Análisis | Familias más pequeñas: Un futuro más justo para todas y todos
La grave situación que se está viviendo a nivel mundial por la pandemia debe ser un llamado de atención para los líderes mundiales de que una política ambiental más sólida no solo protegerá la naturaleza, sino que también salvará vidas humanas.
La creciente población y la sobreexplotación de la naturaleza están facilitando la aparición y propagación de enfermedades infecciosas como el COVID-19.
Una acción climática fuerte también es urgente: se predice que varias enfermedades se propagarán más con temperaturas globales más cálidas.
Ralentizar el crecimiento poblacional reduciría la degradación ambiental y las enfermedades emergentes, así como el ritmo y la escala de transmisión.
Familias más pequeñas para contrarrestar la sobrepoblación
La población humana ha crecido más allá de los medios sostenibles de la Tierra. Estamos consumiendo más recursos de los que nuestro planeta puede regenerar, con consecuencias devastadoras.
La humanidad tardó 200.000 años en llegar a mil millones y solo 200 años en llegar a siete mil millones, se espera que para 2100 la población crezca 10.9 mil millones de personas.
La principal proyección de las Naciones Unidas calcula que si, en promedio, todas las familias tuvieran solo un hijo menos de lo previsto ('medio niño' menos por familia), habría 20 mil millones de personas menos para 2050 y nuestra población sería menor de lo que es hoy en día 2100.
Elegir tener familias más pequeñas (uno, dos o incluso ningún hijo) es exactamente cómo terminamos el crecimiento de la población y, en última instancia, logramos una población sostenible en el planeta.
Abordar el problema de la sobrepoblación
Más personas inevitablemente ponen más demandas en el planeta. Más personas requieren más alimentos, agua, saneamiento, hogares y servicios, pero la Tierra está luchando para hacerle frente.
Las poblaciones de especies silvestres se han desplomado, las temperaturas globales están aumentando, nuestros mares están llenos de plástico y los bosques están desapareciendo.
Los humanos son directamente responsables de la sexta extinción masiva y la crisis climática, las amenazas ambientales más graves que nuestro planeta haya enfrentado.
En un mundo desarrollado, la mayoría de nosotros tenemos el poder de elegir el tamaño de nuestras familias, aunque también podemos enfrentar presiones de todo tipo sobre el tamaño de las familias que elegimos tener.
Al tomar decisiones al respecto, es importante recordar que las personas en las partes más desarrolladas del mundo tienen un impacto desproporcionado en el medio ambiente mundial a través del alto nivel de consumo y emisiones de gases de efecto invernadero; en el Reino Unido, por ejemplo, cada individuo produce 70 veces más emisiones de dióxido de carbono que alguien en Nigeria.
En un mundo en el que cientos de millones tienen muy poco para comer y casi dos mil millones son obesos, la distribución de recursos es claramente una grave injusticia.
Sin embargo, una distribución desigual e injusta de los recursos no significa que la Tierra pueda proporcionar de manera indefinida y sostenible suficiente para todos.
En 2017, más de 16.000 científicos de más de 180 países firmaron un llamado a la acción que detalla la gravedad y la urgencia de las amenazas ambientales: "Estamos poniendo en peligro nuestro futuro al no controlar nuestro consumo, es geográficamente y demográficamente desigual, y al no percibir el crecimiento rápido y continuo de la población como el principal impulsor de muchas amenazas ecológicas e incluso sociales".
Cuando comprendemos las implicaciones para nuestro medio ambiente y el futuro de nuestros hijos de una población en crecimiento, podemos reconocer que elegir familias más pequeñas es una opción positiva para todas y todos.
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