Beatriz Sánchez, senadora electa por el Maule: "El mayor problema de Chile sigue siendo la desigualdad"
Beatriz Sánchez, primera senadora electa del Frente Amplio por la región del Maule, conversó con El Desconcierto en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La excandidata presidencial y exembajadora de Chile en México abordó la prevalencia de la violencia intrafamiliar en la región que representará, el desequilibrio entre la percepción y la realidad en temas relacionado a la agenda de seguridad pública, su experiencia observando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y los desafíos del progresismo en Chile.
Violencia de género y seguridad en el Maule
-Hoy 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En tu rol como senadora electa del Maule, ¿qué te gustaría avanzar a nivel legislativo para abordar este tema que persiste con fuerza en Chile?
Qué bueno que partimos conversando de este tema porque siento que en Chile, durante mucho tiempo, se ha ido abordando las problemáticas de las mujeres de una manera más conservadora. Los temas nuestros, los temas de las mujeres y toda la conversación más feminista, casi han dejado de convertirse en tema hoy día, así que me alegro de la pregunta.
Estos días nos recuerdan varias cosas que quizás no las tenemos tan presentes, sobre todo para la población inmensa que vive en Santiago, y para los medios de comunicación. Los medios de comunicación son súper centralistas. Yo trabajé en medios de comunicación y cuando me decían que los medios son súper centralistas, yo decía sí, porque Chile es centralista. Es difícil que los medios de comunicación no sean centralistas, los medios no son ajenos al país en el que viven.
Entonces, desde Santiago, desde los medios de comunicación creemos que hay temas que de alguna manera están como resueltos, o que se empezaron a resolver, o porque se ponen arriba de la mesa en ciertos lugares, están como asumidos.
Por eso creo que es bueno que haya días en que, como este, volvemos a hablar de algo en específico porque quiero mencionar ciertas cifras. A propósito de los temas de seguridad, estuve revisando aquí en la región del Maule cuáles son los delitos que con más frecuencia se denuncian y se cometen en las cuatro provincias del Maule. El Maule tiene cuatro provincias: la de Curicó, la de Talca, la de Cauquenes y Linares.
Y en el número top de la tabla de los delitos con más ocurrencia, en el 1 o en el 2 en las cuatro provincias, está siempre, ya sea en el número 1 o en el número 2, la violencia intrafamiliar contra mujeres, niños y niñas. Que es brutal, me parece brutal.
Me parece muy brutal porque hay una conversación muy presente a propósito de las elecciones sobre la seguridad, sobre el tema de seguridad. Pero cuando tú dices seguridad, hablamos de los portonazos, hablamos del crimen organizado, que también es un tema, pero no es un tema en el Maule. Si en el Maule hablamos de seguridad, la verdad es que deberíamos estar hablando de la violencia intrafamiliar o la violencia hacia las mujeres, niños y niñas.
Entonces, en días como estos, en que este tema se vuelve a poner sobre la mesa, es un buen momento para volver a poner esta cifra, volver a refrescarla, volver a entender, a poner la pelota al piso. Y decir, mira, las cifras reales en Chile son estas, estos son temas que nos siguen pasando, que es bueno que haya una ley integral que le ponga un atajo o pretenda ponerle atajo a la violencia contra las mujeres porque sigue siendo muy presente en la sociedad chilena, hoy día en 2025, pese a que a lo mejor en Santiago creemos unas cosas, en regiones siguen pasando otras. Entonces creo que hay que mirar a Chile a nivel nacional, hay que mirar las regiones también, hay que mirar su diversidad también.
Y lo último que quiero mencionar, pero que creo que es muy brutal la cifra, acá también hay un caso de una mujer desaparecida sin dejar rastro, el caso de María Ignacia, la concejala de Villa Alegre, que también es un caso brutal de una mujer, una persona mayor, desaparecida, como hay otras dos en Chile, de las que no se tiene registro, no se sabe nada.
Y hay toda una comunidad pequeñita, que es Villa Alegre, que está muy asustada, todas las mujeres de 50, 60, 70 años están muy asustadas, salen permanentemente a poner, si tú vas a Villa Alegre hoy día, está lleno de lienzos blancos con morado, lleno, para que no se olviden de que existe una mujer de esa comunidad pequeñita que está desaparecida y que no se sabe nada de ella, y que hay temor en las mujeres de Villa Alegre a propósito de su desaparición.
