
Moais en peligro: Estudio devela que ahu principal de Rapa Nui quedaría a merced de las olas en 2080
Exacerbando cada vez más los desastres ambientales, la crisis climática no solo amenaza la salud de las personas y los ecosistemas sino también el patrimonio arqueológico y una muestra de esto es el peligro que enfrentan los moai de la isla Rapa Nui.
Según un estudio liderado por el investigador pascuense Noah Paoa, el principal sitio patrimonial y arqueológico de la isla, Ahu Tongariki, donde 15 moais yacen en fila frente al mar podría ser alcanzado por las olas tan pronto como en 2080.
Para lograr la estimación utilizaron modelos computacionales para simular el impacto de las olas en las costas de la isla bajo distintos escenarios de aumento de nivel del mar según el calentamiento global, para luego revisar qué sitios culturales relevantes podrían quedar inundados primero.
El estudio cierra llamando a modelar con urgencia los futuros escenarios y su impacto en otros sitios culturales costeros de la isla, para luego generar procesos de consulta y participación ciudadana con las comunidades para así definir posibles esfuerzos de mitigación o adaptación.
¿Qué se puede hacer?
Según se destaca en la investigación, el daño a los moai presenta una amenaza para la conexión de las y los habitantes de la isla con su herencia e identidad. Además, pone en riesgo los modos de vida de comunidades que se valen del turismo costero cada vez más relevante en el mundo para generar ingresos relacionados con dar a conocer el patrimonio de la isla.
Para evitar perder los moai, los investigadores nombran distintas estrategias que van desde relocalizar las estatuas a zonas más altas que no se vayan a inundar en el futuro cercano, hasta construir rompeolas o fomentar ecosistemas como los corales que reduzcan que mitiguen la energía del oleaje para frenar la erosión.
Sin embargo, declaran que cada solución tiene sus riesgos y limitaciones, por lo que debería idearse una estrategia integral y multifacética con ayuda de la ciencia y consultas a las comunidades.
Rapa Nui y el plástico
Las islas pequeñas son de los territorios más vulnerables al cambio climático y a la degradación ambiental. En el caso de Rapa Nui una de las muestras de esto es la crisis de la basura plástica en los océanos. Se calcula que cada año llegan 4,4 millones de objetos de basura, y sobre todo microplásticos que son más difíciles de retirar del ambiente, y que se introducen en la cadena alimenticia de los peces y aves, generando problemas de salud y ambientales.
Un estudio de investigadores chilenos, publicado en la revista Nature, encontró que gran parte de los plásticos que recibe la isla no vienen de parches de basura que se acumulan en el océano, sino que llegan directamente desde el continente. 70% de dichos plásticos proviene de Chile y Perú.
Los plásticos que llegan más degradados vienen del continente, mientras que los que llegan en fragmentos más grandes y reconocibles provienen de la pesca industrial, por lo que han atravesado una menor distancia para llegar, degradándose menos.
El microplástico que llega a las costas afecta la vida en la isla de diversas maneras. Por ejemplo, un estudio capturó macarelas mejicanas, una especie muy pescada en la isla, y encontró que 80% de los peces de la muestra habían ingerido plásticos.
Sobre todo, los peces comieron fragmentos de polietileno azul, ya que los confunden con su fuente de alimento natural, que es un pequeño crustáceo azul. Esta es una de las decenas de formas en que los microplásticos que llegan a la isla pueden terminar afectando la salud de sus habitantes.