
Empieza un octubre eterno para Javier Milei antes de las elecciones legislativas
Esa memoria es la que la que anticipa que en épocas eleccionarias las pizarras de la city porteña y los canales de noticias mostrarán continuamente el valor del dólar, el riesgo país y las cotizaciones de bolsa, a modo de termómetro y spoiler de lo que vendrá, y pese a que muchas de estas variables son un idioma totalmente desconocidos para el argentino común.
En 1948, en las postrimerías de su primer mandato presidencial, Juan Domingo Perón condensó esa idea en la frase: ¿Quién de ustedes ha visto un dólar?”, buscando minimizar la preocupación de la multitud por la escasez de divisas extranjeras.
Todo lo anterior, más algunos remezones actuales, configura la atmósfera que deberá enfrentar el mandatario argentino, Javier Milei y el empinado camino de cara a las elecciones legislativas nacionales que marcarán la cancha en la que el gobierno libertario enfrentará la segunda mitad de su mandato.
Elecciones van y vienen
Los recientes comicios celebrados el pasado 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires concluyeron con un amplio triunfo de la oposición peronista (más de 13 puntos de diferencia) y constituyeron un duro golpe a la mandíbula del gobierno nacional, a pesar de tratarse de una fecha en la que sólo se definía la composición de la legislatura provincial.
El inesperado resultado – sobre todo por su contundencia - puso a la defensiva al oficialismo libertario que necesita fortalecerse en el Congreso Nacional para continuar con su política de achicamiento del Estado, motosierra y desregulación.
Por ello el gobierno se juega a todo o nada este 26 de octubre cuando unas nuevas elecciones renueven las bancas de 127 diputados nacionales (la mitad del total) y 24 senadores (un tercio del total). Se trata de una jornada electoral en un contexto de enorme polarización y tensión política en las que provincias clave como Buenos Aires, Córdoba y Mendoza jugarán un rol central.
Sin embargo, las 4 semanas que restan desde acá hasta la fecha eleccionaria, y sobre todo las 15 jornadas bursátiles que median, se asemejan a una largúisima y empinada escalera repleta de obstáculos, vallas y problemas a resolver.
Es la economía, estúpido!
Descontando los problemas base, esto es la creciente desconfianza del plan económico y sus continuos tropiezos, los analistas y consultores económicos concuerdan en que Milei no realizó aún una lectura correcta de la derrota de septiembre e insiste en que se trató de errores de campaña y de comunicación, descartando de plano cualquier incidencia de su estilo político o concretamente de su gestión económica. Lo concreto es que el camino al 26 vino hasta ahora sembrado de turbulencias financieras y escándalos políticos de magnitud.
Hace una semana, cuando el Secretario del Tesoro estadounidense Scott Bessent anunció que el Banco Central argentino dispondría de 20.000 millones de dólares para fortalecer sus reservas y que EEUU podría comprar títulos argentinos en el mercado secundario, los mercados se calmaron, cesó la presión contra el dólar y las autoridades libertarias interpretaron que la tormenta había terminado. El riesgo país bajó de un plumazo desde los 1400 hasta los 900 puntos y el festejo oficial en redes sociales y medios cercanos no se hizo esperar.
Se trató sólo de un anuncio en redes de Bessent y una foto de Milei con Trump, sin desembolso concreto de dinero y en principio pareció que el gesto alcanzaba, tal como había ocurrido con una ayuda similar a México en 1994 y a Uruguay en 2002, pero en el caso argentino el efecto duró apenas un par de días.
El jueves pasado regresó con fuerza el fantasma de un posible default y los tenedores de bonos argentinos siguieron desprendiéndose de ellos, lo que volvió a disparar el riesgo país que al inicio de octubre ya se ubicaba en los 1230 puntos, mientras el dólar oficial volvió a subir hasta los 1450 pesos.
Milei sigue señalando en sus posteos y las pocas entrevistas que concede a medios amigos que la culpa es de los legisladores que intentan frenar sus políticas de ajuste y sobre todo del “riesgo kuka”, como denomina al kirchnerismo, sin detenerse en la calidad de su gestión, en las decisiones económicas y en la falta de estabilidad política que caracterizó éste, su segundo año de gestión.
Pero hay más. José Luis Espert, el principal candidato de Milei a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires se encuentra en medio de un escándalo de proyecciones imprevisibles luego que aparecieran en la justicia de Texas, documentos en los que figura como receptor en el año 2020 de la suma de 200.000 dólares en un registro de “Fred” Machado, un argentino acusado en EEUU de narcotráfico y fraude.
Los documentos integran el expediente de tribunales federales de Texas que ya derivó, en noviembre pasado, en una condena a 16 años de prisión a Mercer-Erwin, socia de Machado, por los delitos de narcotráfico, lavado de dinero y fraude, mientras “Fred”, procesado en la misma causa, se encuentra con prisión domiciliaria en Argentina, a la espera de que la Corte Suprema decida sobre el pedido de extradición.
El hallazgo del documento da cuenta de la magnitud del vínculo entre Espert y Machado, un vínculo que el candidato siempre negó o minimizó, aunque la noche del jueves debió admitir con una explicación que no satisfizo.
Encuestas
El vendaval de noticias a contramano definen un escenario complejo. Un sondeo de RDT Consultores correspondiente a septiembre revela un panorama electoral dinámico cuya marca distintiva es el deterioro de la imagen presidencial, un malestar económico que persiste y el efecto corrosivo de los sucesivos escándalos políticos: corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (que involucra a la hermana del presidente Karina Milei), el caso de la criptoestafa $LIBRA, y las sucesivas derrotas parlamentarias.
Los datos relevados por RDT muestran que el gobierno enfrenta una doble erosión. Por un lado de carácter estructural, por la recesión que golpea los bolsillos, y por otra coyuntural, debido al impacto de la elección de septiembre.
En términos de intención de voto, la encuesta registra un empate técnico con leve ventaja para Fuerza Patria (la oposición peronista), que en septiembre creció más de 9 puntos respecto de agosto, mientras La Libertad Avanza retrocedió (LLA) de Javier Milei registra un descenso: el 9,5% de los encuestados declaró que cambiaría su voto tras conocer las denuncias y escándalos.
Pero el camino hasta el domingo 26 aún es largo.