
Salitrera Humberstone se convertirá en pasarela de moda para quienes rescatan la basura textil en el desierto
En 2022 y con la idea de cambiar cómo se hacen las cosas en la industria de la moda, nació la marca chilena Fashion Runway Design (RFD), que implementó un programa de desafíos circulares para que diseñadores de moda y artesanías crearan colecciones hechas con desechos textiles, que se han convertido un problema ambiental para Chile.
Todo comenzó en la región de Biobío, y luego empezaron a trabajar en Tarapacá debido a la cantidad de ropa en desuso que se acumula en el desierto de Atacama. Este 10 de mayo, modelos vestidas con las prendas de alta moda diseñadas en el último desafío circular, desfilarán en un escenario icónico: la salitrera Humberstone.
Destacando la innovación en el diseño y reutilización de materiales, la pasarela marcará el cierre del Congreso Internacional de Moda y Artesanía Circular y Sostenible, (CIMACS), donde diseñadores, artesanos y especialistas compartirán su experiencia en prácticas sostenibles para el rubro, diseño circular, materiales ecológicos y modelos de negocio responsables.
El congreso se celebra el 8 y 9 de mayo en la Zona Franca de Iquique y las entradas para todas las instancias son gratuitas, ya que la marca cuenta con el apoyo de SQM, Corfo, Innovaglobal, Teck QB y la Zona Franca de Iquique. Cerca de 140 outfits serán desfilados en la pasarela, con la participación de influencers y shows de música en la salitrera que en 2005 fue reconocida como patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Rescate textil en el desierto
Reciclar basura textil ha obligado al equipo y participantes de los desafíos de RDF a entrar en contacto directo con todo lo que genera la importación y desecho de ropa en el desierto de Atacama.
Johana Fernández, directora de RDF, relata que las cosas han cambiado en el desierto desde que la primera noticia sobre el mega vertedero de ropa en Alto Hospicio se tomó la prensa internacional.
“Ese mega vertedero se quemó por gente de la zona y ahora hay micro vertederos distribuidos por distintas partes, que se queman cada tanto y van cambiando de lugar. Me sorprendió ver por ejemplo niños jugando entre la ropa en estos pequeños ecosistemas que se crean alrededor de la basura textil”, explica.
Además, comenta que varias veces los han perseguido o intentado echar cuando van a rescatar residuos textiles para sus desafíos, por lo que deben ir acompañados en equipo y con mucho cuidado.
“Hemos tenido una buena acogida de las comunidades y la academia en Tarapacá, pero cuando vamos a rescatar ropa muchas veces nos han salido persiguiendo y son personas que contratan las empresas para que echen a quienes quieren difundir la problemática. Eso es difícil de revertir porque se aprovecha a personas que tienen muchas dificultades económicas y necesitan el dinero”, describe.