Responsabilidad de medios y política en la agenda pública
-Junto con lo que señalas, hoy en día hay muchos más suicidios que homicidios en Chile. Y en general hay múltiples realidades que tienen mucho más impacto que las cosas en las que nos estamos fijando - casi exclusivamente- en materia de seguridad. Claramente hay una desproporción en cómo estamos tratando el tema. ¿Cuál es la responsabilidad de los medios de comunicación, de los periodistas, del sector político, de haber dejado que esta realidad se imponga sin contrapeso?
Estoy muy de acuerdo con lo que dices, creo que claramente hay una utilización política de cierta temática, hay una utilización política del temor, en este caso a la delincuencia, como una frase que es bien manida, que es bien usada permanentemente, y creo que tiene que ver un poco con eso lo que tú dices, y creo que hay una responsabilidad de los medios de comunicación sin duda, pero creo que hay una responsabilidad también de todo lo público, de los medios de comunicación, de la gente que tiene voz pública, de poder tratar de poner cada cosa en su justa medida, aunque es difícil dar esa explicación.
Pero a mí también me gusta decir cuestiones que se conocen poco. En Chile, o sea, no en Chile, en general, los medios de comunicación no son objetivos, los medios de comunicación tienen dueños y tienen una línea política, y tienen dueños que tienen una finalidad política, las redes sociales también tienen dueños. Es más, los dueños de estas grandes redes sociales que ocupamos estaban al lado de Donald Trump cuando asumió la presidencia.
Entonces, lo que aparece en las redes, lo que aparece en los medios de comunicación tiene también una intencionalidad, y creo que sería súper interesante que pudiéramos tener la formación, la educación, para poder entender qué hay detrás de lo que vemos, de lo que leemos, de lo que influye en lo que pensamos y lo que decimos. Y creo que eso se está volviendo cada vez más complejo, y creo que alimenta también lo mismo que tú dices, en no poder poner en la verdadera proporción lo que realmente pasa, y eso es súper nefasto porque, a propósito de tu pregunta, en gasto público, ¿cuánto ponemos para la prevención del suicidio y cuánto ponemos para la prevención de la delincuencia, del crimen organizado, que también sucede, pero dónde está la proporción de lo que atendemos?
-Hay una desproporción en varias cosas. También quería preguntarte, aparte de este tema educacional, ¿no habrá quizás una falta de arrojo, de ser capaz de enfrentarse- justamente- a un espacio público que está con una visión ya cuajada, para tratar de descuajarla? Porque salir a discutir estas cosas en medio de comunicación tradicional, o con periodistas en general tradicionales, o en espacios de debate público, es salir a perder votos, hay un cálculo también que se hace. ¿O te parece que igual se ha intentado, pero simplemente no ha tenido los efectos que uno esperaba?
Yo creo que hay de las dos cosas, creo que es difícil pelear contra la corriente, por decirlo como en chileno, es difícil y además creo que tienes poca cobertura mediática, o sea, estas discusiones que estamos dando, abrir esta discusión tiene poco canal de difusión en los medios tradicionales, se abre poco el espacio para el disidente, si tú quieres decirlo de otra manera. Hay poco espacio para columnistas que instalan esta discusión, habitualmente uno ve estas discusiones que son súper interesantes respecto a las cifras reales, respecto al temor desproporcionado, toda esta discusión que hay de hartos especialistas que se preguntan el por qué, está siempre en los medios, yo no quiero decir alternativos, pero otros medios, los que intentan abrir un poquito más su pauta, pero en general los medios más masivos no se hacen eco de una reflexión un poco mayor, son como de la corriente más gruesa, entonces es difícil en ese sentido dar esa discusión.
