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Colegios de Coquimbo cosechan agua de la niebla y ahorran 400 mil litros por año enfrentando la sequía
Colegio en Coquimbo se abastece con agua de la niebla. Foto: Fundación Lepe.

Colegios de Coquimbo cosechan agua de la niebla y ahorran 400 mil litros por año enfrentando la sequía

Por: María del Mar Parra | 04.08.2025
Iniciativas para cosechar agua de la lluvia o de la niebla han crecido en Chile ante la prolongada sequía. En la región de Coquimbo, atrapanieblas abastecen a escuelas y en Peñablanca, cajas de agua capturan la lluvia en los cerros y la usan para regar árboles nativos.

En la región de Coquimbo, donde la sequía no ha dado tregua incluso en los últimos años lluviosos, algunas escuelas de zonas rurales que dependen de camiones aljibe para obtener agua, se están abasteciendo hace años de agua atrapada del aire, con atrapanieblas.

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La iniciativa surge de la Fundación Un Alto en el Desierto, que desde 2005 se ha instalado en la región y hoy permite que las escuelas que usan el sistema ahorren más de 360 mil litros de agua al año.

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La niebla captura contaminantes del aire y por lo tanto el agua obtenida debe someterse a un tratamiento donde se filtra a través de membranas de ósmosis inversa. Esta tecnología elimina compuestos como el amonio, que ha sido identificado como el principal contaminante en el agua niebla que excede los límites establecidos por la normativa local.

Luego, el agua pasa por un proceso de desinfección con luz ultravioleta, que impide la proliferación de microorganismos durante su almacenamiento. Este sistema permite que 50% del agua atrapada de la niebla sea apta para consumo humano, mientras que la otra mitad se usa para riego de huertos escolares y áreas verdes.

El costo de producción de esta agua se ha estimado en aproximadamente 5 dólares por metro cúbico, lo que lo hace competitivo frente a otras fuentes de agua potable. El sistema no requiere de energía eléctrica, lo que lo vuelve viable para zonas con infraestructura limitada.

Cosechar agua lluvia

La cosecha de agua lluvia y agua niebla se ha adoptado por parte de distintas comunidades en Chile para enfrentar la sequía, con ayuda de universidades y organizaciones como fundación Lepe, que entrega cada año un fondo concursable para soluciones ecológicas comunitarias en el país.

Otro caso es el del parque La Reserva de Peñablanca al interior de la región de Valparaíso, donde vecinos y vecinas de una organización local ambientalista instalaron “cajas de agua” en los cerros.

Con el agua capturada de la lluvia en estas instalaciones han logrado plantar y regar 800 árboles nativos en la reserva, logrando ahorrar agua para destinarla a otros usos del lugar.

Proyectos como este han surgido en distintas partes del país, siendo el principal desafío la regulación ya que para que el agua de lluvia y de niebla sea apta para consumo humano debe atravesar tratamientos o procesos que no están establecidos por ley.