
Cristian Borgoño, teólogo UC y sucesor del papa: "Por primera vez tenemos un cónclave donde los europeos son minoría"
Luego de que este sábado 26 de abril se oficiara la misa en la Plaza de San Pedro que despedió definitivamente al argentino Jorge Mario Bergoglio, más conocido como papa Francisco, después de asumir el gobierno de la ciudad-Estado del Vaticano como máximo líder de la Iglesia Católica luego de su elección de 2013, las interrogantes respecto de su sucesor se intensifican.
Lo que alcanza a nuestro país. De hecho, el arzobispo de Santiago de Chile, Fernando Chomalí, que fue designado cardenal por la misma autoridad eclesiástica en 2023, viajó a Roma para participar del cónclave papal que determinará quién será la próxima cabeza de la Santa Sede.
"Me emociona mucho representar a Chile (...) El Papa fue el que me nombró cardenal. Tuve la oportunidad de conversar con él. Me emociona también su cercanía con los más pobres. Es un ejemplo evidente para todos nosotros", dijo Chomalí cuando se conoció la noticia de su fallecimiento por ACV y derrame cerebral a los 88 años.
Papas van, papas vienen... Y Roma sigue donde está
Lo cierto es que la prensa internacional ya especula quién podría ser el próximo líder eclesiástico, aunque entre los que podrían tomar el lugar de Bergoglio, figuran los cercanos a la comunidad, Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años) y Matteo Zuppi (Italia, 69 años); los conservadores Willem Eijk (Países Bajos, 71 años) y Peter Erdő (Hungría, 72 años); el cercano a Francisco, Peter Turkson (Ghana,76 años) y el poderoso secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin (Italia, 70 años).
El párroco y teólogo de la Universidad Católica, Cristian Borgoño, vivió 12 años en Italia en los tiempos del traspaso desde el deceso de Karol Wojtyła (Juan Pablo II) a Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), y la abdicación de este último hasta que Bergoglio se convirtió en el Santo padre, contexto en el que, en entrevista con El Desconcierto, analiza el proceso que se inició tras su muerte.
"Como dicen los romanos, con esa sabiduría milenaria que tienen, 'el que entra papa al cónclave, sale cardenal'", explicando que el criterio de universalidad aplicado por el Papa Francisco en los nombramientos de cardenales, no garantiza que el próximo pontificado siga su línea, ya que "por primera vez en la historia tenemos un cónclave donde los europeos son franca minoría".
Los cardenales trazan programa del nuevo papa
-Son nueve días de luto, ¿qué procede ahora?
Como usted imagina, lo que viene ahora, básicamente, es elegir rápido un nuevo papa. Todo está diseñado para que así sea. Por eso se fija un plazo máximo del cónclave de 20 días, aunque el mínimo son 15, como puede ver, un rango bastante estrecho. Lo que sucede es que se pone en acción una maquinaria para elegir lo más prontamente posible el nuevo papa, respetando obviamente el periodo de luto necesario.
-¿Cómo se prepara ese momento de elección?
La preparación se hace a través de las conferencias generales de los cardenales. Los cardenales, por así decirlo, toman el gobierno de la Iglesia en este periodo vacante. Ellos toman decisiones sustancialmente restrictivas, no pueden tomar ninguna decisión que comprometa la autoridad del papa o que sea equivalente a la autoridad del papa, como nombramiento de obispos o publicar documentos sobre doctrina.
Por tanto, ellos se enfocan en la elección del nuevo papa. Para eso, una de las cosas que hacen, además de solucionar todo lo práctico, es tratar de trazar el programa de gobierno que, según ellos, debería tener el nuevo papa.
De una manera se están dando señales mutuas unos a otros para decir cómo les gustaría que fuera el siguiente papa. A partir de eso es cómo, finalmente, se van a ir configurando las candidaturas en el proceso de elección que tiene lugar al interior del cónclave, del cual nosotros sabemos muy poco porque tiene lugar a puerta cerrada.
