La chinchilla cordillerana, es un pequeño mamífero que actualmente se encuentra en peligro crítico de extinción debido que durante décadas fue cazada para fabricar abrigos con su pelaje.

De acuerdo a datos del Ministerio de Medio Ambiente, actualmente en Chile, la especie se encontraría distribuida solamente en la zona andina de la Región de Antofagasta y Atacama, por lo que la preservación de su hábitat es de vital importancia para su conservación.

Pese a esta situación, en diciembre de 2018 el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) aprobó el desarrollo del proyecto de oro y plata Salares Norte, propiedad de la minera sudafricana Gold Fields, ubicado en la región de Atacama y cuyo desarrollo implica la relocalización de una colonia de 25 chinchillas las cuales serán trasladadas a una zona ubicada a 5 km del yacimiento minero.

De acuerdo a lo informado por The Atlantic, la operación de traslado de los ejemplares, que tendrá un costo de 400 mil dólares, comenzó en agosto y tomará nueve meses.

Luis Ortega, chileno encargado de la operación, explicó al medio que las chinchillas son capturadas en jaulas pequeñas y trasladadas a un sector que, por los análisis hechos, era parte de su territorio.

“De acuerdo con el proceso aprobado por el gobierno, se deben realizar dos intentos de capturar especímenes en cada área rocosa, cada uno con una duración de 10 días “, dijo Ortega. Quien explicó que una vez atrapada, cada chinchilla será llevada a su nuevo territorio, para ser puestas en un recinto de malla de alambre durante algunas semanas para que estas se adapten a su nuevo entorno, tras lo cual serán monitoreadas con collares de radio.

Si bien, la relocalización de especies es una de las herramientas más utilizada a nivel mundial para mitigar los impactos ambientales de los proyectos, existen dudas sobre su real efectividad en términos de conservación.

Trasladar animales involucra riesgos y sus resultados pueden variar por diversos factores. “Sí, la captura viva en trampas Tomahawk será una experiencia negativa para las chinchillas, y la mortalidad o muerte es posible”, señaló a The Atlantic, Curtis Bosson, biólogo canadiense que ha estudiado la captura y reubicación de pequeños mamíferos.

Para Bosson, la reubicación será una experiencia muy negativa para ellas. “Las chinchillas son una especie social colonial; no están acostumbrados a grandes interrupciones en su rutina diaria. Saben dónde encontrar comida y quién es su vecino a diario. La reubicación interrumpiría todo esto".

https://www.eldesconcierto.cl/2020/09/03/analisis-que-ocurre-con-la-fiscalizacion-ambiental-en-chile/