Y también creo que cuando la población siente un temor más allá de la cifra real, pero cuando hay un temor real, también te tienes que hacer cargo de ese temor. Creo que la respuesta no puede ser, oiga, ¿sabe qué? Usted no puede tener miedo porque las cifras reales son estas, o sea, no, hay un temor, y me ha tocado conversar harto sobre este tema, sobre esto de que tengamos un récord muy alto del temor a la delincuencia en Chile, y que mucha gente lo asocia también como a los temores de la vida, a la fragilidad, a la vida que se expresa a través de este temor. Hay varias lecturas que se hacen, pero creo que al mismo tiempo también hay que hacerse cargo de las cosas que sentimos, más allá de si tienen un correlato real con la cifra. También creo que es interesante que en Chile tengamos tanto temor más allá de la cifra. Algo nos pasa.
Lecciones de México: López Obrador y el cambio de vida
-¿Hay algún aprendizaje, o algo destacable que hayas podido ver en tu experiencia en México?, ya que es un caso bastante especial, porque es de los pocos países en donde el ala progresista no cayó en la dinámica pendular, sino que de Andrés Manuel López Obrador pudieron mantener una continuidad con Claudia Sheinbaum.
Mira, es bien interesante la pregunta, porque creo que la política mexicana es bien distinta a la política chilena. De partida, los presidentes en general tienen una alta aprobación, históricamente. Conocer además el gobierno de López Obrador fue bien único, porque López Obrador es como esta denominación que ocupan tanto los politólogos de animal político, pero creo que es como de estos señores de la política que ya casi no quedan en el mundo. Es un hombre que respira política permanentemente, es un tipo que conoce México como muy poca gente todavía, así como extraordinariamente, conoce a su pueblo, así que fue muy interesante ver la experiencia de los últimos dos años de su gobierno y después el inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum.
Porque además no solamente en México continuó el mismo partido político, sino el mismo proyecto político. Es una continuidad total.
Hay varias cosas que a mí me llaman la atención, pero es difícil hacer un paralelo porque somos países que tenemos políticas muy distintas. Lo primero es que en México todos los presidentes, como la impronta presidencial, gozan siempre de mucha popularidad. Todos los presidentes mexicanos, porque en el momento que yo estaba, López Obrador tenía un 65% de popularidad y termina el gobierno con un 70% de popularidad y yo dije, esta cuestión es increíble. Pero para ser justa en la comparación, me puse a mirar cuál era la popularidad de todos los presidentes para atrás y la verdad es que todos iban más o menos igual. Algunos habían llegado hasta el 80%. Es algo normal en los mexicanos. El único que pasó por otro momento fue Peña Nieto, justo antes de López Obrador, porque tuvo un caso muy escandaloso de corrupción y él tuvo más baja aprobación, pero todos los demás para atrás, incluso Calderón, que estaba bien cuestionado, todos tuvieron una aprobación altísima siempre. Es una constante en México. Eso es lo primero.
Lo segundo es que, recordemos que en México el mismo partido con características distintas puede gobernar muchos años. El ejemplo es el PRI, que ha tenido varias denominaciones y que el PRI es como toda una institución permanente que gobernó en México. Tienen un sistema político que, hoy día esto está en cuestión en Chile, pero nosotros usualmente teníamos un eje izquierda-derecha mucho más claro. Está el partido de izquierda, centro-izquierda, centro-derecha, derecha. Bien clarito. En otros países como Argentina, como México y otros más, ese eje no está tan claro. Son más bien movimientos que dentro de sí mismos tienen alas de izquierda y alas de derecha. Entonces en México más bien seguía por liderazgos muy fuertes. Son liderazgos que van tomando como que la ciudadanía seguía por esos liderazgos. En el PRI hay varios, pero después fue Cárdenas el que logra aunar a la población, después fue López Obrador. Hay gente que va armando alrededor suyo una forma partidaria.
Muy en torno a las personas, y en Chile yo diría que es más en torno, obviamente influye el liderazgo puntual, pero hay también un peso de los partidos. Cada vez más diluido está la crisis de los partidos, pero en general los partidos tienen un peso.
Hay puntos distintos de comparación, pero creo que lo que hizo López Obrador, que a mí me parece interesante, que por eso la gente, de verdad que había una conexión con él, y que eso hace que Morena, que es el partido que él funda, y que es el que de alguna manera, pese a que todos los otros partidos de oposición de un lado y de otro se juntan para tratar de que no ganara su proyecto político y no lo logran, porque él arrasó, definitivamente arrasó, ganó el Congreso, ganó la presidencia, ganó las gubernaturas, o sea fue realmente increíble.
