que sean necesarias”.

Sin embargo, hasta el momento El Mercurio y su dueño, Agustín Edwards jamás han hecho un gesto de disculpa respecto a éste y otros actos de complicidad con crímenes realizados en dictadura.

La particularidad de este caso, según “Mala Imagen” es que el humor gráfico es “como un caballito de troya”. Según el dibujante, la viñeta es un chiste, “algo que pasa como liviano, para reír, pero por debajo puede tener un rollo más fuerte que es lo que hicieron algunos dibujantes en dictadura desde el otro bando, como por ejemplo Guillo o Hervi que como eran chistes, tenían la simpatía de la gente y probablemente los militares ni siquiera los entendían”.

Lukas ha sido y seguirá siendo un personaje endiosado de Valparaíso, lugar donde se desempeñó. Actualmente el puerto aloja un museo dedicado a su obra, lleno dibujos simpáticos que en de vez en cuando, develan el lado más macabro del famoso periodista y dibujante.