
Dermatólogas expertas explican cómo evitar sequedad y daños en la piel durante el invierno
El invierno y el otoño traen consigo una serie de desafíos para la salud de la piel ya que la baja humedad, las temperaturas extremas y la exposición constante a calefacción en interiores pueden provocar sequedad, descamación y hasta inflamaciones si no se toman las medidas adecuadas.
Así lo advierten las dermatólogas Carolina Gómez y Andrea Cortés, especialistas de la Universidad de Chile, quienes entregan una serie de recomendaciones para enfrentar esta temporada sin descuidar el órgano más grande del cuerpo.
¿Cómo afectan las bajas temperaturas a la piel?
Uno de los principales efectos del frío es la alteración de la barrera cutánea. Las bajas temperaturas producen "pérdida de agua, sequedad y sensación de piel áspera y tirante”, señala la doctora Andrea Cortés, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
A esto se suma el impacto de los cambios bruscos de temperatura entre espacios calefaccionados y el aire gélido del exterior.
“La piel en general tiende a resecarse, y más aún con los cambios de temperatura fuerte que tenemos a veces, al interior de nuestras casas por el uso de estufas o de calefacción central, y después salimos a un ambiente súper frío y si la piel no está efectivamente bien humectada se tiende a resecar”, explica por su parte la doctora Carolina Gómez, académica del Departamento de Dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
¿Qué recomendaciones seguir para cuidar la piel?
Ambas especialistas concuerdan en que el primer paso es la hidratación diaria del cuerpo con cremas más densas que las usadas en verano.
Se deben preferir productos" que entreguen agua a la piel y eviten su pérdida". (...) Ojalá usarlas después de la ducha, donde se optimiza la absorción y si el producto tiene ácido hialurónico, ceramidas, manteca de karité, por ejemplo, será más hidratante aún”, aconseja la doctora Cortés.
Además, es clave proteger la piel expuesta. Para el rostro, recomiendan bufandas u otros accesorios si se tiene piel sensible, y una buena crema hidratante tanto por la mañana como por la noche.
Las manos también necesitan atención. Por lo mismo, se recomienda aplicar cremas con frecuencia y usar guantes si se exponen a estar al aire libre por largos periodos, señala la doctora Gómez.
En cuanto a las extremidades, los cuidados no son menores. “Pies, manos, orejas y nariz tienden a enfriarse más por su circulación terminal", indica Cortés.
Por eso es importante usar guantes, calcetines de algodón y cubrir bien esas zonas. En esas áreas pueden aparecer sabañones (eritema pernio), que se manifiestan como enrojecimientos dolorosos debido a la mala circulación, explica.
Ambas especialistas también llaman a no abusar de estufas, calefactores ni guateros, ya que el contacto excesivo con el calor puede causar inflamaciones.
“A veces esto nos provoca algunas inflamaciones de los deditos de las manos o de los pies”, advierte Gómez.
¿Hay que usar bloqueador en invierno?
Otro punto que suele ser ignorado en los meses fríos es la aplicación del protector solar. A pesar del clima nublado o la baja sensación térmica, la radiación ultravioleta sigue presente.
“Recordemos que aunque las temperaturas bajen, la radiación solar UVA está presente todo el año y atraviesa nubes. Por lo tanto, sí debemos aplicar protector solar. Más aún si se practican deportes en la nieve, donde la radiación se refleja con más fuerza”, subraya Cortés.
La frecuencia también es clave. Gómez recomienda aplicarlo al menos tres veces al día. “Le digo a los pacientes, tienen que ponerse protector solar en invierno y verano. Tanto dentro como fuera de casa, porque por las ventanas entran los rayos solares".