
Cambiados al nacer: Las largas luchas legales de familias marcadas por entregas erradas de hijos en hospitales en Chile
El invierno de julio de 1980 en Balmaceda quedó marcado por un error que nadie conoció hasta más de cuatro décadas después.
Según se puede apreciar en el fallo judicial, ese mes, dos bebés nacieron en el Hospital Regional de Coyhaique.
Cada familia se fue a casa creyendo que llevaba en brazos a su hija biológica, pero lo que parecía una historia cerrada se transformó, cuarenta y dos años más tarde, en una pesadilla emocional que remeció sus vidas por completo.
Recién en 2022, tras pruebas genéticas, las familias descubrieron que sus hijas habían sido entregadas a la familia equivocada al nacer.
El impacto emocional fue devastador. No solo se trataba de años perdidos, sino de una fractura profunda en sus identidades, relaciones y memorias familiares.
A partir de este descubrimiento, ambas familias iniciaron en junio de 2023 una demanda civil contra el Hospital Regional de Coyhaique y el Servicio de Salud de Aysén, responsabilizándolos por una falta de servicio que les causó daños emocionales que perduran hasta hoy.
"Acreditada esta falta de servicio"
El caso fue conocido por el Primer Juzgado de Letras de Coyhaique, bajo la resolución del juez subrogante José Briones Escobar.
El fallo condenó a ambas instituciones a pagar solidariamente la suma de $1.340.000.000 por concepto de daño moral.
Según detalló el juez, se acreditaron plenamente las secuelas emocionales, afectivas, adaptativas y sociales sufridas por los demandantes.
“La pericia realizada da cuenta de efectos que perduran en el tiempo y que requieren, de acuerdo a su sugerencia, tratamiento psiquiátrico para nivelar y bajar los niveles de ansiedad, trastorno por estrés postraumático y depresión”, sostiene el fallo.
Además, se recomendó un acompañamiento psicológico para que las familias puedan resignificar lo vivido, adquirir herramientas para aceptar lo ocurrido y encontrar formas de procesar y sanar las heridas abiertas por esta situación.
El magistrado Briones explicó que “el tribunal estimó que se verificaban en la especie los elementos necesarios para tener por acreditada esta falta de servicio”.
Las defensas del Hospital de Coyhaique y del Servicio de Salud de Aysén fueron rechazadas, luego de que intentaran controvertir la procedencia de la acción.
El fallo detalla que el daño moral se materializó “en un primer impacto al momento de cada uno enterarse que su realidad familiar se trastocaba, hasta el presente y futuro”.
Para el tribunal, la valoración económica del daño hecha por los demandantes resultaba adecuada y proporcionada para reparar el mal causado.
Por ello, accedió a la demanda en los términos solicitados, determinando las sumas a pagar sin reajustes ni intereses retroactivos, pues las obligaciones nacieron solo con esta sentencia.
Un caso similar en Coquimbo
Aunque este caso ocurrido en 1980 estremeció a la región de Aysén, no es el único en Chile. Otro episodio tuvo lugar en septiembre de 1994 en la maternidad del Hospital San Pablo de Coquimbo, cuando dos bebés fueron intercambiados por error.
Una de las madres, Carolina, llevó a casa al pequeño mellizo hijo de Tatiana, mientras que Tatiana crió al primogénito de Carolina.
Sin saberlo, ambas familias vivieron más de una década criando a hijos ajenos.
La verdad emergió de manera inesperada en 2003, cuando a Juan Pablo, uno de los niños, le detectaron leucemia.
Su madre decidió demandar al hombre que creía era el padre del niño, pero los exámenes de ADN revelaron que ninguno de los dos era su progenitor biológico.
Las investigaciones llevaron a descubrir que el niño había sido cambiado al nacer. Tras una serie de procesos judiciales, la Corte de Apelaciones de La Serena resolvió en favor de las víctimas y ordenó al Servicio de Salud de Coquimbo pagar una indemnización total de $480 millones.
De ese monto, $150 millones correspondieron a la madre, otros $150 millones al padre, $150 millones al hijo afectado, y $30 millones a otro hijo de la familia.
El director del Servicio de Salud de Coquimbo, Ernesto Jorquera, lamentó lo sucedido y afirmó que, gracias a los métodos actuales y las lecciones aprendidas, este tipo de errores son hoy poco probables.