El papa ha apelado a la universalidad para elegir cardenales
-El papa Francisco nombró a la mayoría de los cardenales que van a estar ahora en el cónclave. ¿Hay posibilidad de que su sucesor sea de una orientación similar a la suya, o no necesariamente?
Todo dependerá de cómo se evalúe, quizás no tanto el pontificado del Papa Francisco en general, sino la última parte del pontificado, porque es lo que uno tiene con la memoria más fresca. Los nombramientos que se han hecho hace demasiado tiempo, por más que lo haya hecho el papa Francisco, probablemente tienen un sesgo pro Francisco menor que el que puedan tener los nombramientos más recientes.
Por otro lado, el criterio que ha seguido el papa es fundamental en el nombramiento de obispos y cardenales, más que ser un criterio de afinidad con su propio pensamiento, ha sido ante todo, sobre todo con los cardenales, un criterio de universalidad. Por primera vez en la historia tenemos un cónclave donde los europeos son franca minoría. No llegan ni siquiera al 30% de los cardenales, son 25 de 135, si no me equivoco, cosa absolutamente inédita.
Cuando uno tiene que elegir cardenales en la periferia de la Iglesia, particularmente en lugares donde el cristianismo no es mayoritario, no es que tenga mucho donde elegir, y probablemente esa misma iglesia ya tiene una cierta identidad que puede ser más o menos afín a la del papa.
Voy a poner el ejemplo de la iglesia africana, porque es muy conocido. La iglesia africana no ha comulgado con muchas cosas del papa Francisco. Entonces, si hay muchos africanos, la probabilidad que hay de que haya cardenales africanos que no estén en sintonía con el papa, es mayor que quizás en otras áreas del mundo.
El criterio de universalidad que ha sido, a mi modo de ver, el criterio fundamental que ha utilizado elpPapa, no garantiza, o garantiza menos que un criterio que no incorpore la universalidad, la afinidad, llamémosla ideológica, con el papa.
"Van a repetir lo que hicieron al elegir a Francisco"
-El papa Francisco era cercano a la gente, incluso se le llamó "el papa de los pobres". Generó hacia afuera una política de austeridad, hablándole a la gente de manera más cercana. ¿Qué tan probable es que se continúe con esa senda, considerando que fue bastante rupturista en su momento?
Sin lugar a dudas, el papa Francisco marcó un cierto cambio de estilo en cómo habitar el cargo. Esto tiene que ver mucho con la personalidad concreta de este papa, y tendrá que ver mucho también con la personalidad concreta del siguiente papa, porque básicamente todos los papas se instalan en una maquinaria que ya existe, que ya tiene ciertos criterios, ciertos símbolos y que no cambian tanto.
Puede ser que se avance un poquito, que se retroceda un poco, como si uno quiere ver lo que sucedió entre Benedicto XVI y Juan Pablo II. Benedicto XVI era un papa mucho más amante de las formas que Juan Pablo II.
Podría perfectamente pasar que viniera un papa que, aún cuando ideológicamente fuera afín a Francisco, tuviera una gestión de las formas un poco distinta, porque esa gestión de las formas yo la veo bastante desconectada con la ideología en general, aunque obviamente tiene una cierta relación. Son mucho más idiosincráticas que ideológicas, si uno quiere.
-Se habla del cardenal Peter Turkson de Ghana como posible candidato, quien es más conservador. ¿Qué opina de él?
Lo que pasa es que el cardenal Turkson es una persona de la confianza del papa, que lo tiene en Roma y que lidera uno de los ámbitos que al Papa más le interesa, que es todo lo que tiene que ver con desarrollo, migración, todo este gran ámbito de preocupación del papa.
Es por eso que lo indican como alguien cercano al papa, que ya ha desarrollado algún cargo en el derecho universal, pero yo tiendo a pensar más bien que los cardenales van a repetir lo que quisieron hacer al elegir a Francisco.
