
¿Comes de forma saludable?: Estudio confirma que una mala alimentación aumenta hasta en 61% el riesgo de mortalidad
De acuerdo al Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de Naciones Unidas, para que un sistema alimentario -actores, recursos, procesos, actividades relacionadas con la producción, la elaboración, la distribución, la preparación y el consumo de alimentos- sea sostenible tiene que garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición para todas las personas.
El desafío de avanzar hacia sistemas alimentarios sostenibles está incorporado en la Agenda 2030, específicamente con el ODS 2, que trata el fin al hambre y a todas las formas de malnutrición.
Para alcanzar la meta es necesaria una transformación del sistema agroalimentario de forma que se vaya orientando hacia dietas saludables, involucrando a todos los actores de la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo.
Hábitos alimentarios
En este sentido, es que la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello presentó los resultados de una investigación que evidencia el impacto directo de la alimentación en la salud de los chilenos. El estudio, dirigido por el doctor Felipe Díaz-Toro, especialista en Epidemiología, enfermedades crónicas y envejecimiento, demuestra que quienes mantienen hábitos alimenticios poco saludables presentan un mayor riesgo de mortalidad en comparación con quienes optan por una dieta más balanceada.

La investigación, titulada “Puntaje de alimentación saludable y mortalidad por todas las causas: hallazgos prospectivos de la Encuesta Nacional de Salud de Chile”, incluyó a 5.336 participantes de la Encuesta Nacional de Salud de Chile 2016-2017, y para elaborar el puntaje de alimentación saludable, se evaluaron seis hábitos, tales como consumo de mariscos, cereales integrales, lácteos, frutas, verduras y legumbres. Este puntaje tuvo un rango de 0 a 12 y permitió clasificar a los participantes en cuartiles, tomando como referencia el grupo más saludable (Q4).
Los resultados
Tras una mediana de seguimiento de 5,1 años, los resultados revelaron que 276 participantes (5,2%) fallecieron en ese periodo. En comparación con el grupo más saludable, quienes estaban en el cuartil menos saludable presentaron un 61% más de riesgo de morir por cualquier causa.
Cuando se utilizó la puntuación ponderada, la asociación fue similar. Los participantes con una peor alimentación tuvieron un 52% más de riesgo de mortalidad, incluso al excluir del análisis a quienes fallecieron dentro de los dos primeros años de seguimiento, los resultados se mantuvieron consistentes, mostrando un 63% más de riesgo de mortalidad en quienes tenían los puntajes más bajos de alimentación saludable.
Asimismo, los resultados mostraron una tendencia inversa estadísticamente significativa, ya que, a mayor puntaje de alimentación saludable, menor riesgo de mortalidad.
“El hallazgo es claro”, indica el investigador. “La adherencia a patrones dietéticos saludables, que incluyan frutas, verduras y cereales integrales, se relaciona con mejores resultados de salud y una mayor expectativa de vida. Esto confirma la necesidad de fomentar políticas públicas y estrategias de promoción que incentiven una alimentación más sana en la población chilena”, expresó el doctor Felipe Díaz-Toro.
El estudio constituye un aporte relevante, ya que existen pocas investigaciones que exploren esta relación en poblaciones latinoamericanas, entregando evidencia científica para fortalecer los programas de prevención de enfermedades crónicas y de promoción de hábitos saludables en el país.