
Exhiben gratis y en línea películas de Luis Cornejo, pionero del cine social chileno: dónde ver su obra maestra "El fin del juego"
En el marco de las celebraciones del Día de los Patrimonios, la plataforma PlayFICValdivia pone a disposición del público una selección invaluable de películas chilenas, completamente gratis, entre ellas las del director y escritor Luis Cornejo.
Entre los títulos disponibles destaca El fin del juego, que retrata con mordacidad la decadencia de la clase media santiaguina en los años 70.
Luis Cornejo y el cine social
Uno de los puntos más llamativos del catálogo es la presencia de las películas de Luis Cornejo Gamboa, considerado un pionero del cine social chileno.
Criado en el barrio Vivaceta y formado como maestro instalador de cerámica, Cornejo comenzó su camino artístico en el teatro y luego en la literatura con Barrio Bravo (1955), un libro compuesto por relatos crudos de la vida en los sectores populares de Santiago.
Su ingreso a la Escuela de Cine Experimental de la Universidad de Chile lo vinculó a figuras fundamentales del nuevo cine chileno.
Participó en la producción de películas como Yo tenía un camarada de Helvio Soto y Aborto de Pedro Chaskel.
En 1962 dirigió La universidad en la Antártica, un documental que fusiona la ciencia con un retrato identitario, y en 1965 filmó su primer cortometraje de ficción, Angelito, donde denuncia el abandono estructural que enfrentan las trabajadoras domésticas.
Su papel en la producción de El chacal de Nahueltoro (Miguel Littín, 1969) fue determinante: gestionó escenarios reales y comprometidos con la pobreza rural y urbana, dotando a la obra de un realismo impactante.
“El fin del juego”: sátira de una clase en decadencia
En 1970, pocos meses después del triunfo de Salvador Allende, Cornejo presentó El fin del juego, su único largometraje. El filme, lejos del cine militante que algunos esperaban, retrata con ironía el deterioro de un burgués santiaguino venido a menos.
Su protagonista, Calvin Lira, deambula entre el alcohol, la arrogancia y la autocompasión, mientras repite frases como: “La clase, mi perrito, no se compra ni se pierde”.
Con un enfoque crítico, la cinta retrata el arribismo y la hipocresía de una clase media alta atrapada en su propio cinismo, utilizando un tono paródico que echa luz sobre el clasismo de la época. Sin embargo, fue ignorada por la prensa en su estreno, que esperaba una propuesta más alineada con el clima político del momento.
¿Cómo y dónde ver las películas?
Debes ingresar a la plataforma de streaming del Festival Internacional de Cine de Valdivia: PlayFICValdivia.