Es decir, un papa que tenga una experiencia más pastoral que de gobierno, y que provenga de la periferia. En este caso, el cardenal Turkson cumpliría con una de las dos condiciones, pero no con ambas. Yo pensaría que si eligen un cardenal africano, no lo elegirían de la curia romana, más bien lo elegirían de los cardenales que están en el territorio.
"La interna de los cardenales nos es desconocida"
-¿Se atrevería a mencionar alguna opción con más posibilidades?
Lo que pasa es que las dinámicas de la Iglesia Universal son bien difíciles de ponderar para quienes estamos en un extremo del mundo como nosotros. En Chile tenemos una óptica bastante lejana de lo que sucede.
Sí puedo decir, por mi experiencia de 12 años viviendo en Italia, donde me tocó vivir prácticamente los dos procesos de cambio de papas, que si hay algo que aprendí, es que la interna de los cardenales nos es sustancialmente desconocida.
Intervienen muchos elementos de relaciones personales entre ellos, de cómo se han conocido en su trayectoria eclesiástica. Por ejemplo, el caso de Bergoglio y su gestión en el documento de CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano).
O, por ejemplo, el hecho que pasó totalmente inobservado, que en el cónclave que eligió a Benedicto XVI, también Bergoglio obtuvo muchos votos. Pero cuando llegó el momento de elegir a Francisco, mirando para atrás, nadie ponía a Bergoglio entre los favoritos, a pesar de que fue el segundo después de Ratzinger cuando Benedicto XVI fue electo.
Por eso digo que, en general, estas dinámicas internas nos pasan muy inobservadas y lo que más circula son los candidatos de los medios, o más que de ellos, los que ellos recogen a partir de opiniones que, en cierto modo, se van decantando y se van potenciando unas a otras. Pero, como dicen los romanos con esa sabiduría milenaria que tienen, "el que entra papa al cónclave, sale cardenal".
Aunque ha ocurrido en la historia que sean elegidos favoritos, o sea, personas que realmente todo el mundo sabía o más o menos que serían papa, ha pasado dos veces en el siglo XX, pero la mayor parte de las veces es lo contrario.
"La vida de la Iglesia se juega en el territorio"
-¿Qué esperaría usted del siguiente papa, considerando lo cuestionada que ha estado la Iglesia Católica en los últimos años? Incluso con el papa Francisco pidió que se perdonaran los abusos de esta cuando vino a Chile...
Puedo decirle, como párroco, que lo que más influye de lo que pueda hacer un papa, básicamente es que no cometa errores no forzados. Por ejemplo, la crisis de los abusos fue mucho más que errores no forzados. Fue un error de gestión de impacto global.
Pero realmente la vida de la Iglesia se juega en el territorio. Y, evidentemente, lo que se haga en la cabeza tiene un cierto impacto, sin duda alguna, pero es más para, podríamos decirlo con una metáfora acuática, el nivel de la marea. Entonces, espero como párroco un papa que nos suba la marea, pero que el uno a uno nos lo deje a nosotros, que somos los que estamos en el terreno.
Él con los discursos podrá gustar o no gustar, pero al final de cuentas el paso lo va a dar la persona en contacto con sus pastores, con los demás fieles, con su propia comunidad. Ahí es donde se da el camino. Nadie se convierte directamente por el papa, a menos que lo conozca personalmente. La dinámica de la fe es una dinámica sustancialmente personal.
Entonces, todo lo que estorbe a esta dinámica personal, como generar prejuicios negativos hacia la Iglesia, es lo que hay que evitar. Y al contrario, todo lo que ayuda a eso, generar prejuicios positivos hacia la Iglesia, nos ayuda. Pero eso es lo único que afecta, realmente.
Porque lo demás, se va dando en las dinámicas personales y naturalmente en las dinámicas sociales, es decir, cuánto una sociedad valora una u otra propuesta de la Iglesia. Pero no tanto en la figura del Papa. Por eso, como dicen también los romanos nuevamente, "papas van, papas vienen, y Roma sigue donde está".