Cada vez queda menos para entrar de lleno en el debate presidencial ya que a comienzos de marzo, cuando regresen algunos personeros de sus vacaciones y comiencen las actividades legislativas del Congreso, se verán las primeras definiciones de cara a las elecciones de noviembre de este año.

La derecha va avanzada en la discusión, puesto que la coalición Chile Vamos ya anunció su apoyo a la exalcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), quien en el pasado perdió contra la ex Presidenta Michelle Bachelet cuando postulaba a su segundo mandato en 2013.

Pero en el oficialismo las cosas van más lentas luego que el 2024 cerrara casi sin opciones para presentar una carta de continuidad, esto por haber pocas opciones competitivas que puedan enfrentar a la candidata de la oposición pero también porque quienes destacan en las encuestas ya han descartado participar en la carrera.

Mulet y Mirosevic: los únicos precandidatos confirmados

Una de ellas -y que va puntera en los sondeos por parte de la centro izquierda- es, de hecho, la exmandataria, que aunque rechazó volver a la contienda para llegar a La Moneda se ha mantenido activa en el debate público y a la espera de tomar una determinación definitiva ante las presiones de su sector.

Y es que al interior de la Alianza de Gobierno solo hay dos abanderados que confirmaron abiertamente sus intenciones de entrar a la competencia, pero no figuran lo suficiente en el radar ciudadano. Se trata del diputado de la Federación Regionalista Verde Social (PFRVS), Jaime Mulet, y su par del Partido Liberal (PL), Vlado Mirosevic.

Ante ese escenario y la incertidumbre por la participación de la otrora Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos es que en el seno de los partidos del Gobierno se conversa sobre la necesidad de primarias para dirimir quién será el abanderado del bloque.

Oficialismo debate dos, una o ninguna primaria

El candidato por parte del PFRVS y presiente de la misma agrupación propuso dos primarias paralelas al interior del oficialismo porque podría entregar mayor claridad respecto a los diferentes proyectos políticos que componen el pacto, lo que eventualmente confirmaría la inclusión de la Democracia Cristiana a las votaciones.

Con todo, la idea fue criticada por el timonel del Partido Radical, Leonardo Cubillos, que aseguró que más de una oferta para la pre-elección dividiría al progresismo y pondría cuesta arriba la llegada a la segunda vuelta en tanto no habría los votos suficientes para uno de ellos.

En tanto, el secretario general del Frente Amplio, Andrés Couble, dijo que no descarta no realizar una medición entre los oficialistas en caso de arribar Michelle Bachelet, pero que de cualquier forma ese es el mejor mecanismo para definir la idoneidad de los presidenciables.

Una primaria amplia permite mayor legitimidad

Otros políticos del ala política del actual Presidente de la República, como el integrante de la Cámara Baja, Jaime Naranjo (PS), insisten en llevar a las cartas presidenciales a una evaluación del sector con el fin de lograr la mayor legitimidad posible en miras a fortalecer un proyecto de continuidad.

El diputado socialista dijo que para "la candidatura de Michelle Bachelet es fundamental que al interior de las fuerzas de Gobierno y progresistas haya una primaria, porque eso le daría legitimidad a su candidatura y no aparecería ante los ojos de la opinión pública como una candidatura impuesta de las elites".

"Considero que la mejor manera de consolidar y aglutinar y unir a las fuerzas progresistas y de gobierno es que la elección de su candidata o candidato presidencial sea fruto de una primaria, porque en caso contrario queda esa sensación o impresión de que fue impuesta desde arriba", afirmó Naranjo.