
Presidenciales 2.0 con 8 millones más de sufragios por el voto obligatorio: "Es un electorado más apático, más desconfiado"
El domingo 16 de noviembre, el padrón habilitado para sufragar en nuestro país está convocado a las urnas para participar de las elecciones presidenciales y parlamentarias que, tras el reestablecimiento del voto obligatorio, el 2022, crece de manera relevante.
Tanto así que, considerando una eventual segunda vuelta para definir al sucesor de Gabriel Boric en La Moneda el 14 de diciembre, estos comicios involucrarán a un nuevo universo de votantes de envergadura.
De hecho, en la elección de hace cuatro años, entre Boric y José Antonio Kast votaron en promedio siete millones de personas, escenario que no se reeditará, ya que ahora estarán concurriendo a las urnas, 15 millones. Es decir, se sumarán casi 8 millones de votantes más con el voto obligatorio.
Un antecedente no menor que en entrevista con El Desconcierto analiza Rodrigo Espinoza, director de la Escuela de Administración Pública de la Universidad Diego Portales (UDP).
“Esto va a ser un cambio significativo con la regla de inscripción automática y voto obligatorio en comparación a la elección de 2021. Eso va a significar, finalmente, un mayor volumen de votantes que van a acudir a los locales de votación, y eso va a implicar que los costos de gestión de la elección también van a ser mayores", contextualiza el experto.
Y a eso, agrega: "se le suma que vamos a tener elecciones parlamentarias y en algunas regiones, además, no solamente la elección va a ser de Cámara Baja, sino que también se van a escoger senadoras y senadores".
Más votantes en una elección con "incentivos perversos"
"Va a ser una elección que va a requerir mucha capacidad de gestión", sintetiza al tiempo que destaca que, esta se desarrollará bajo un nuevo y desafiante padrón.
"Deja el escenario muy abierto, porque se incorporan votantes que tradicionalmente no formaban parte del proceso", advierte respecto de esta nueva masa de 8 millones de votantes que se sumará a los comicios de fin de año.
Lo que va a significar, indudablemente, agrega, "una transformación también en todo lo que tiene que ver con la oferta de los partidos a través de sus candidaturas pero, al mismo tiempo, también existe lo que podríamos denominar 'incentivos perversos' en este proceso".
-¿Por qué?
-Porque hoy tenemos más de 300 nombres recolectando firmas para lo que va a ser la inscripción de candidaturas independientes, sobre todo porque el sistema entrega sobre el gasto electoral rendido, alrededor de $1.500" por voto en la primera vuelta de la elección.
Así lo sostiene el analista en línea con lo que detalla el Servel en su web, apuntando a un monto equivalente a 0,04 UF por voto obtenido.
Entonces, resume, "también se produce una lógica de incentivos perversos que los estamos viendo en el actual proceso".
-¿Qué se puede esperar?
-Sin lugar a dudas va a ser una gran transformación desde el volumen de votantes y, al mismo tiempo, desde la gestión de las elecciones, organización de los centros de votación, conteo de votos, o sea, se van a tener que desplegar esfuerzos significativos y, sin duda alguna, va a ser una elección histórica por las reglas con las cuales se va a regir la competencia.
Partidos tendrán que alinearse con las prioridades
Para Espinoza, “las elecciones habitualmente suelen ser una suerte de juicio sobre quienes gobiernan y una cuestión importante de cara a estas elecciones, sobre todo con el gran número de votantes que se van a sumar", recalca.
“Los votantes, sobre todo aquellos que no se identifican con algún sector político, el día de la elección van a ver en la urna si su vida es igual, mejor o peor actualmente, en comparación a los últimos cuatro años”.
Entonces, dice a renglón seguido el experto, "esas van a ser probablemente las consideraciones que los electores van a tomar en cuenta. Y desde el punto de vista de la oferta de los partidos políticos, se van a tener que tomar las prioridades ciudadanas que hemos visto en las últimas encuestas de opinión pública.
Y en su desglose, detalla que "están tópicos como seguridad, economía, empleo, es decir, las candidaturas van a tener que abordar estas temáticas, y no hablarles a sus nichos de votantes como ocurría con las elecciones anteriores".
"Así que la oferta va a tener que estar más centrada en cuestiones más bien de interés común para las personas, en lugar de centrarse en elementos estrictamente identitarios llamando a los nichos de votantes solamente para acudir el día de la elección”.
Ese va a ser, complementa, "un desafío importante por parte de las candidaturas que van a competir en la primera vuelta".
¿Qué podemos esperar de este nuevo electorado?
"Lo que podríamos esperar es un electorado más apático, más desconfiado de la institucionalidad", sostiene. Pero al mismo tiempo, dice Espinoza, "va a haber un nicho no menor de votantes que se va a sentir obligado a participar, porque se puede arriesgar a que se ejecute una multa".
Pero, sin embargo, "desde el otro lado las expectativas de estos votantes están vinculadas" a "la oferta de las candidaturas, lo que va a quedar por ver es lo que se va a ofertar como ejes prioritarios. De qué manera va a mejorar las condiciones de vida de los chilenos de acá a los próximos cuatro años", agrega.
-¿Cómo lo ve?
-Yo creo que eso va a ser una cuestión bastante sustantiva, pero al mismo tiempo, lo que estamos viendo en las últimas encuestas de opinión pública donde José Antonio Kast (Partido Republicano) y Jeannette Jara (Partido Comunista) están tomando la delantera, es un escenario de polarización, lo cual es bastante preocupante.
El cambio de las reglas, claramente, transforma los incentivos y los partidos políticos y las candidaturas no van a tener que hablarles únicamente a sus nichos de votantes, ni centrarse en elementos identitarios, sino que más bien van a tener que hablarle a la gran mayoría de chilenos respecto a sus necesidades más urgentes, que es lo que han ido evidenciando las encuestas de opinión pública.
Finalmente, advierte, este nuevo escenario en el que competirán los aspirantes a La Moneda debiera traducirse en una nueva modalidad de captura del voto ciudadano.
"Me parece que estas campañas no van a estar dirigidas estrictamente al militante de partido, o a elementos que tienen que ver más bien con la fidelización del votante que vota siempre por izquierda, o por la derecha o por el centro, sino que más bien va a estar basada también en tópicos que le hagan sentido, a la gran mayoría de chilenas y chilenos que principalmente no participa activamente en política, ni se identifica con algunos de los bloques políticos que están en competencia", concluye el entrevistado.