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La férrea oposición de Piñera a la pena de muerte cuando era senador:
Foto: Agencia Uno

La férrea oposición de Piñera a la pena de muerte cuando era senador: "No cumple con ninguno de los objetivos que debe tener"

Por: Nicole Donoso | 13.03.2025
En 1996 el expresidente Sebastián Piñera, cuando era senador, defendió férreamente la abolición de la pena de muerte tomando como argumentos preceptos religiosos, filosóficos y jurídicos. 29 años después, la candidata presidencial Evelyn Matthei reabre el debate contraponiéndose a la postura de quien fuera uno de los principales líderes de su sector.

El crudo asesinato de un matrimonio en la comuna de Graneros, en la Región de O'Higgins, ha consternado a dicho sector y el caso ha escalado hasta la escena política luego de la candidata presidencial de RN y UDI, Evelyn Matthei, instara a dialogar en torno a la restitución de la pena de muerte en Chile.

"A mí no me corresponde, no estoy en el Congreso, pero lo único que quiero decir es que hay ciertos casos, en que a mi juicio, por lo menos, yo mantengo lo que dije el año 2001, la pena de muerte sí debería aplicarse”, expresó la candidata.

Esta sanción fue abolida en el año 2001 y contó precisamente con el voto en contra de la exalcaldesa de Providencia. 24 años después pareciera que su visión se mantiene firme generando divisiones morales dentro de los diversos sectores de la derecha.

Sin embargo, uno de los líderes políticos a quien defiende con convicción la candidata Matthei manifestaba hace 29 años su clara posición al respecto: La pena de muerte debía ser abolida. Se trata del fallecido expresidente de la República, Sebastián Piñera.

Frente a las declaraciones de Matthei, la ministra vocera (s) de Gobierno, Aisén Etcheverry, no se quedó callada y emplazó a la candidata.

"Nuevamente entramos en la confusión. La candidata aparece promoviendo una discusión que se cerró hace ya muchos años, donde el propio expresidente Piñera -que es representante fundamental de su sector- estuvo en contra y trabajó por que ésta se aboliera", sostuvo.

Además, Chile se encuentra suscrito a acuerdos internacionales como el Tratado de San José de Costa Rica que establece que los países que hayan abolido la pena de muerte no podrán restituirla nuevamente.

Por otro lado, la ministra aseguró que "la evidencia demuestra de que no es efectiva para el combate del crimen".

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La férrea oposición de Piñera a la pena de muerte

Fue en la Sesión Ordinaria N° 15 celebrada el 9 de julio de 1996 cuando, en ese entonces, el senador Sebastián Piñera intervino en la discusión de la moción parlamentaria de su misma autoría que proponía la abolición de la pena de muerte.

El expresidente defendió el proyecto con base en argumentos religiosos, filosóficos y con antecedentes de la época.

"Una justa ponderación de todos los hechos, y analizándolos especialmente en una perspectiva histórica y de evolución, me lleva a concluir -y por tanto a hacer la proposición respectiva- en la conveniencia de eliminar en Chile la pena de muerte", partía explicando.

Dentro de los argumentos religiosos, el exmandatario citó la Encíclica del Papa Juan Pablo II titulada "Evangelio de la Vida" (1995), considerada para él como una muestra de "evolución" al evidenciar un cambio en la visión de la Iglesia Católica respecto a este tema.

"La autoridad pública debe reparar la violación de los derechos personales y sociales mediante la imposición al reo de una adecuada expiación del crimen, como condición para ser readmitido al ejercicio de la propia libertad".

Por otro lado, desde una visión jurídica el mismo Juan Pablo Segundo explicaba que si bien la pena de muerte debía aplicarse en caso excepcionales, hoy en día (1995) la institución penal contaba con una organización cada vez más adecuada para sancionar sin recurrir a este máximo castigo.

Entonces, "no se trata de una pena que debe ser aplicada excepcionalmente, como era el pensamiento anterior -San Agustín y Santo Tomás-; se trata de una sanción que, por su excepcionalidad, debe tender a ser erradicada definitivamente de los ordenamientos jurídicos en que se encuentra consagrada", explicaba Piñera.

En cuanto a argumentos filosóficos de la doctrina del humanismo, se entiende que "la vida del hombre es un valor sagrado y que, por consiguiente, debe respetarse a toda persona como un derecho inviolable", sostenía el exmandatario.

"Ningún otro, cualquiera que sea la razón, puede disponer de una vida humana sin usurpar el poder de Dios".

Además, así como el Estado establece restricciones a sus individuos este también posee limitaciones. "El Estado tiene el deber de consagrar la vida de las personas. Ello implica que el derecho a la vida no sólo debe ser asegurado, sino también respetado y defendido por el ordenamiento jurídico que dicho Estado (...) se ha conferido.

Tomando como referencia esos argumentos, el exmandatario da paso a los argumentos jurídicos al señalar que el Derecho "no puede disponer de un valor como la vida humana", más bien "el derecho a la vida constituye un límite infranqueable para la soberanía del Estado", independiente de los delitos que cometan las personas.

En la misma línea, una pena no debe tener por objetivo "la venganza", sino que debe cumplir con tres objetivos: su carácter retributivo, su carácter rehabilitador y su carácter ejemplificador.

La cadena perpetua es la sanción adecuada que cumple estas características al "retribuir el daño causado por el reo sin necesidad de proceder a su eliminación como persona", sostuvo.

Finalmente, sostiene que varios informes internacionales daban cuenta para ese época que la pena de muerte no incidía en la comisión de delitos de extrema gravedad.

¿Cuál es la postura de Kast y Kaiser?

Tiempo atrás el líder del Partido Nacional Libertario (PNL), Johannes Kaiser, abogaba por restituir la pena de muerte para personas culpables de delitos de violación y sicariato.

En tanto, el año pasado y a raíz del crimen de tres uniformados de Carabineros en Cañete, presentó un proyecto de ley que busca condenar a muerte a quienes asesinen a personal policial y a funcionarios de las Fuerzas Armadas.

"Hay delitos que son imperdonables. No podemos proteger a los asesinos más despiadados mientras las víctimas quedan olvidadas”, sostuvo.

Por su parte, José Antonio Kast, líder del Partido Republicano (PR), manifestó una postura menos extremista asegurando que la cadena perpetua es la mejor sanción que pueden recibir los delincuentes.

"La sanción más dura que se le puede aplicar a un delincuente, a un narcotraficante, a un violador, es la cadena perpetua, que lo va a aislar completamente de su entorno y de la sociedad de por vida, la muerte en vida”, dijo.

Su postura se sostiene en que para Kast la pena de muerte podría ser una solución para aquellos que cometen delitos de extrema gravedad.

"La pena de muerte, incluso para algunos de estos delincuentes, es una salida por arriba, no se la merecen", expresó.

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