
Violencia psicológica en una relación: Cómo identificar señales y qué efectos deja en la víctima
Ya sea violencia física, psicológica o emocional, todas generan consecuencias negativas en una determinada relación de pareja, que tiene como principales víctimas a las mujeres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De hecho, 1 de cada 3 mujeres ha experimentado situaciones de violencia durante una relación amorosa en su vida.
En ese contexto, el director Académico en Psicología Clínica y Sexología en ADIPA, Rodrigo Jarpa, explica qué señales determinan que una relación sea violenta y las consecuencias de ello.
¿Cuáles son las señales y consecuencias de una relación violenta?
El académico destaca los celos excesivos. Si bien se constituyen como una respuesta natural ante algo que se percibe como amenaza, existen actitudes que traspasan los límites de lo común.
En ese sentido, comienzan a ser destructivos si no se toman medidas para manejarlos adecuadamente.
De lo contrario, "generan desconfianza, control y conflictos constantes. No son una prueba de amor, sino una manifestación de inseguridades que deben trabajarse", indicó el especialista.
Una buena forma de aprender a controlar los celos es asistiendo a terapia pues el o la profesional a cargo facilitará el aprendizaje de las herramientas necesarias.
En tanto, la violencia psicológica en general deriva en una serie de enfermedades y trastornos mentales pues "erosiona la autoestima y afecta la salud mental, generando ansiedad, depresión y estrés postraumático".
¿Por qué una persona se convierte en agresora?
Según Jarpa, no existe una única causa para que una persona comience a ejercer violencia, sea física o psicológica, a su pareja.
"No hay una única causa, pero el aprendizaje social, la falta de regulación emocional, creencias machistas, problemas de salud mental o abuso de sustancias son elementos que influyen en este comportamiento", explica.
¿Cómo ayudar a alguien a salir de una relación violenta?
De acuerdo con el especialista, la clave es no juzgar a la víctima pues hay que reconocer que existen una serie de factores que mantienen a la mujer en ese vínculo.
"Muchas víctimas no toman la decisión de irse por miedo, dependencia económica o emocional, o porque aún aman a su pareja", recalca.
En ese sentido, "la clave es escuchar, fortalecer su autoestima y brindar información sobre recursos de ayuda".
Idealmente la víctima debe concretar su salida de la relación bajo un enfoque integral, es decir, que involucre psicoeducación, trabajo en autoestima, redes de apoyo y aprendizaje de estrategias de afrontamiento.
¿Cómo afecta una relación violenta a hijos/hijas?
Según el especialista, las o los menores que crecen en un hogar donde se ejerce violencia entre padre y madre tienden a desarrollar una serie de problemas y trastornos mentales.
Algunas consecuencias son, por ejemplo, ansiedad, depresión y problemas para mantener sus relaciones interpersonales.
Por otro lado, algunos pueden repetir estos patrones durante la vida adulta.
En ese sentido, "para mitigar estos efectos, es fundamental brindarles un entorno seguro, acceso a terapia psicológica y modelos de relaciones afectivas sanas", afirma el especialista.