
Fraudes digitales alcanzarán los US$343 mil millones en 2027: IA híbrida detecta amenazas en tiempo real para frenarlo
A medida que las transacciones digitales se multiplican en la región, también lo hacen los riesgos asociados al fraude financiero.
Frente a este escenario, la inteligencia artificial híbrida se posiciona como una herramienta estratégica para frenar delitos que podrían costarle al mundo más de 343 mil millones de dólares en los próximos dos años, según cifras de Juniper Research.
Esta tecnología, que combina reglas basadas en conocimiento experto con modelos de aprendizaje automático, permite a los sistemas de detección identificar patrones anómalos en tiempo real.
Así, mejora significativamente la precisión para reconocer fraudes, superando las limitaciones de los modelos tradicionales, que dependen exclusivamente de datos históricos.
Paola Sánchez, desarrolladora de negocios de la empresa INFORM en Latinoamérica, destaca que esta solución no solo refuerza la seguridad, sino que también mejora la eficiencia operativa de bancos y plataformas de comercio electrónico.
“Nuestra tecnología permite procesar más de 5.200 transacciones por segundo, lo que resulta clave para garantizar pagos instantáneos sin fricciones innecesarias”, explica.
Una de las ventajas más relevantes de esta tecnología es que su implementación no exige transformaciones radicales en la infraestructura digital de las instituciones financieras.
Puede integrarse gradualmente a través de APIs y servicios en la nube, lo que permite una adopción flexible y sin interrupciones en la operación diaria.
Además de prevenir fraudes, la IA híbrida ofrece garantías en términos de privacidad. Técnicas como la tokenización o el enmascaramiento de datos permiten proteger la información sensible de los usuarios y cumplir con regulaciones internacionales como el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (GDPR).
En contextos donde la inclusión financiera aún representa un desafío, como ocurre en varias zonas de América Latina, esta tecnología también puede marcar la diferencia.
Al permitir detectar fraudes más sofisticados y adaptarse a diferentes entornos, contribuye a fortalecer la confianza en los sistemas digitales y facilita el acceso a servicios bancarios para personas previamente excluidas.
Las proyecciones apuntan a un crecimiento sostenido del uso de IA en el sector financiero. Según Mordor Intelligence, este mercado alcanzará los 50.870 millones de dólares en 2029, una tendencia que podría replicarse en Latinoamérica dada la creciente demanda por soluciones tecnológicas más seguras y eficientes.