¿Buscando una vivienda?: Certificación energética es considerada como factor relevante para la tasación de bienes raíces
En un momento crucial para el mercado inmobiliario chileno —donde la CEV será exigida para todos los proyectos nuevos desde el 5 de octubre de 2025— Transsa, consultora inmobiliaria, presenta hallazgos iniciales que evidencian cómo la eficiencia energética ya empieza a jugar un rol medible en el valor que los tasadores asignan a una propiedad.
En ese marco, las instituciones financieras han comenzado a ofrecer créditos hipotecarios verdes con tasas desde un 3,72% para viviendas que cuenten con eficiencia energética o que accedan a programas de financiamiento “Eco-vivienda”. Estas tasas preferenciales se validan mediante la CEV del MINVU, lo que marca una diferencia concreta en el costo final del crédito.
“La nueva normativa obliga a que todas las nuevas edificaciones incluyan esta calificación ya desde la fase de solicitud de permisos de edificación, implicando que los desarrollos cumplan con estándares de eficiencia en aislamiento térmico, consumo energético, ventilación, entre otros”, menciona Esteban Jara, subgerente de datos y estudios de Transsa.
Ventaja comparativa
La empresa ha realizado un análisis comparativo entre tasaciones recientes de propiedades con atributos de eficiencia energética versus aquellas que no los poseen, con los siguientes resultados:
Valor tasado superior: en promedio, las propiedades eficientes muestran valores entre 3% y 7% más altos, ajustando por ubicación, superficie y tipo de vivienda.
Mayor liquidez: las propiedades con eficiencia energética se venden o arriendan más rápido, reduciendo el tiempo en el mercado en 10% a 15% respecto al promedio de viviendas comparables sin eficiencia, lo que además disminuye los costos transaccionales.
Condiciones de financiamiento más favorables: los productos “verdes” permiten acceder a tasas preferenciales y menores costos financieros, reduciendo la carga mensual para los compradores.
Percepción de valor: los compradores jóvenes y familias valoran cada vez más atributos como la eficiencia energética, la calidad del aislamiento y el menor gasto operativo, lo que influye directamente en sus decisiones de compra.
Eficiencia y valor
“La obligatoriedad de la CEV marca un cambio de paradigma: no es solo una norma, sino una señal clara de que el mercado comenzará a valorar con mayor precisión los atributos verdes de una vivienda. En nuestros análisis, observamos que la eficiencia energética ya no es un extra, sino un diferencial que se paga, se vende más rápido y abre mejores condiciones de crédito”, agrega Esteban Jara.
La vivienda del futuro no será sólo más moderna, sino también más eficiente y consciente del entorno. Las tasaciones comienzan a reflejar esta nueva mirada: valorar no solo los metros cuadrados, sino también la capacidad de un hogar para consumir menos y ofrecer una mejor calidad de vida.