VIDEO| La violencia en el fútbol: ¿Reflejo de una sociedad quebrada?, con el académico Jorge Manzi
La violencia en el fútbol chileno ha alcanzado niveles alarmantes en las últimas semanas, con episodios trágicos que han encendido las alarmas sobre la seguridad en los estadios. Para comprender mejor este fenómeno, El Desconcierto conversó con Jorge Manzi, psicólogo social, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile y director de MIDE UC, quien analizó desde una perspectiva psicológica los factores que contribuyen a estos comportamientos violentos.
La trágica muerte de Milan (12 años) y Martina (18 años), acontecida el 10 de abril, poco antes del inicio del partido entre Fortaleza y Colo Colo, sumado a lo ocurrido durante la celebración del centenario albo,que dejó un fallecido y siete heridos, incluidos dos menores de edad afectados por disparos, son algunos de los hitos recientes que han puesto en el foco nuevamente a la violencia en el fútbol, pero esta mezcla es antigua y tiene un trasfondo que no corresponde solo a la contingencia.
Al respecto, Manzi explicó que "el deporte es una manera regulada de participar en un evento competitivo, donde la motivación principal es ganar". Sin embargo, advierte que el problema surge "cuando los hinchas deciden tomarse el espectáculo como si lo importante fuera lo que esos hinchas hacen y no lo que está pasando en el campo de juego".
El experto recordó cómo ha cambiado la experiencia en los estadios a lo largo del tiempo. "Yo cuando era pequeño, mi abuelo me llevaba al estadio y era un espectáculo familiar. Nunca tuvimos ningún incidente, ninguna experiencia negativa", relató. En contraste, mencionó que al llevar a sus propios hijos al estadio, unos 30 años atrás, "pasé susto en distintas maneras".
Desde una perspectiva de la psicología social, Manzi introdujo el concepto de "desindividuación", término acuñado por Philip Zimbardo (conocido por su experimento de la prisión de Stanford). "Es un estado en que las personas pierden la capacidad de autorregularse que normalmente tenemos, que es la conexión con valores, con principios", explicó.
Este fenómeno, según el académico, se ve potenciado en los estadios por factores como el anonimato, el tamaño del grupo, el uso de camisetas y pinturas faciales. "Todo eso contribuye a un fenómeno psicológico en que las personas perdemos nuestros estándares regulares para controlarnos y lo reemplazamos por las normas de la situación", señaló.
Además, Manzi destacó que este no es un problema exclusivo de Chile. "No es chileno, es un fenómeno internacional. Lo más famoso son los hooligans ingleses, pero también las barras bravas argentinas tuvieron un rol muy importante en que se importaran sus prácticas, sus cánticos, sus costumbres", indicó.
Con respecto a las barras bravas locales, el experto mencionó un detalle revelador: "Me impresionó mucho, cuando fui con mis hijos al estadio, ver que había tantos barristas que ni siquiera estaban mirando el partido. Estaban de espalda a la cancha mirando hacia el bombo de la barra, en una calistenia, en una actividad física más o menos permanente, casi todo el partido, sin enterarse de lo que estaba pasando en la cancha".
Sobre las posibles soluciones al problema, Manzi destacó el caso inglés como referencia. "En el caso de los hooligans, donde hubo políticas públicas más grandes, tomaron medidas fuertes justamente para volver a hacer que la gente se sintiera identificable, que no pudieran percibir el anonimato de una manera tan fuerte".
Entre estas medidas, explicó, se incluyeron "identificación de los integrantes de la barra, instalación de cámaras para poder detectar quiénes son aquellas personas que participan en actos de violencia". Estas identificaciones llevaban a condenas como "el impedimento de entrar a los estadios", lo que resultaba particularmente efectivo.
El psicólogo también abordó la toma de decisiones de las autoridades frente a hechos violentos. "Es grave que antes del inicio del partido se ha constatado que dos personas murieron, el partido aún así se juegue", criticó, haciendo referencia a la decisión de la Conmebol y la dirigencia de Colo Colo de continuar con el encuentro pese a las muertes ocurridas.
"Si tú les planteas hoy día a esos dirigentes la situación tal como ha evolucionado, ¿qué dirían? Por supuesto que tendrían que decir, 'de todas maneras yo suspendo el partido', porque para Colo Colo el castigo que está recibiendo deportiva y económicamente es mucho mayor que el que habría incurrido de haber tenido que suspender un partido", reflexionó.
En otro segmento de la entrevista, Manzi explicó cómo todos somos vulnerables a ser influidos por dinámicas grupales. "Es importante la humildad intelectual para entender que todos nosotros podríamos haber estado en una situación como la que normalmente criticamos", señaló, advirtiendo contra la "superioridad moral" que nos hace creer que no caeríamos en los mismos comportamientos.
Para Manzi, el camino hacia estadios más seguros pasa por "bajar el grado en el cual la gente se sienta protegida por la grupalidad, por el anonimato". Solo así, sugiere, podremos reconectar a los individuos con sus valores y principios, permitiendo una convivencia pacífica no solo en los estadios, sino en la sociedad en general.