Es porque él se propuso cuando llega al gobierno cambiarle la vida a las personas, y él hace varios proyectos que son emblema de su gobierno donde efectivamente le cambia la vida a las personas. Uno es que cambia el sistema de pensiones, y sube las pensiones de los jubilados. Lo otro es que el nivel de pobreza en México es bien alto en comparación con el de Chile. Él pone comida en la mesa a los mexicanos, tiene cajas de mercadería todas las semanas a las familias de mayor pobreza en México, pero garantizadas. Lo otro que es muy importante para las familias mexicanas son becas para los jóvenes. ¿Cuáles son esas becas? En México la universidad estatal es gratuita, y lo que hace es que las familias más pobres no pueden mandar a sus hijos a la universidad porque el hijo se tiene que poner a trabajar. Y esa beca es para la familia, para que la familia no le exija a ese joven trabajar y lo pueda dejar estudiar. Eso le cambia la vida a una familia.
Desigualdad y el desafío del cambio concreto
-Teniendo presente lo alcanzado por Zohran Mamdani, alcalde electo de Nueva York, que se enfrentó a todo el establishment -incluso Demócrata- como Andrew Cuomo, con un discurso que apuntaba netamente a mejorar la calidad de vida. Desde lo que corresponde al progresismo chileno, ¿cree que se está logrando llegar con ese mensaje a la gente, o esta turbiedad de la presencia omnipresente del discurso de seguridad, genera una red que impide que ese mensaje llegue adecuadamente?
Sí, es que es buena la pregunta por lo mismo, porque en el fondo es, ¿cuánto tú puedes cambiarle la vida a las personas? O sea, lo que yo vi en México, y por qué había una adhesión tan grande a López Obrador, porque él en la práctica, en lo concreto, le cambió la vida a nueve millones de personas. Entonces, la gente era muy obradorista, porque en la práctica le había cambiado la vida.
Entonces, cuando, creo que ahí hay un rol de cuánto tú, desde el progresismo, cuánto tú le cambias efectivamente la vida a las personas. Y ahí vamos un poquito más allá. Para mi gusto, y en mi análisis esto es algo muy personal, yo sigo pensando igual que en 2017, sigo pensando igual de cuando era periodista y hacía lo mismo que haces tú, que son las entrevistas, que el mayor problema de Chile sigue siendo la desigualdad. Yo sigo sosteniendo eso, no creo que el mayor problema de Chile sea la seguridad, sigue siendo la desigualdad, para mi gusto. Y hoy día no estamos hablando de eso, no es el mayor, no es nuestra mayor conversación, pese a que creo que la seguridad también es un problema de desigualdad, porque la seguridad no es igual en Vitacura que en La Legua.
Entonces, yo creo que sigue siendo el mayor problema la desigualdad, y creo que, y en muchos sentidos, siendo un país como Chile que no tenemos pobreza extrema, sino que tenemos otro tipo de desigualdad, y creo que ahí hay un rol que jugar de cómo hablamos con las personas que están viviendo esa sensación de que el Estado no les sirve, que el Estado no les sirve lo voy a decir como en chileno, porque la cosa no es tan clientelar, pero que en el fondo el Estado no cubre, no le responde, no choca con, no hay una relación. La institucionalidad no tiene relación con la institucionalidad, como que están solos, como que están solas.
Llega tarde, llega mal. Ahí hay un tema, creo, pendiente, y si bien creo, yo creo que ha habido avances, permanentemente, yo creo que en el gobierno del presidente Boric, sí, ha habido sin duda avances en eso, creo que quizás porque la institucionalidad tan fuerte en Chile es lenta, y las demandas son inmediatas. Quizás porque pensamos más en la estructura, de que todo estructuralmente se cambie, y las estructuras se demoran en dar esa vuelta.
*Puedes ver la entrevista completa a Beatriz Sánchez en esta nota, o directamente en el canal de youtube de El Desconcierto.