Estabilidad Laboral como piedra angular de la negociación del Sector Público
La reciente negociación del sector público tuvo un final satisfactorio para la gran mayoría de las organizaciones que conforman la Mesa del Sector Público. Sin embargo, no ha sido un proceso administrativo habitual pues se ha desarrollado en un escenario de "bisagra" política y social de alta complejidad de acuerdo a los resultados de las últimas elecciones presidenciales y el proyecto ejecutivo que asumirá en el mes de marzo. El acuerdo alcanzado trasciende lo económico para convertirse en un acto de resistencia y resguardo de la función pública frente a un entorno que, por momentos, se proyectó como hostil.
Este proceso, cuyos principales hitos han ocurrido en un momento crítico marcado por el cierre del gobierno de Gabriel Boric y la antesala de un nuevo paradigma político, vivió algunos retrasos en sus acuerdos que no fueron responsabilidad de los gremios ni exclusivamente del Ejecutivo, sino fruto de una fuerte presión del poder legislativo. Sectores de oposición utilizaron el presupuesto del Estado como una herramienta de disputa política, tensionando el debate más allá de las necesidades laborales inmediatas de los funcionarios.
En este sentido, el proceso de diálogo debió enfrentar declaraciones iniciales pesimistas desde la cartera de Hacienda. No obstante, pudimos realizar un análisis contraintuitivo al sugerir que la advertencia sobre la falta de recursos permitió distender la negociación en beneficio de los trabajadores.
Al manejar expectativas realistas sobre un reajuste masivo, la discusión pudo volcarse hacia aspectos cualitativos y de seguridad laboral que terminaron siendo aún más significativos en el contexto de esa escasez anticipada por nuestros interlocutores.
De acuerdo a este escenario planteado, para nosotros como Confederación FENATS Unitaria, el aumento salarial pasó a un segundo plano cuando quedó en entredicho la continuidad del empleo. No tiene sentido buscar un gran reajuste si la mitad de los funcionarios corre el riesgo de ser despedidos.
Ante los discursos que proponen reducir la estructura pública, la negociación se enfocó principalmente en asegurar la permanencia. En esta línea, se avanzó en el concepto de confianza legítima para proteger a quienes llevan años con renovaciones de contrato, otorgando una dignidad que el sistema a menudo les niega.
Uno de los logros más concretos que hemos obtenido ha sido la protección de la maternidad en el sector salud. Se ha establecido una norma que impedirá que las trabajadoras reemplazantes sean desvinculadas al quedar embarazadas bajo la excusa de falta de cupo.
Asimismo, el acuerdo contempla la creación de tribunales contenciosos para que los trabajadores públicos puedan reclamar sus derechos de manera efectiva, evitando quedar desprotegidos ante decisiones administrativas discrecionales.
A pesar de la complejidad del entorno, el proceso permitió recuperar el poder adquisitivo perdido por la inflación y asegurar beneficios históricos fundamentales, como el Aguinaldo de Navidad y el Bono de Vacaciones. Esto demuestra que la labor sindical consiste fundamentalmente en buscar todas las posibilidades de negociación para defender una función pública que debe ser eficiente, eficaz y de calidad.
Queremos destacar la fortaleza institucional de la Confederación FENATS Unitaria que acaba de celebrar más de dos décadas de existencia. La validación recibida por parte de colegios profesionales, académicos y parlamentarios reafirma que el sindicalismo debe construirse con alegría y convicción. FENATS Unitaria se consolida así no solo como una fuerza del diálogo fructífero, sino como una institución con solvencia legal y dirigencial capaz de entregar una cultura gremial y de bienestar a sus bases.
Una lección clara para cerrar este proceso y un año de grandes satisfacciones es que en tiempos de incertidumbre política, la unidad gremial debe priorizar la estabilidad. Sin trabajo no hay función pública, y sin función pública no hay derechos sociales garantizados para la población. La federación reafirma su disposición al diálogo con el fin último de proteger la dignidad de quienes sostienen el Estado chileno.