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Megaincendio de Viña del Mar en verano 2024:
El grupo de científicos logró obtener las mediciones después de seis meses de trabajo. Foto: cedida

Megaincendio de Viña del Mar en verano 2024: "Las personas estuvieron expuestas a niveles brutales de carbono negro"

Por: Pablo Oyarzún | 15.10.2025
Fabián Guerrero, investigador de la USM, menciona que el estudio sobre la calidad del aire revela que la contaminación por el megaincendio ocurrido en febrero de 2024 superó 18 veces los niveles de otros incendios forestales y el carbono negro puede haber llegado hasta los glaciares.

En entrevista con El Desconcierto, el investigador del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Técnica Federico Santa María, Fabián Guerrero, detalló los resultados de su estudio científico sobre la calidad del aire durante el megaincendio de febrero de 2024 en Viña del Mar. 

El trabajo, publicado en la revista Science of the Total Environment, reveló concentraciones de contaminantes hasta 18 veces superiores a las registradas en otros incendios forestales. "Estos niveles se mantuvieron elevados hasta tres días después de que se extinguió el incendio", advirtió el investigador, quien lidera un nuevo proyecto para implementar un sistema de alerta temprana en zonas de interfaz urbano-forestal.

Mediciones en tiempo real

—¿Cómo realizaron las mediciones y cómo llegaron a tener estos datos?

A fines de diciembre de 2023 instalamos una estación de monitoreo de calidad del aire en la sede de Viña del Mar de la Universidad Técnica Federico Santa María. Esta sede está ubicada en una zona de interfaz urbano-forestal. Anticipábamos una temporada compleja con respecto a los incendios y quisimos medir en tiempo real la calidad del aire ante posibles plumas de humo que podían venir de los incendios. Montamos sensores para poder registrar en tiempo real material particulado. Principalmente, estamos midiendo MP10 y MP2,5, que son contaminantes de criterio establecidos por el Ministerio del Medio Ambiente. También medimos carbono negro, más conocido como black carbon, que es un supercontaminante declarado a nivel mundial. Esto fue acompañado por una estación meteorológica que mide viento, temperatura y humedad.

Niveles de material particulado.
Niveles de material particulado. Foto: cedida
Niveles de carbono negro.
Niveles de carbono negro. Foto: cedida

Lo que no imaginamos fue que el 2 de febrero de 2024 enfrentaríamos una catástrofe a nivel nacional. Los instrumentos que instalamos capturaron todo el evento. Generamos una serie temporal muy clara con respecto a la calidad del aire en tres fases: pre-evento, el incendio y el posincendio. Ese diseño nos permitió cuantificar en tiempo real el humo al que estuvo expuesta la población y sustentar ciertas recomendaciones de protección. Este trabajo fue evaluado científicamente, y es uno de los pocos que hay con respecto a la catástrofe que ocurrió.

Nos demoramos alrededor de seis meses en poder estudiar los resultados. Imagina la cantidad de datos que hay, porque esto se mide en tiempo real, cada cinco minutos un dato. Compartimos con nuestros investigadores y había mucho interés por estos datos. Dijimos: "Lo vamos a validar científicamente". Todo esto lo enviamos a la revista científica Science of the Total Environment. Pasó el tiempo y la aceptaron, y ahí recién lo podemos difundir para que haya un respaldo científico. Eso nos tiene muy contentos.

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—¿Qué tan relevantes son los datos que obtuvieron?

En carbono negro observamos picos de concentración alrededor de 812 microgramos por metro cúbico a 880 nanómetros y 1.560 microgramos por metro cúbico a 365 nanómetros. Son valores totalmente inusuales que reflejan la cercanía en tiempo y espacio frente al fuego. Estos promedios diarios del 2 y 6 de febrero son alrededor de 18 a nueve veces mayores a lo que se registró del mismo contaminante reportado durante el incendio en Atenas, Grecia, de agosto de 2021, donde también vivieron en tiempo real y muy cercanos al fuego. Imagina la brutalidad de carbono negro que había.

Con respecto al material particulado, los promedios diarios de MP10 y MP2,5 superaron la norma chilena entre 21 y 82%, y entre nueve y 198% respectivamente. Alcanzaron hasta entre cuatro y seis veces lo que establece la Organización Mundial de la Salud. Estos niveles se mantuvieron elevados hasta tres días después de que se extinguió el incendio.

Salud pública

—¿Qué significa esto para la salud de las personas que estuvieron expuestas?

Estas concentraciones implican que la población estuvo expuesta a niveles muy altos de partículas finas. La evidencia muestra que el material particulado fino de incendios y el carbono negro, que es el que tiene el peor efecto sobre la salud, agravan el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica conocida como EPOC, bronquitis y neumonía. Está evidenciado que puede aumentar las hospitalizaciones respiratorias, entre otras cosas. 

Es muy importante considerar estos datos principalmente en las personas que están vulnerables, porque aquí ocurrió una contaminación a nivel local, principalmente de la región de Valparaíso, o de la provincia de Marga Marga, como lo quieran ver.

