
La nueva tecnología chilena que permite detectar enfermedades respiratorias sin recurrir a una broncoscopía
Una nueva tecnología desarrollada en Chile podría revolucionar la manera en que se diagnostican y monitorean las enfermedades respiratorias crónicas.
Se trata de Exhalapp, una aplicación biomédica (no una app para celulares) diseñada para analizar el aire exhalado por los pacientes, ofreciendo un enfoque no invasivo para detectar patologías como asma, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y fibrosis pulmonar.
Este sistema fue desarrollado en la Universidad Andrés Bello (UNAB) por el Instituto de Tecnología para la Innovación en Salud y Bienestar (ITISB), en colaboración con el investigador y kinesiólogo Marcelo Tuesta, quien concibió la idea durante su tesis doctoral entre 2014 y 2017.
¿Cómo funciona Exhalapp?
De acuerdo con Tuesta, el aire exhalado del paciente se condensa y se almacena. A su vez, este aire transporta marcadores biológicos que permitirán detectar si el pulmón se encuentra inflamado o tiene algún daño.
La clave de esta tecnología está en su capacidad para diferenciar dos tipos de aire dentro del pulmón: el que proviene de las vías respiratorias y el que emerge desde los alvéolos, donde ocurre el intercambio de oxígeno.
Esta separación es esencial para realizar un análisis más detallado y preciso, especialmente en la etapa temprana de ciertas enfermedades.
Además, Exhalapp es capaz de crear un patrón respiratorio único para cada persona, basado en la medición de las tres respiraciones anteriores del sujeto, lo que permite mejorar la precisión diagnóstica frente a otras tecnologías similares.
Actualmente, el sistema permite medir capnografía volumétrica, que analiza la concentración de dióxido de carbono (CO₂) y el volumen del aire exhalado.
Las pruebas realizadas hasta ahora en 12 personas han mostrado resultados altamente confiables, comparables con los equipos clínicos de referencia.
Alternativa a la broncoscopía
Esta tecnología podría presentarse como una alternativa a la broncoscopía, procedimiento médico tradicionalmente utilizado para observar las vías respiratorias, pero que resulta invasivo, costoso y requiere anestesia o sedación general.
De hecho, este último no se recomienda a personas con COVID-19 ya que obstruye las vías respiratorias, además de necesitar sedación, explicó la doctora Carla Taramasco, directora del ITISB.
Proyección clínica
El siguiente paso del equipo investigador es desarrollar tecnología propia de condensación del aire, para dejar atrás los dispositivos utilizados durante la etapa doctoral y avanzar hacia el uso clínico formal.
“Lo que pretendemos en estos momentos es agregarle recolectores de aire y condensadores que sean propios. Con el proyecto FONDEF que nos adjudicamos vamos a avanzar en esta etapa”, comenta Tuesta.
El plan contempla tres etapas de estudio clínico: primero con voluntarios sanos, luego con personas con sospecha de enfermedades respiratorias y, finalmente, con pacientes diagnosticados con fibrosis pulmonar en fase avanzada.
El objetivo es validar el uso hospitalario de Exhalapp y eventualmente comercializar un equipo clínico robusto.