
Arrieros de Antuco y San Fabián quedan finalistas en premio mundial de montañismo por impulsar el turismo cultural y natural
Rutas Arrieras es el proyecto de campesinos de San Fabián y Antuco que quedó finalista en el prestigioso premio de montañismo Mountain Protection Award. La iniciativa rescata los antiguos caminos transitados por arrieros como huellas vivas de memoria, cultura y conocimiento del territorio.
La iniciativa incluye registros audiovisuales, relatos orales y encuentros comunitarios, para identificar y mapear las rutas de la actividad arriera, que está en riesgo de desaparecer por la migración del campo a la ciudad y las transformaciones en sectores rurales. También buscan fomentar la educación de montaña para un turismo responsable.
Para Javier Sepúlveda, presidente de la Asociación de Arrieros Galope de Antuco y uno de los más jóvenes que trabaja por preservar esta tradición, las rutas no son solo caminos sino “la identidad del pueblo. La sabiduría que transmiten los arrieros mayores es motivo de orgullo”, comenta.
Los dos premios posibles consisten en una retribución de entre 2 mil y 8 mil euros, un certificado de reconocimiento, difusión del proyecto desde la federación internacional de montañistas (UIAA) y recomendaciones por parte de un panel de expertos para escalar y potenciar el proyecto.
Entre los finalistas hay 20 proyectos de 19 países y la mayoría son postulados por asociaciones o federaciones de montañistas. Hay otros tres proyectos de Latinoamérica, postulados por organizaciones de Perú, Argentina y Brasil.
El proyecto Rutas Arrieras es desarrollado por la Fundación Madrugada y financiado por un programa del Ministerio de Cultura. La iniciativa nace junto a comunidades arrieras del corredor cordillerano Laguna del Laja - Huemules de Niblinto, que también es parte de una reserva de la biósfera de la UNESCO y hogar de las colonias más nortinas de huemul.
Este corredor biológico también ha sido escenario de un conflicto ambiental a raíz de la construcción del embalse La Punilla; un proyecto impulsado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP), y que inundaría parte del bosque caducifolio de la región del Ñuble. El proceso más reciente de licitación para el proyecto cerró en junio de este año sin ofertas.