Crisis climática

—¿Cómo profundiza la crisis climática este tipo de siniestros?

Aquí hay evidencia de contaminación local, pero estos contaminantes se pueden desplazar a otras regiones. Este carbono negro que evidenciamos, alcanzó una concentración que después fue bajando. La pregunta es, ¿dónde se fue este carbono negro? Se puede haber ido, por ejemplo, por deposición a suelos, o se pudo haber ido a glaciares. Ahí se ve la evidencia muy grande con respecto al cambio climático, porque el carbono negro son aceleradores del derretimiento de glaciares.

Puede pasar que debido a este incendio, esta cantidad de partículas, por una fracción se puede haber ido inhalándose por las personas, otra fracción puede haber viajado por el aire. Hay una alta probabilidad de que estas partículas tuvieron que haber viajado por la tropósfera y haberse depositado, por ejemplo, en cuerpos de nieve, en glaciares. Y eso genera un impacto climático enorme.

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Recomendaciones para la población

—¿Qué medidas se pueden tomar para proteger a las personas durante este tipo de eventos?

Para que sirva este estudio que está en esta publicación científica, es una evidencia clara de que se necesitan tomar recomendaciones cuando hay incendios forestales por exposición al humo, porque puede agravar enfermedades. Es súper importante que las personas puedan tener un kit de emergencia. No solamente un kit de emergencia cuando hay terremotos, sino que también para incendios.

Dentro de ese kit hay que tener mascarillas ajustadas, estas N95 o KN95, u otras de mejor calidad que ayudan a filtrar partículas y pueden evitar que estos contaminantes se inhalen. También si estás en tu casa, que tus ventilaciones tengan incluidos filtros HEPA. Ahí estás haciendo medidas concretas para poder disminuir la exposición a partículas.

—¿Qué otras acciones se podrían implementar a nivel de sociedad?

Es clave ampliar el monitoreo en zonas de interfaz urbano-forestal e integrar estas estaciones con la red oficial de calidad del aire, que se conoce como Sistema de Información Nacional de Calidad del Aire (SINCA), con estándares nacionales de modo de contar con datos en tiempo real útiles para la salud pública. Eso actualmente no existe. Si los incendios son inevitables y van a ocurrir, lo que podemos hacer es informar las consecuencias que puede traer un incendio forestal a la población.

Si estás cerca de un incendio de alta intensidad donde se está propagando el fuego, las personas deben protegerse, saber que las personas vulnerables, los ancianos, los niños, deben ponerse mascarillas. Hay una alta probabilidad de que vayan a inhalar partículas y las enfermedades pueden agravarse en los ancianos y provocar en los niños. Son recomendaciones que se tienen que hacer y que no he visto aquí a nivel nacional. Es fundamental que se entienda que cuando hay un incendio, además, este se apaga, pero estas partículas pueden seguir persistiendo en el aire.

Nuevo sistema de alerta

—¿En qué están trabajando actualmente para mejorar la respuesta ante futuros incendios?

Nuestros resultados muestran que el humo de incendios puede llevar la contaminación a niveles extremos durante varios días. Postulamos a un proyecto del Gobierno Regional de Valparaíso que se denomina AIRIS, que es un sistema de alerta de calidad del aire por incendio, y nos lo adjudicamos hace poco.

Vamos a tener la oportunidad de ser piloto aquí en Viña del Mar, que fue donde vamos a poder integrar sensores de material particulado, carbono negro, con una sala de mando con visualización en tiempo real para apoyar las decisiones con los organismos técnicos que nos están apoyando: CONAF, SENAPRED, Ministerio del Medio Ambiente y la parte regional. Ahí hay una oportunidad en donde este piloto puede llegar a robustecer el sistema de alerta que hay actualmente en la región.

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—¿Cuándo comienza este proyecto?

El proyecto está en proceso. Todavía no parte oficialmente, pero lo más probable es que esto va a partir en noviembre. Lo que más contentos nos tiene es que somos investigadores nacionales que estamos acá apoyando este proyecto del gobierno regional. Hay un investigador que se llama Alejandro Miranda, que es de la Universidad de La Frontera, que se dedica a los incendios forestales. También tiene un apoyo internacional de la Universidad Federal de Paraná: Luis Santino y Patricia Cuetos, que son expertos en calidad del aire. Javier Madrigal, que es del CSIC de España, donde ellos llevan años trabajando en esto.

Aquí está la oportunidad clara, apoyada por el gobierno regional, de llegar a un piloto con el objetivo de poder validar este modelo de medición y escalar a otras interfaces urbano-forestales del país. Eso debería incluirse en los sistemas de alerta que actualmente están a nivel nacional. No solamente vamos a ser un piloto con centro de mando y conectado con organismos técnicos, sino que también va a ser cercano a la ciudadanía porque hay seminarios, charlas para poder explicar esto.