
Paulina Urrutia se sincera en medio de su batalla contra el cáncer: “Morir también es parte de la vida”
Compartiendo un sentido mensaje a quienes atentamente la escucharon, la actriz nacional Paulina Urrutia confesó sus sensaciones en medio de su dura batalla contra el cáncer de mama que le fue diagnosticado.
La eterna compañera de Augusto Góngora se presentó en el marco del festival Puerto Ideas de Antofagasta, donde habló de su taller “La ciencia de las emociones”.
“Nos hemos convencido que para vivir la vida, cómo se tiene que vivir, tenemos que sacar las emociones porque al parecer nos hacen perder la cabeza y el control. En Chile no somos tiernos. Es una emoción de la que tenemos poca percepción”, comenzó.
“¿Y por qué? Porque no la practicamos. Salvo con nuestros animales, con nuestra familia cercana, pero no somos atentos, cariñosos, cuidadosos”, añadió, según recogió The Clinic.
Paulina Urrutia enfrenta a la muerte
Es ahí que, durante el conversatorio, Paulina Urrutia hizo una profunda reflexión sobre cómo la sociedad chilena enfrenta un diagnóstico de cáncer.
“Lo más doloroso ha sido cuando la gente me dice: ‘Es que usted ha sufrido tanto que tenía que darle cáncer’. Como si el sufrimiento fuera algo que hay que pagar con enfermedad”, avisó.
“Todos sufrimos. Todos deberíamos estar con cáncer si fuera así. Hay que dejar de exigir que las personas ‘sanen’ para ser aceptadas. Sanar no siempre es posible, y morir también es parte de la vida”, añadió sobre la misma.
Por eso, Urrutia continuó diciendo que “la gente, en general, no tiene conciencia de cómo influyen las emociones en la vida cotidiana. Entonces, como no las consideran, las emociones hacen lo que quieren con uno. Si no sabemos cómo nos afectan, tampoco sabemos cómo aprender”.
Para cerrar, la actriz precisó que “hoy mi vida se mueve por el anhelo. La fuerza del amor es el estado que nos impulsa a seguir viviendo. El amor como motor, como impulso, como energía. No es algo romántico, es lo que nos hace levantarnos todos los días. Y aquí seguimos, dándole como mono porfiado”.